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Armenia: blogueros critican la cobertura de Eurovisión por parte de la televisión pública

Categorías: Asia Central y Cáucaso, Armenia, Azerbaiyán, Arte y cultura, Etnicidad y raza, Guerra y conflicto, Medios ciudadanos, Música, Política, Relaciones internacionales

Este artículo forma parte de nuestra cobertura especial de la edición de 2012 de Eurovisión celebrada en Azerbaiyán [1] [en].

Familiarizado con la polémica [2] [en] desde que Armenia, Georgia y Azerbaiyán entraron en 2006, 2007 y 2008 respectivamente, el festival internacional de la música de este año que se celebró en Bakú (Azerbaiyán) [1] [en] ha sido quizá el más comentado de los últimos años.

Con el deficiente historial de derechos humanos del país y en constante vigilancia por parte de los organismos internacionales, gran parte de la atención de los medios de comunicación en el concurso musical naturalmente se centró en ese asunto. Sin embargo, también parte del interés de los observadores regionales se concentraba en cómo se desarrollaría el conflicto entre Armenia y Azerbaiyán [3] [en] por el territorio en disputa de Nagorno Karabaj.

Eurovision logo

Logo de Eurovisión

Al principio, existía cierta esperanza de que Armenia pudiera participar en el festival musical [4] [en], pero pronto se desvaneció cuando el adversario de Azerbaiyán en esta región se retiró [5]. Aparentemente relacionado con la muerte de un militar armenio, primero se dijo que se produjo por un disparo de un francotirador azerbaiyano pero resultó ser falso cuando se descubrió que Albert Adibekyan había sido asesinado por un compañero de su propio ejército [6] [en].

Rápidamente encontraron otra razón para retirarse, lo que al mismo tiempo acarreó una multa por parte de la Unión Europea de Radiodifusión (UER), también se informó a Armenia de que si no emitía sin interrupción la final de Bakú serían descalificados el año próximo.

Solo anunciada a última hora, pocos armenios sabían que se emitiría la final en la televisión pública armenia, pero aquellos que sintonizaron este canal el 26 de mayo se encontraron con un aluvión de propaganda antiazerí por parte de un comentarista político en lugar de uno especializado en cultura o música.

Todavía molestos por otro ejemplo de la guerra informativa llevada a cabo entre los dos países, algunos blogueros armenios como Global Chaos criticaron la cobertura negativamente politizada [7] [en]:

[…] Porque Armenia tardó mucho en retirarse (bien pasado el plazo) y tuvo que ser multada; y, lo que es más importante, la televisión pública armenia tenía que emitir en vivo todo el festival, con un público sin el derecho de poder votar a los concursantes. Si Armenia no cumplía, hubiera sido descalificada y excluida de participar en 2013 también. Existía cierta incertidumbre sobre si la televisión pública debería estar emitiendo el festival, pero finalmente confirmó que lo haría.

¿Está UER en contra de la politización del concurso? Sí, claro…

¿Y en contra alguna de las tres o cuatro horas de emisión ininterrumpida de lo que obviamente se trata de promoción azerí (¿propaganda?) en vivo en la televisión pública de Armenia? No obstante, en lugar de ir por el camino seguro y de elegir famosos presentadores de televisión para esta ocasión, los armenios decidieron escoger a Gohar Gasparyan (jefe de la delegación de Eurovisión de Armenia) y a Artur Grigoryan (el analista más destacado de la televisión pública en los asuntos azeríes y de Nagorno Karabaj) como comentaristas locales para toda la emisión.

