El 27 de junio se iniciaron disturbios en Botshabelo [en], al este de Bloemfontein, como reacción a la decisión de la Municipalidad de Mangaung de eliminar los puestos callejeros provisorios y desalojar a los vendedores ambulantes de una región en Botshabelo central. El enfado de los alborotadores se dirigió [en] luego hacia los negocios de propiedad extranjera, y más de 13 negocios cuyos propietarios son bangladesíes, somalíes y etíopes fueron atacados y saqueados [eng]. En los días siguientes los saqueos se extendieron [en] a Thaba Nchu [en].
Shen Beilei, empleada china de una fábrica en Thaba Nchu, proporcionó su versión testimonial de los disturbios y los saqueos en Sina Weibo [zh].
Dichos disturbios [en] se están sucediendo con mayor frecuencia, debido al alto desempleo entre los sudafricanos. El índice oficial de desempleo en Sudáfrica fue superior al 25% [eng] en el primer trimestre de 2012.
El siguiente clip [en] publicado por SABC News [en] el 29 de junio expone la violencia y el saqueo en Botshabelo, que fue la plataforma de impulso para los ataques en Thaba Nchu:
La versión de Shen Beilei revela mucho sobre la vida de los inmigrantes chinos en Sudáfrica, y muestra cómo los estereotipos raciales se han reforzado a través de dichos conflictos con los sudafricanos. A continuación se leen las traducciones de sus microposteos del 3 de julio al 6 de julio (hora de Beijing):
3 de julio, 2012
南非自由州Free State Thaba Nchu发生骚乱,众多黑人从周日晚上就开始打砸抢烧中国人和印巴人商店,今天早上10点多开始有几十个人冲击我们工厂和附近工厂。经过我们抵抗黑人没有得逞。隔壁印度人开的家具厂因为缺少警卫已经被半空。黑人town上我们的中国人客户开的店,昨夜已经被抢空。
Un disturbio se desató en Thaba Nchu, estado libre. Numerosas personas de color comenzaron a atacar tiendas chinas, indias y paquistaníes el domingo a la noche. Esta mañana (2 de julio) alrededor de las 10am, un par de decenas de personas comenzaron a atacar nuestra fábrica y otras fábricas del distrito. Los enfrentamos y las personas de color desistieron. Pero la fábrica india de al lado ha sido asaltada debido a que no tienen la seguridad suficiente. Anoche, en el pueblo negro, todas nuestras tiendas de clientes chinos fueron saqueadas por completo.
Los disturbios no han cesado aún. La fuerza policial no puede controlar la situación. Se dice que algunas tiendas chinas, indias y paquistaníes han sido incendiadas, y que solo ha acudido un vehículo policial. El campus de la fábrica es demasiado grande. Los trabajadores se han dividido en varios grupos para custodiar la fábrica. Alguien intentó incendiar el lugar. Ahora todas las mujeres y los niños se han retirado al centro de Bloemfontein, mientras que los hombres se han quedado para custodiar la fábrica junto al personal de seguridad y la policía.
Los disturbios está encabezados por algunas personas de color. La mayoría de los alborotadores son del distrito negro, quienes se unieron a los disturbios para asaltar las tiendas. Son una reacción a la política de la municipalidad de tomar medidas enérgicas contra los vendedores ambulantes, y las personas de color culpan a las tiendas chinas, indias y paquistaníes por ello. Los disturbios luego se extendieron al distrito de la fábrica. Me pregunto cuándo el Gobierno sudafricano estará en condiciones de tomar el control de la situación. Cuando me retiré con mi familia y colegas, ví un vehículo de grandes dimensiones de la policía averiado en la carretera. Hasta el momento los alborotadores no poseen armas.
Espero encontrar a alguien que nos ayude, por favor republiquen mis mensajes. El Consulado chino no nos ha respondido todavía. Solo podemos defendernos nosotros mismos y la situación no luce bien. Una gran cantidad de personas de color todavía está ocupando la ciudad. Son alrededor de las 11pm hora de Sudáfrica.
Ahora hay seguridad y policía armada en el campus de la fábrica. Los alborotadores están armados solamente con barras de hierro y piedras. Han conseguido irrumpir y robar unas pocas cosas, nos tomaron por sorpresa y no estábamos preparados. Más tarde vino un auto de la policía y nos organizamos para defendernos nosotros mismos. Espero que la situación mejore.
