Cuba: Diversidad de opiniones por visita de Benedicto XVI

Preparativos en la Plaza de la Revolución para la visita del Papa Benedicto XVI. Foto cortesía Jorge Luis Baños.

Preparativos en la Plaza de la Revolución para la visita del Papa Benedicto XVI

Desde que el 10 de noviembre de 2011 el Vaticano anunciara el viaje de Benedicto XVI a Cuba y México, los únicos países de América Latina que visitaría, los blogueros cubanos comenzaron a ofrecer sus opiniones al respecto.

Nueve días después de la comunicación oficial, Yasmín Silvia Portales publicó en Cartas desde Cuba, blog de Fernando Rasvberg en la BBC, un artículo en el que se cuestionaba nuevamente la hegemonía de la religión católica en Cuba.

Opino que puestos en plan de identificar una religión nacional, nadie podrá negar que la competencia está entre las de origen africano, porque acá devinieron algo nuevo, porque sus símbolos y sesgos culturales atraviesan el sentido común de “lo cubano” sin respeto a clases, razas o géneros, porque es popular -en el mejor sentido de la palabra.

Además, la bloguera cubana, que se autodenomina marxista, no heterosexual y afrodescendiente, criticó las posiciones del Papa Benedicto XVI con respecto a «los recientes escándalos de pederastas enfrentados por la iglesia católica, el uso del condón, el derecho al divorcio».

Esta visita precede a la peregrinación de la Virgen de la Caridad del Cobre, declarada Patrona de esta isla caribeña el 10 de mayo de 1916 y coronada por el papa Juan Pablo II, en enero de 1998.

Para el bloguero y defensor de la diversidad sexual Francisco Rodríguez, conocido popularmente como Paquito el de Cuba, «la Virgen de la Caridad es sin dudas mucho más que un símbolo religioso. Su leyenda constituye parte de la cultura cubana, fuente de espiritualidad para muchas personas y un motivo de inspiración y unidad a lo largo de buena parte de nuestra historia patria».

Sin embargo, según Paquito:

Benedicto XVI no es la Virgen, ni es un santo, ni creo que represente absolutamente ningún valor humano del cual yo me sienta parte. Comprendo, sin embargo, que su presencia en Cuba podría ser positiva y contribuir desde el punto de vista político a las relaciones exteriores del país y al diálogo con un sector de nuestra población.

La comunidad LGBT de la isla confiesa «no esperar nada de esta visita». El autor del blog El Nictálope recuerda:

Desde hace años [Benedicto XVI] atrae la atención del público a causa de sus obsesivas manifestaciones contra los derechos de los homosexuales y transexuales. Casi no transcurre un mes sin que el pontífice, de súbito, arremeta contra las familias homoparentales y el matrimonio igualitario. Como paradoja, parece haber sido tardo y reticente ante los casos de abuso infantil por parte de sacerdotes.

Por otra parte, el blog Santiago en mí, escrito desde la provincia cubana donde tendrá lugar la primera misa, aprovecha el sentido del humor propio de la población cubana para describir el significado de la visita del Sumo Pontífice.

Lo cierto es que, hoy por hoy, la visita del Papa, y todo cuanto se mueve alrededor de la misma, está en el centro de la mira de los cubanos, quienes, sin renunciar jamás a la jocosidad que los caracteriza y que ha llevado a algún “reconocido sabio maestro” a afirmar que los cubanos “toman en serio los chistes y hacen chistes de lo serio”, achacan a la visita del máximo exponente de la iglesia católica cuanto bien o mal les ocurre por estos días.

Paralelamente, la oposición radicada en la isla ha protagonizado recientes ocupaciones en templos de La Habana y Holguín. Aunque existen diferentes versiones de los acontecimientos, varios medios refieren que los grupos disidentes enviaron una comunicación al Arzobispado de La Habana para ser entregada al Papa Benedicto XVI. Según un despacho de IPS,

Los reclamos del grupo del Partido Republicano Cubano incluyen excarcelación de presos, alza de salarios y pensiones, cese de persecución a opositores, derecho a propiedad privada y a crear medios alternativos de información, acceso a Internet, «marco legal para un estado de derecho» y libertad de viajar al extranjero.

No obstante, una nota de prensa publicada por el Arzobispado de La Habana rechazó la ocupación de los templos.

Nadie tiene derecho a convertir los templos en trincheras políticas. Nadie tiene derecho a perturbar el espíritu celebrativo de los fieles cubanos, y de muchos otros ciudadanos, que aguardan con júbilo y esperanza la visita del Santo Padre Benedicto XVI a Cuba.

La publicación de un editorial en el diario oficial Granma también ha despertado variedad de opiniones. En el artículo, el órgano oficial del Partido Comunista de Cuba llama a recibir a Benedicto XVI con «afecto y respeto». En una «Confesión estrictamente personal«, el bloguero Luis Toledo Sande considera:

Dejemos a un lado el llamamiento a sentir afecto, opción que debe decidir cada quien según su conciencia y sus nociones manden.

Posteriormente, Sande destaca la labor de las autoridades cubanas para garantizar el recibimiento del Papa en un clima de respeto y tranquilidad.

A la vista está, construido al pie del monumento a José Martí en la Plaza de la Revolución que lleva su nombre, una arcada temporal que, además de mostrar respeto al visitante, lo protegerá del fuerte sol caribeño, que ya a las 9 de la mañana provocará por estas fechas.

A pesar de las desavenencias políticas y religiosas, para algunos blogueros cubanos esta visita será positiva y «se vislumbra como uno de los hechos relevantes de este aún joven 2012″.

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