Guatemala: ola de ataques contra mujeres activistas

La intensidad de la violencia contra las mujeres activistas está en ascenso en Guatemala. Lolita Chávez, miembro del Consejo de Pueblos K’iche’s, fue atacada por hombres armados quienes intentaron lincharla cuando volvía a casa luego de una protesta pacífica contra prácticas extractivas abusivas y proyectos que afectan el ambiente. El reportero gráfico James Rodríguez de Mimundo.org explica [en]:

Durante la mañana del día 4 (de julio), unos 400 residentes de Quiché, junto con miembros del CPK, realizaron una protesta pacífica para denunciar la continua arrogancia del alcalde Estuardo Castro, así como su falta de respeto por el rechazo de la gente a vender sus tierras a corporaciones transnacionales, como se probó durante la consulta a la comunidad de 2010.

Mientras las manifestantes pasaban por la comunidad de Xetinap Quinto, un grupo de hombres armados con machetes, palos y cuchillos interceptaron a miembros del CPK y procedieron a perseguir y a golpear a varias de ellas. Estos hombres armados tenían particular interés en la reconocida líder Lolita Chávez, pues la llamaban por su nombre, la perseguían y lograron herirla, aunque no de gravedad. Lolita resultó con cortes y moretones pero logró escapar. Sin embargo, otras tres mujeres fueron hospitalizadas como consecuencia de las heridas.

Lolita Chávez. Foto de James Rodríguez de MiMundo.org, usada con autorización

Dos semanas atrás, en una zona cercana a Ciudad de Guatemala, Yolanda Oquelí Veliz, abogada de derechos humanos y líder de un movimiento contra la expansión de actividades mineras, también fue atacada cuando regresaba de una protesta pacífica. El blog FrontlineDefenders [en] informa:

Yolanda defiende los derechos humanos en San José de Gulfo, como lideresa comunitaria que se resiste a la mina Exmigua. Por todo lo que hemos escuchado, de ambas partes, la extracción de minerales tales como oro y plata, arena y aleaciones es todo un tema en Guatemala. En general, no se consulta a la comunidad que será afectada. No existe un proceso público de consultas ni se brinda información que disipe el temor a posibles daños al medio ambiente: si los ríos serán contaminados; si los bosques serán talados y, por lo tanto, peligra la provisión de agua; ni tampoco qué pasará cuando expire la licencia de la mina y el medio ambiente deba ser reparado y reconstruido.

Yolanda Veliz. Foto de James Rodríguez de MiMundo.org, usada con autorización

Agregan:

Yoly (así escribe ella su nombre) cuenta con todo un historial de intimidaciones por causa de su tarea. Su abogado (pro bono) presentó alrededor de 10 denuncias en el proceso legal. Le arrojaron gases lacrimógenos, escribieron grafitis en sus paredes y tanto ella como sus hijos han sido amenazados. Sin embargo, hasta el momento el gobierno permanece mudo.

Diferentes redes emitieron llamados de acciones urgentes [en] pero el gobierno no ha respondido con la protección solicitada para los activistas. Además la sociedad civil ha guardado bastante silencio sobre estos crímenes.

Lolita Chávez. Foto de James Rodríguez de MiMundo.org, usada con autorización

La indefensión de los ciudadanos directamente afectados por las compañías extractivas y transnacionales energéticas es más visible que nunca. Sin embargo, la apatía demostrada por los medios y la sociedad civil educada en Guatemala es una señal de la normalización de la violencia. Los medios tradicionales, que tachan la mayoría de actos de disenso de «terrorismo», les dan más cobertura a los argumentos a favor de estas inversiones extranjeras, haciendo caso omiso del peligro que enfrentan activistas y ciudadanos que se les oponen.

El creciente número de defensores de derechos humanos que han sido blanco de ataques, tanto en zonas urbanas como rurales, ha sido respondido con silencio, más que con medidas adecuadas, por parte de las autoridades.

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