Brasil: ‘Manos que curan, palabras que sanan’

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Con sus hierbas, gestos, oraciones y palabras de consuelo, los «doctores del pueblo» son un importante elemento de la cultura brasileña y del sincretismo religioso. Se puede encontrar curanderos populares en todo el país, pero tienen un rol especial en zonas remotas, donde los médicos profesionales son escasos y no hay acceso a la medicina alopática.

En un post llamado ‘Manos que curan, palabras que sanan’, Ricardo Câmara recuerda la historia de la curación por la fe y resalta el trabajo de las benzedeiras (mujeres que rezan por los enfermos y los bendicen), por lo general, una actividad gratis y voluntaria que se ha expandido por todo Brasil como una alternativa a la medicina tradicional desde el siglo XVI:

Terço e folhas nas mãos, oração na ponta da língua e muita fé em Deus. As benzedeiras e benzedores que surgiram no Brasil com a chegada dos Jesuítas, no século XVI, são figuras presentes na cultura popular até os dias de hoje.
A benzeção, como várias outras práticas religiosas e médicas populares, aflorou-se com intensidade no período Colonial Brasileiro e os fatores que propiciaram o desenvolvimento da prática da benzeção, com certeza, remetem à precariedade da vida material, destacada pela raridade de médicos, de cirurgiões, de produtos farmacêuticos, e ao sincretismo dos povos em geral, que também contribuíram, e muito, para que a prática da benzeção se propagasse ainda mais.

Rosarios y hojas a la mano, oraciones en los labios y mucha fe en Dios. Los curanderos populares, que surgieron en Brasil con la llegada de los jesuitas en el siglo XVI, están presentes en la cultura popular hasta ahora.
La bendición, como muchos otras prácticas religiosas y médicas populares, afloraron con intensidad en el periodo colonial brasileño y los factores que propiciaron el desarrollo de la práctica de la bendición se refieren, ciertamente, a la precariedad de la vida material, destacada por la escasez de doctores, cirujanos, productos farmacéuticos y por el sincretismo de la población en general, que a su vez contribuyó a difundir aun más la práctica de bendición.
Blessing woman Dona Izabel. Photo by Fredox Carvalho, for Agência de Notícias Cavaleiro de Jorge (used with permission).

Doña Izabel, curandera. Foto de Fredox Carvalho, para Agência de Notícias Cavaleiro de Jorge (usada con autorización).

La capacitación de los curanderos populares, personas que según Maria Luiza Benitez por lo general «están predestinadas y han nacido con un don de poder, talento o conocimiento especial», requiere gran dedicación:

O estudo do curandeiro difere grandemente dos estudos e práticas da medicina convencional. Não há livros de medicina, nem notas de aprovação. Mas é preciso vencer todos os testes e provações. E é exclusivamente por meio da dor, do sofrimento, da doença e da própria morte que o curador adquire acesso ao universo das realidades extraordinárias. O mundo do além é o terreno onde se pode obter o conhecimento, a experiência, as qualificações e o poder para auxiliar os demais.
O chamado costuma vir em sonhos ou por intermédio de um acidente, doença, injúria sofrida, ameaça de morte eminente, da morte e mesmo morte clínica temporária.

Los estudios para ser curandero difieren mucho del estudio y práctica de la medicina convencional. No hay libros de medicina ni calificaciones para aprobar, pero debes superar todas los exámenes y pruebas. Además, solamente a través del dolor, el sufrimiento, la enfermedad y la propia muerte es que el curandero adquiere acceso al mundo de las realidades extraordinarias. El mundo del más allá es el terreno donde se puede obtener el conocimiento, la experiencia, las calificaciones y el poder para ayudar a los demás.
El llamado suele venir por medio de sueños o a través de un accidente, dolencia, herida, sufrimiento, amenaza de muerte inminente, hasta la propia muerte y la muerte clínica temporal.
Shaman in a Pataxó indigenous tribe in Bahia. Photo by Flickr user Mario Niveo (CC BY-NC-ND 2.0)

Chamán en una tribu indígena pataxó en Bahía. Foto del usuario de Flickr Mario Niveo (CC BY-NC-ND 2.0).

El profesor Glauco Ricciele Ribeiro revela cómo las mujeres se convirtieron en curanderas:

Benzedeiras senhoras de coração puro, servem ao próximo sem interesses ou cobiça. O dom adquirido por elas são passados de geração a geração. Mas em nosso mundo atual, tal prática cada vez mais desaparece e junto dela a fé popular perde suas características. […]
Mas poucos sabem como uma benzedeira inicia seu “sacerdócio”. Tradicionalmente a Sexta-feira Santa é a única data onde se ordena o Dom de ser Benzedeira a uma mulher de bom coração e sem impedimentos. Esta pessoal deve ajudar através das rezas todo tipo de necessitado sem distinção de classe ou credo.

Las curanderas son mujeres de puro corazón, que sirven al prójimo sin interés ni codicia. El don que adquieren lo pasan de generación en generación. Pero en nuestro mundo actual, esas prácticas están despareciendo cada vez más, y con ellas, la fe popular pierde sus características. […]
Pero pocos saben cómo es que una curandera inicia su «sacerdocio». Tradicionalmente, el Viernes Santo es el único día en que se concede el don de curar a una mujer de buen corazón y sin impedimentos. A través de toda clase de oraciones, debe ayudar a las personas sin distinción de clase ni credo.
The Blessing Culture. Photo from the Etnia Brasil website by Livia Zaruty (CC BY-NC-ND).

