- Global Voices en Español - https://es.globalvoices.org -

Ecuador: #CasoSatya, homofobia y libertad de expresión

Categorías: Latinoamérica, Ecuador, LGBTQI+, Medios ciudadanos

El tema de los derechos humanos y libertad de expresión es algo que se lee todos los días en las redes sociales del Ecuador. Actualmente, el país se encuentra conmocionado por el ‘Caso Satya’: Nicola Rothon y Helen Bicknell es una pareja de lesbianas, provenientes de Reino Unido, que legalizó su unión de hecho en el Ecuador; el Registro Civil, sin embargo no permitió la inscripción de ambas como madres de Satya, que fue concebida por inseminación artificial.

Los medios de comunicación dieron pie a que los ecuatorianos sepan de este acontecimiento, pero fue en las redes sociales donde se dieron a conocer diferentes reacciones sobre la homosexualidad y los derechos de ‘diversos tipos’ de familia, como dice la Constitución Política de Ecuador. El artículo 68 de la Carta Magna dice que ‘la unión estable y monogámica entre dos personas generará los mismos derechos y obligaciones que tienen las familias constituidas mediante matrimonio’.

En su post, Italo Sotomayor (@ItaloSotomayor [1]) analiza la situación de Nicola y Helen, haciendo pie en el atropello a los derechos humanos. Su artículo “Satya, un caso de extremasupremacía constitucional [2]” en el blog Periodismo Ecuador, dice que,

el Art. 68, reconoce a las uniones de hecho, y al hacerlo, directamente se muestra de acuerdo a las uniones de personas del mismo sexo, por lo tanto, poseen iguales derechos y obligaciones que tienen las parejas constituidas en matrimonio. Entre esos derechos, existe una presunción de paternidad, que indica, que todas las hijas o hijos producto de esa unión, tendrán como madre y padre a quienes conformen ese hogar de hecho.

Por otro lado, el Padre Paulino Toral envió una carta a la revista Vistazo [3], donde está en total desacuerdo con la aprobación de las uniones homosexuales:

La Ideología de género se ha propuesto el final de la familia natural para lograr la corrupción de los niños y adolescentes. Hay que acabar con la familia – dice esta ideología – porque es en ella donde los niños y los adolescentes captan como algo natural la diferenciación entre varón y mujer.

[4]

Bandera representativa de movimientos de derechos LGBT. Por Datchler en Flickr. (CC BY-NC-ND 2.0)

Luego de la Carta de Padre Toral, se generó aún otra mayor controversia en Twitter cuando Miguel Macías publicó un artículo en el Diario El Comercio con una opinión parecida a la del Padre. Tal fue la reacción de los tuiteros, que el Diario se vio en la obligación de borrar de su edición en línea el artículo, pidiendo disculpas por la ‘falta de filtros’ en los editoriales.

Rafael Méndez Meneses (@KevinHurlt [5]) logró rescatar el texto del editorial antes de ser cerrado [6] por el diario, y lo publicó en su blog, con las disculpas correspondientes de El Comercio.

Durante estos días, bajo el hashtag #casoSatya [7], en Ecuador se habla sobre el límite de la libertad de expresión en temas como la homosexualidad y los derechos de personas del mismo sexo.

El abogado y comunicador Pablo Garzón (@pgarzon) tuitea [8]:

Nosotros, ustedes y yo, somos la primera generación que abiertamente condena la homofobia en Ecuador. Para nuestros padres fue/es un tabú.

La Asambleísta María Paula Romo (@mariapaularomo) dice: [9]

No se trata d censura previa pero políticas editoriales claras y defensor del lector deberían ser las grandes lecciones para @elcomerciocom [10].

Eduardo Varas, escritor ecuatoriano (@eduardovarcar) expresa lo siguiente [11]:

¿Molesta que @elcomerciocom [10] quitara el famoso artículo? No entiendo. Para mí no hay cómo hablar de libertad de expresión con mentiras.

Lola Cienfuegos (@lolacienfuegos) se refiere [12]a un ‘doble discurso’:

Con lo sucedido con @elcomerciocom [10] ha quedado demostrado su DOBLE DISCURSO y su DOBLE MORAL.Escribir sobre CÍRCULO ROSA si es tolerado #plop [13]

El sitio web Gkillcity.com también publicó un artículo escrito por Xavier Flores Aguirre (@xaflag [14]), donde se apoya a Nicola y Helen; en “Satya y la diversidad [15]” se lee:

hoy la resistencia a esas interpretaciones retardatarias del derecho se pueden hacer con las mismas herramientas jurídicas que el derecho establece (en particular en su Constitución, que es su norma jerárquicamente superior).