Ya regresaron a Mozambique cinco de los treinta estudiantes matriculados como becarios en la Universidad Internacional de África de Sudán que, a finales de abril, suscribieron una denuncia [pt], hecha a través de las redes sociales, acerca de los problemas sociales y financieros que enfrentan en ese país extranjero.
En la carta, publicada [pt] el 27 de abril en el perfil de Facebook Moçambicanos no Sudão, los estudiantes enviados para Sudán por organizaciones islámicas, pedían la intervención del gobierno para resolver una situación descrita como «extremadamente caótica»:
falta de fundos para pagamento de vistos de estadia, propinas, material escolar, material de higiene individual, seguro de saúde, e não deixando de lado a falta da variação alimentar, visto que os estudantes têm único tipo de alimentação de um de Janeiro a trinta e um de Dezembro de cada ano, Arroz e um caril muito esquisito (batata doce e abóbora).
El «ruido» [pt] que generó la denuncia de los estudiantes en la prensa mozambiqueña y en las redes sociales llevó a que la Universidad presionara a los firmantes a que rubricaran un nuevo documento [pt] que niega las declaraciones de la carta denuncia. Los estudiantes que no cedieron a la presión de los sudaneses fueron expulsados de la Universidad y repatriados, habiendo llegado a Mozambique el 29 de junio.
Luego de siete horas a la intemperie en el aeropuerto internacional de Maputo fueron acogidos y alojados por el Parlamento Juvenil (PJ), una organización no gubernamental que se convirtió en el rostro más visible del apoyo [pt] a los estudiantes mozambiqueños. En rueda de prensa en la sede del PJ, los estudiantes también hablaron de una posible conexión con Al Qaeda.
En las redes sociales fueron innumerables las críticas a la distancia que el gobierno de Mozambique tuvo del problema. El ministro de educación, Zeferino Martins [pt], afirmó que el gobierno «no tiene ninguna responsabilidad con los estudiantes becarios que se encuentran en Sudán, debido a que los jóvenes ciudadanos mozambiqueños fueron enviados para ese país por organizaciones islámicas para perseguir objetivos de fuero religioso».
El envío de los estudiantes hacia Sudán se realizó por intermedio de individuos ligados a organizaciones religiosas musulmanas con sede en Mozambique, principalmente en la capital Maputo. Según [pt] el ministerio de Educación, los estudiantes estaban recibiendo un apoyo simbólico de una organización denominada Sautul Islam [pt].
Aun así, el blog de la Liga das ONGs de Moçambique (Liga de ONG de Mozambique) publicó un texto en el que defendía que el gobierno debía haber tomado una posición:
Admitindo que, eventualmente, os estudantes sejam vítimas das medidas de contenção de custos, seria importante [o Governo] ter um diálogo com eles e ajudá-los no desenho de cenários que possam mitigar o sofrimento dos estudantes.
Y agregaba:
esta situação pode chamar a atenção para mudança ou revisão das políticas públicas com relação a atribuição das bolsas e as respectivas condições dai subjacentes.
Casos como este no son nuevos, como señaló [pt] un estudiante mozambiqueño anónimo en Vietnam, en un comentario a la noticia del Jornal @Verdade, lamentando a «situación de los estudiantes en Sudán después de Argelia y de Rusia». En otro artículo, Carlos Cantinho comenta [pt]:
os bolseiros na Argélia exigiram o que lhes prometeram (recambiaram-nos para casa) estes no Sudão que decerto estará entre os mais pobres dos pobres,e dizem que não tem a ver com o ministério da educação mas sim com as tais organizações islamicas (madrassas). Nos países civilizados quando se fazem estes protocolos de cooperação no domínio da educação (cumpre-se). Pelos vistos neste caso ninguém se responsabiliza.
1 comentario
No tenía idea de que Al Qaeda también tenía organizaciones en Mozambique, tenía entendido que este país africano era socialista.