La cultura de la bendición. Foto del sitio web Etnia Brasil de Livia Zaruty (CC BY-NC-ND).

La estudiante de periodismo Angélica Weise no está de acuerdo con que el arte del curanderismo esté desapareciendo:

Elas fazem parte da cultura popular. A maioria é de uma generosidade incrível. Por mais antiga que seja a tradição, as benzedeiras se encontram mais vivas do que nunca. Basta ter vocação e força de vontade. Mesmo com a medicina avançada, muitas pessoas recorrem a elas para os diversos tipos de cura. […]
Para encontrá-las não há endereço. Basta perguntar nas ruas que logo alguém conhece ou já ouviu falar delas. Na maioria são velhas e simples. É olhando para o rosto e contando suas rugas que encontramos a idade delas. Quem acredita em benzedeira, jura que elas fazem milagres.

Forman parte de la cultura popular. La mayoría son de una generosidad increíbe. Por más antigua que sea la tradición, las curanderas están más vivas que nunca. Basta tener vocación y fuerza de voluntad. Incluso con el avance de la medicina, muchas personas recurren a las curanderas para diferentes tipos de curación. […]
Para encontrarlas, no se necesita dirección. Solamente pregunta en la calles y encontrarás alguien que las conozca o haya oído hablar de ellas. La mayoría son viejas y humildes. Es mirando su rostro y contando sus arrugas que descubrimos su edad. Los que creen en las curanderas, juran que hacen milagros.

Los doctores convencionales no están tan convencidos del poder milagroso de la cura espiritual y están preocupados por la práctica, y consideran que «no se debe dejar de lado la seguridad científica».

Mientras tanto, los curanderos de dos ciudades del estado brasileño de Paraná, Rebouças y São João do Triunfo, han visto su actividad recientemente reconocida por leyes municipales pioneras en Brasil. Esto tuvo como resultado un proyecto de trazado social de mapas de curanderos, cuya legislación sin precedentes fue celebrada como una victoria por la red local de comunidades y pueblos tradicionales:

Num processo de continua luta e organização social das benzedeiras articuladas no Movimento Aprendizes da Sabedoria (MASA) em 22/02/2012 o Presidente da Câmara Municipal de São João do Triunfo promulgou a lei municipal nº 1.370/11, a qual reconhece a identidade coletiva das benzedeiras de Triunfo, regulariza o livre acesso as plantas medicinais por parte dos detentores de ofícios tradicionais de cura e propõe a construção de política municipal especifica de acolhimento das práticas tradicionais de cura nos sistema formal de saúde.

En un proceso de contínua lucha y organización social de curanderos del Movimiento de Aprendices de la Sabiduría (MASA), el 22 de febrero de 2012, el presidente de la Cámara Municipal de São João do Triunfo promulgó la ordenanza n° 1,370/11, que reconoce la identidad colectiva de los curanderos de Triunfo, regula el libre acceso a las plantas medicinales por parte de los que ejercen oficios tradicionales y propone la elaboración de una política municipal específica para acoger las prácticas tradicionales de curanderismo al sistema formal de salud.
City ordinance recognises the work of folk healers of Triunfo. Photo by Rede Puxirão de Povos e Comunidades Tradicionais published by Flickr user Cultura Viva (CC BY-SA 2.0).

Ordenanza municipal reconoce el trabajo de los curanderos de Triunfo. Foto de Rede Puxirão de Povos e Comunidades Tradicionais publicada por el usuario de Flickr Cultura Viva (CC BY-SA 2.0).

Independientemente de si las curas son realidad o el resultado de un efecto placebo, el Instituto Nacional de Patrimonio Histórico y Artístico (IPHAN) [en] considera el acto de curar a través de medios no tradicionales como un patrimonio intangible de la cultura brasileña. Este instituto pertenece al gobierno federal de Brasil como parte del Ministerio de Cultura.

Además de traer consuelo espiritual, los curanderos inspiran a artistas, como el escritor Sinval Santos da Silveira, que nos cuenta la historia y secreto de una mujer que vivía en una casa muy humilde, sin electricidad ni agua potable:

Mulher de idade avançada, magrinha, mal alimentada,
e de um coração cheio de bondade…
Sobre uma pequena mesa, a imagem da Santa, em
quem deposita sua fé e a sua vida.
Benze, em nome da Santinha, curando torcicolo, arca
caida, dor de dente, dor nas costas, dor de olhos, de
garganta, de cabeça, mal olhado, inveja, etc.
Seus pacientes ou clientes, pelo trabalho milagroso,
nada pagam, nada devem.
O prazer de poder ajudar alguém, que lhe procura,
está acima de qualquer outro valor.
Só agora entendo, que o poder de cura daquela mulher,
sempre residiu numa única coisa, que tinha em excesso,
em sua humilde casinha: muito amor…

Mujer de edad avanzada, delgada, mal alimentada,
y de un corazón lleno de bondad…
Sobre una pequeña mesa, la imagen de una Santa en
quien deposita su fe y su vida.
Bendice, en nombre de su Santita, cura el cuello rígido,
lumbago, dolor de muela, dolor de espalda, dolor de ojos, de,
garganta, de cabeza, el mal de ojo, envidia, etc.
Sus pacientes o clientes por el trabajo milagroso
no pagan nada, no deben nada.
El placer de ayudar a otros, lo que eso le brinda
está por encima de cualquier valor.
Recién ahora entiendo que el poder de curar de esa mujer
siempre se basó en la única cosa que tenía en exceso
en su humilde casa: mucho amor…

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