El blog también se fijó en cómo la propaganda a veces rozaba lo ridículo, sobre todo cuando emitieron durante la publicidad un pequeño vídeo donde mostraban a los azerbaiyanos celebrando el Novruz [8] [en], un festival zoroastrista con huevos y fuego que ya se realizaba cientos de años antes del cristianismo:

Se produjeron otras observaciones —totalmente erróneas— al confudir los huevos pintados de Novruz y saltar sobre el fuego (ambas son tradiciones zoroastristas típicas y todavía practicadas en Azerbaiyán) con los huevos de pascua cristianos y con la tradición equivalente armenia de saltar sobre el fuego durante las fiestas de la Candelaria (también llamadas Hypapante o Tearendaraj). De este modo, indirectamente reclamaban esas tradiciones como exclusivas del pueblo armenio, sin saber —o fingiendo no saber— que se pueden encontrar sus equivalentes en la tradición azerí también. También se comentó mucho sobre el uso del «duduk tradicional armenio» y del «zurna», de alfombras (y sus patrones), de danzas folclóricas y trajes, de arte, e incluso de caballos.
[…]
En resumen, los comentarios, aunque reservados en ocasiones, eran de todo menos apolíticos. No obstante, hubo momentos en los que me preguntaba si los presentadores incluso sabían de lo que estaban hablando. ¿Por qué se tienen que hacer los tontos? ¿Por qué se declaran dueños de una cultura mucho más extensa y compartida más allá de sus fronteras, sin pensar en el hecho de que una vez, en un pasado lejano, ni siquiera existieron fronteras? ¿Por qué alimentan aún más un nacionalismo en plena ebullición?

Bien, se trataba de llegar a eso, ¿no? El público ya se encuentra predispuesto a la percepción selectiva y al hecho de procesar información antiazerí y, con una pequeña ayuda por parte de los comentaristas, la televisión pública intentó convertir este desastre en su propia versión de la propaganda eurovisiva antiazerí. Podría haber funcionado con la mayoría.

Solo espero que haya algunos, no solamente entre el público armenio, que lamenten como yo la pérdida de esta excelente oportunidad: la oportunidad de ver (para muchos por primera vez) que la cultura azerí no es tan diferente de la armenia, que existen muchas tradiciones compartidas por ambas poblaciones y que también encontramos «dolma» en el otro lado de la frontera (y no, de verdad que no es exclusiva del pueblo armenio).

Making Connections fue otro blog armenio indignado por esta cobertura [9] [en]:

«Unos cuantos edificios, un poco de cultura y algunas nubes. Todo esto es lo que tiene que ver con la «Tierra de Fuego que desconozco», dijo uno de los locutores de la televisión pública armenia, mientras hacía comentarios de las imágenes de Azerbaiyán mostradas entre los actos de la gran final del festival internacional de la canción de Eurovisión de 2012 que se celebró el 26 de mayo en Bakú. Así empezó la diatriba de comentarios superfluos y ridículos por parte de los presentadores armenios en el canal H1, que decidieron emitir el concurso a pesar de que el país había optado por no participar este año.

[…]

[…] lo que se suponía que debía ser divertido, entretenido, incluso podría haber sido un paso para el proceso de paz, acabó convirtiéndose en otro instrumento del Estado para «demostrar» su superioridad respecto al «enemigo», es decir, una forma de hacer más propaganda.

Y aunque muchos lectores puedan estar en desacuerdo conmigo, después de todo podría haber sido mucho peor. Creo que H1 y sus presentadores podrían haber hecho un mejor trabajo para limar asperezas entre ambos países y podrían haber utilizado esta oportunidad para destacar sus similitudes, sobre todo culturales, en lugar de recalcar las diferencias entre Armenia y Azerbaiyán

Mientras continúa creciendo la tensión [10] entre ambos países, se sigue viendo cómo Eurovisión se convertirá en el próximo escenario para el conflicto entre Armenia y Azerbaiyán. Sin embargo, aunque parezca inevitable, algunos blogueros armenios y azerbaiyanos [11] [en] al menos han elegido criticar la actual guerra propagandística que en ocasiones ha demostrado ser un gran impedimento para el proceso de paz tanto como las tensiones que se producen en el frente de batalla.

Este artículo forma parte de nuestra cobertura especial de la edición de 2012 de Eurovisión celebrada en Azerbaiyán [1] [en].