A principios de julio, una mujer afgana fue ejecutada [en] públicamente en un pequeño pueblo en la provincia de Parwan, aproximadamente a una hora en auto de la capital Kabul. Según se informó, la mujer de 22 años murió luego que dos hombres, quienes decían haber tenido alguna relación con ella, la acusaron de adulterio. Un video [en] amateur [atención: gráfico] de la ejecución, obtenido por Reuters, muestra a un hombre de edad en turbante recitando versos del Corán y declarando [en]: “No la podemos perdonar, Dios nos manda terminar con ella. Juma Khan, su marido, tiene derecho a matarla”. Luego, le disparan a quemarropa a la mujer, en burka, mientras que unos 150 hombres con barba presencian la ejecución, vitorean su muerte y gritan, “Dios es Grande”, “Viva mujahideen” [término que los talibanes usan para llamarse a sí mismos].
Funcionarios del gobierno afgano acusaron a los talibanes de la ejecución. Cuando el movimiento fundamentalista estuvo en el poder de 1996 – 2001, las ejecuciones públicas por adúlterio eran comunes en el país. Sin embargo, los talibanes han negado [en] su participación en este asesinato.
La ejecución de la mujer desató [en] una protesta internacional. En Afganistán, el presidente Hamid Karzai condenó [en] el asesinato como “inhumano y anti islámico” y ordenó a la policía encontrar a los culpables y llevarlos ante la justicia. La parlamentaria afgana Fawzia Koofi dijo [en] después de ver el video:
Después de diez años (de invasión extranjera) y a sólo unos cuantos kilómetros de Kabul… ¿cómo pudo haber pasado esto en frente de toda esta gente? Esto empeora la situación y es un gran retroceso.
Frogh Wazhma, especialista afgana en género y desarrollo y activista en derechos humanos, escribió [fa] en su Twitter el 9 de julio:
وقت اینست که ما زنان نیز به تهدیدی مسلحانه تبدیل شویم.حادثه پروان نشانه دیگر از منافقت اجتماعی ماست -کسی در آن جمع در مقابل ظلم ایستاده نشد
La indignación causada por el asesinato ha hecho que se centre la atención sobre la situación de las mujeres y niñas en Afganistán. Dilawar Sherzai, del Daily Outlook Afganistán, explica [en]:
La estructura social afgana ha estado fuertemente dominada por el extremismo religioso y el nepotismo tribal. Si bien estos factores han afectado a casi todo el mundo, las mujeres se han visto particularmente afectadas pues pertenecen al estrato más bajo de la sociedad. Muchas de las doctrinas religiosas auto planteadas y de las normas tribales están en contra de las mujeres y no respetan sus derechos básicos. Desafortunadamente, estas normas y doctrinas han llegado a la violencia y han torturado físicamente a las mujeres, más que todo en público. En nombre de la dignidad de la mujer, lo que han hecho es degradarla. El concepto de los llamados honor y dignidad tribales no ha podido ofrecer seguridad y respeto a las mujeres afganas.
Fuera de Afganistán, el video provocó la ira de mucha gente. En su carta del 10 de julio al National Post, el canadiense Laurent Joncas escribió [en]:
Tengo 65 años y lloré como un niño cuando leí acerca de la ejecución de una joven en Afganistán. La idea de su muerte espantosa y solitaria me asaltará para siempre. Me siento triste porque el mundo nada pudo hacer por ella. No estoy seguro que ayudar a Afganistán dándole $250 millones vaya a detener esto. Deseo que los musulmanes del mundo entero clamen por justicia contra los talibanes. Lo justo es que ahora esta mujer está en el cielo y que sus asesinos sufrirán en el infierno por toda la eternidad, junto con los 150 hombres que vitorearon su ejecución. ¿Cómo es posible que esto haya sido la voluntad de Allah, si él es toda misericordia y amor?
El video del asesinato también llevó [en] a que decenas de mujeres afganas y algunos hombres protestaran en las calles de Kabul el 11 de julio. Condenaron la ejecución e hicieron un llamamiento al gobierno para que hiciera más por proteger los derechos de las mujeres de ese país. También gritaron “¡muerte a los hombres que asesinaron a nuestra hermana!”
La protesta fue liderada por Mumtaz Bibi [en], una joven afgana de 16 años, quien sufrió un ataque con ácido para callos. Marchó junto con Sahar Gul [en], una joven de 15 años cuyo caso despertó indignación en todo el mundo luego que fuera rescatada de su marido y sus familiares, quienes la privaron de comida y la torturaron para obligarla a entrar a la prostitución. Sima Samar, nominada al premio Nobel y presidenta de la Comisión Afgana Independiente de Derechos Humanos [en], también se unió a la protesta en Kabul.
Algunos han utilizado la ejecución como una oportunidad para criticar a las naciones occidentales por no haber sido capaces de resolver muchos de los problemas en Afganistán a pesar de haber intervenido en el país en 2001. El 12 de julio, el corresponsal de Euronews Mustafa Bag escribió en su Twitter [en]:
La ejecución pública de una mujer afgana demuestra lo poco que la Europa civilizada ha logrado en diez años de ocupación en Afganistán.
1 comentario
LA MUJER Q YO VEO EN VIDEO TIENE COMO 20-22 AÑOS Y RODEADA POR MAS DE 25 HOMBRES ARMADOS. NO SE VE NINGUNA MUJER…UN TALIBAN LA DETIENE Y EMPIEZA A RECLAMAR…NO CANTA EL CORAN..LUEGO DE LA ARENGA LARGA LA OBLIGA A HINCARSE Y UN TALIBAN Q ESTA A LA ESPALDA DE LA MUJER C SU REVOLVER (parece Luger) LE INFRINGE UN TIRO, SOLO UNO EN LA REGION OCCIPITAL. A NADIE SE OBSERVA CELEBRAR.
POR FAVOR NO TERGIVERSEN LA NOTICIA