Por la mañana, escuchamos ruidos y pensamos que era solo un conflicto laboral. Cuando salí me di cuenta de que era algo mucho más grave. Los intrusos tenían barras de hierro en sus manos y golpeaban a todos los chinos que encontraban en el camino. A mí me atraparon primero. Debido a que todo el personal de la oficina es femenino, le arrojé la llave a una de mis colegas y le pedí que cerrara la puerta. Los alborotadores me amenazaron con ladrillos y me ordenaron que abriera la puerta del campus de la tienda. También rompieron la ventana de la oficina; el vidrio hirió a una colega que estaba parada cerca de la ventana para ver lo que me estaba sucediendo.
Como me preocupaba que los saqueadores irrumpieran en la oficina, le pedí a mi colega que me diera la llave de la tienda, y abrí la puerta. Me arastraron hacia la tienda y me preguntaron dónde podían encontrar dinero. Les respondí que solo era un negocio de refrigerios y que no había dinero. Tomaron unas bolsas grandes para recolectar los artículos más costosos,como cigarrillos. Luego escucharon el sonido de la sirena de la policía y huyeron.
Ahora han llegado otros cuatro vehículos antidisturbios de la policía. El dueño de la fábrica de muebles de al lado ha regresado, y nos pidió prestado nuestro montacargas para mover los bienes que le quedaron. Nuestra fábrica permanece segura. Hemos obtenido permiso de la policía de disparar para defendernos de los alborotadores de color. La policía y la seguridad están armados y ahora nos podemos defender.
Respuesta para @只争昭羲: La razón por la que la fábrica de al lado fue saqueada es porque ellos no tenían su propia defensa. Nosotros seguimos defendiéndonos y hemos logrado controlar la situación. No podemos rendirnos ya que no tenemos adónde ir. Es mejor pelear juntos. Ayer contactamos al Consulado chino, pero todavía no nos han devuelto el llamado. También hemos contactado a la Asociación Empresarial de Shangai. No podemos rendirnos ahora. Compraremos más pistolas (modificadas) de paintball.
Respuesta para @只争昭羲 Tenemos cañones de agua de alta presión en el campus, y también extinguidores de fuego. La razón por la que no nos damos por vencidos es porque los alborotadores no están armados. Si estuvieran armados, definitivamente nos retiraríamos. Como la fábrica es tan grande, si no la defendemos, tememos que la gente de color se acostumbre a saquearnos.
Planifiqué volver a la fábrica hoy, pero recibí una llamada en el camino. Un colega de color escuchó que los alborotadores podrían provocar hoy otro ataque de saqueos. Pero hasta ahora no hay signos de ello. Hay oficiales de la policía afuera de la fábrica y el personal de seguridad local y los trabajadores chinos están haciendo turnos día y noche para proteger la fábrica. Tengo planeado ir a la fábrica mañana.
周一的南非新闻说本地警方抓了150多个犯罪嫌疑人,同事说目前抓了300多人
El lunes (2 de julio), la prensa local en Sudáfrica dijo que la policía había arrestado a más de 150 sospechosos, pero mi colega me contó que habían sido arrestados más de 300.
Ayer, un amigo que trabaja en un restaurante chino en Bloemfontein escuchó de un empresario de Fujian que el lunes en la noche otro empresario de Fujian disparó para advertirles a los alborotadores que se alejaran de su tienda; no hirió a nadie, pero fue arrestado por la policía. Me siento tan frustrado por las noticias y me pregunto si el Consulado chino tomará cartas en el asunto.
Hoy volvimos a la fábrica. Caundo atravesé el distrito negro, y ví a las personas de color repartidas aquí y alla sentí que realmente parecían criminales. Hay tantos rumores, pero aún así sentí que la vuelta a casa era pacífica. La puerta rota de la oficina ha sido arreglada con una plancha de hierro. Nos reunimos a la hora de la cena y comenzamos a aprender cómo usar las pistolas (modificadas) de paintball y las armas de aire comprimido. Realmente quiero aprender a disparar un arma.
Global Voices tiene el respaldo de la labor de nuestros colaboradores voluntarios, fundaciones, donantes y servicios relacionados con nuestra misión. Para mayor información, por favor, lee nuestra ética de recaudación de fondos.
Un agradecimiento especial a nuestros muchos auspiciadores.