Dos semanas después de la partida de Benedicto XVI, Cuba vuelve a la normalidad. La blogosfera recupera sus temas habituales y pocas bitácoras retoman a Joseph Ratzinger en sus relatos. A petición del Papa, el gobierno cubano declaró el pasado viernes santo como día festivo; aunque aclaró que se trataba de “una ocasión excepcional”. Hace 14 años Juan Pablo II pedía el primer feriado por motivos religiosos en la isla: el 25 de diciembre.

Sin embargo, no complace a todos los internautas residentes en la isla esta decisión. Rogelio Díaz, en su post Días feriados: Jesucristo 2 – Orishas 0 recuerda el sincretismo religioso que caracteriza a la nación cubana, de minoría católica:

Si al final ponen más días feriados en este país, pues los disfrutamos todos. Lo que no me acaba de gustar es el favoritismo por una divinidad particular, de parte de un gobierno que se considera a sí mismo laico, y que rige sobre un pueblo que mayoritariamente tiene una religiosidad mucho más compleja. Por muchos Papas que vengan, no van a cambiar el hecho de que el sincretismo religioso campea en Cuba y que los Orishas, esos sí, son más populares que Cristo.

Por otra parte, Carlos Manuel Álvarez, estudiante de Periodismo de la Universidad de La Habana y autor del blog Crónicas obscenas, una de las más jóvenes bitácoras de la blogosfera nacional, compara la misa celebrada en la Plaza de la Revolución con el concierto «Paz sin fronteras» que tuvo lugar en 2009:

La nación cubana es de minoría católica y predomina el sincretismo religioso. Foto: Cortesía de Jorge Luis Baños

Si prestamos atención, la Plaza de la Revolución del 2009 es distinta a la del 2012, dos lugares diametralmente opuestos, porque un lugar, cuando se adentra en el tiempo (…), se va pareciendo más a una cuestión litúrgica que a otra cosa, es decir, va tomando las características y el carácter que hayamos decidido darle (…).

En menos de quince años dos Sumos Pontífices han visitado La Habana. Es probable también que en menos de quince años, perdonen que insista sobre ello, se repita otro concierto como Paz sin Fronteras (nombre bíblico donde los haya). Quizás para el 2022 ó 2023. Quizás, si lo medimos en proporción, en solo par de años acontezca, pues el tiempo de los músicos es un tiempo mucho más corto que el tiempo de la Iglesia Católica, el cual, contrario al de los artistas, no es un tiempo ligero, sino pesado, un tiempo que se mide en siglos, no en décadas.

De modo que para lo lento que evoluciona el catolicismo, dos Sumos Pontífices en quince años vienen a ser como uno solo y una canción de los Van Van, si tenemos en cuenta el poder perverso y conciliador de la música, significa al unísono el Apocalipsis y la Primera Comunión.

Nyliam Vázquez, autora de Ojos a la N, narra en una de sus más recientes entradas el recuerdo de las enseñanzas de su abuela sobre la Virgen de la Caridad del Cobre, coronada por Juan Pablo II en 1998.

Todo debió conspirar para avanzar de un modo distinto, cuando  los ojos se elevaron y la patrona de Cuba me sorprendió con su presencia infinita en Plaza de la Revolución. Entonces no hubo más camino que aquel de regreso a la infancia, a la terraza, al taburete… Y ese instante esencial, como siempre, la oración salvadora. Después, como me enseñó mi abuela, y en su abrazo,  elevé mis ruegos más urgentes en pleno estremecimiento. Seguí el trayecto de siempre. Dios te salve María, llena eres de gracia…

Pero la visita de Benedicto XVI también estuvo marcada por momentos de tensión política. La burla del cerco de seguridad por parte de un hombre en Santiago de Cuba para vocear consignas contra el comunismo, las detenciones breves a opositores y blogueros en La Habana y la interrupción de la recepción de mensajes por celular desde el exterior fueron algunos de ellos.

Tampoco faltó el enfrentamiento ideológico en las redes sociales donde, como nunca antes, cada parte escogió una etiqueta para reportar la visita en Twitter: #BenedictoCuba, desde las posiciones favorables al gobierno cubano y #PapaCuba, utilizada fundamentalmente por la oposición.

Luego de la visita de Benedicto XVI sucedió la llegada a Cuba de las jóvenes comunistas chilenas Karol Cariola y Camila Vallejo, secretaria general de las Juventudes Comunistas de Chile y vicepresidenta de la Federación de Estudiantes chilenos respectivamente.

Otro motivo de reciente regocijo para la nación caribeña fue el nombramiento de Venerable para el sacerdote independentista Félix Varela, reconocido en la isla como “el primero que nos enseñó a pensar”. Varela podría ser beatificado por la Santa Sede luego de reconocerse un milagro concedido.