El baile es una de las de las manifestaciones artísticas más antiguas. Sin embargo, es también una de las más perecederas. Un baile no existe a menos que haya alguien bailándolo; una vez acaba, no queda rastro de él. Ese aspecto del baile es lo que hace la labor de personas como Heriberto Castro tan importante en el esfuerzo por sostener el quehacer cultural y artístico de un país. Gracias a personas como él, un baile hecho en un momento y lugar determinados se logra capturar de forma tangible para la posteridad.
Heriberto Castro es un fotógrafo que le fascinan las posibilidades de movimiento que tiene el cuerpo humano. Al hablar con él, pude apreciar un entusiasmo tan efervescente por lo que hace, que me pareció estar hablando con una de esas personas afortunadas que no han perdido la capacidad de maravillarse tan propia de niños y que de alguna manera tendemos a echar a un lado muy fácilmente. Él se reunió conmigo para hablar un poco sobre su blog, En la punta del pie, dedicado al mundo de la danza.
GV: ¿Cómo surge el espacio?
Heriberto Castro (HC): Viene originalmente de mi necesidad de cubrir baile. Fascinado por la estética de los cuerpos en movimiento desplazándose en un espacio. Luego el qué hacer con las imágenes me mueve a escribir, pues el quehacer cultural está dominado por otras disciplinas. Comencé a escribir de baile en Claridad en el '93. Era una forma de ver mis imágenes publicadas y a la vez honrar a los artistas del movimiento y darme a conocer como fotógrafo.
GV: Acerca del nombre del blog, ¿eso es un juego de palabras? ¿Viene de la expresión «en la punta de la lengua»?
HC: Viene, precisamente, de la plena «En la punta del pie». Es una plena de Puerto Rico, tiene que ver con baile y la idea es que estás abarcando diferentes géneros. […] Así surge el espacio e inmediatamente que empiezo a escribir, vi la acogida, por la necesidad de la documentación.
GV: Además de fotos, tu blog tiene unos artículos excelentes sobre las actividades que fotografías. ¿Has tenido alguna formación en baile?
HC: No, no tengo formación académica en baile. Sin embargo comencé a fotografiar baile a finales de los ‘70 para la época de los juegos panamericanos del ‘79, produciendo varios viajes a Rincón para capturar fotos de los ensayos de COPANI [Comité Organizador Panamericanos Instrucción Pública]. Estas imágenes provocaron la cobertura de bailes folklóricos de forma tal que la compañía Gíbaro de Puerto Rico me lleva a documentarlos en una de sus participaciones a un Festival de Bailes Folklóricos en España por espacio de un mes. Aquí no solo documenté a Puerto Rico, sino a diferentes países y regiones de España.
Esta diversidad cultural me lleva a sumergirme en la lectura de baile. Provocando el querer saber de otras modalidades, géneros, hasta su historia, llego a lo contemporáneo, lo cuál me apasiona continuando en su documentación. Esto logró que varias compañías me comisionaran para retratarlos. No son los géneros, sino cuando descubres los procesos que pasa el bailarín para interpretar a un coreógrafo, o en lo contemporáneo cuando lanzan propuestas a través del baile, o improvisaciones estructuradas para que el espectador piense y reflexione lo que me cautiva a escribir hoy en día.
GV: Cuando leí el blog, me pareció genial porque habían unos artículos ahí que me hicieron pensar «Esto debería estar en un periódico». Porque ahora mismo no hay este tipo de cobertura en los periódicos, en donde se haga un comentario más profundo sobre las actividades culturales.
HC: Antes lo había; lamentablemente, se ha ido perdiendo.
GV: ¿Qué quisieras lograr con el blog?
HC: Mi intención con el blog, cuando lo hice, […] era simplemente documentar y de alguna manera aglutinar la comunidad de baile. En estos momentos deseo se convierta en una revista que contenga la historia y el acontecer del baile en Puerto Rico, incluyendo los intercambios culturales con otros países y sentir haber contribuido con el quehacer cultural de mi patria. De alguna forma he tenido feedback de muchos bailarines que agradecen la cobertura que he logrado, porque ellos a veces no tienen tiempo de ver algunas funciones por ensayos y esto me satisface.
GV: ¿Cómo te gustaría que se desarrollara el blog en el futuro?
HC: A mí me gustaría en el futuro poder cubrir funciones de danza, movimiento en todas las comunidades donde hayan puertorriqueños, en Nueva York, California… Eso me encantaría, poder hacer eso, expandirme a esa zona y con la cobertura servir de puente a la comunidad de baile en Puerto Rico […] Es increíble, porque, igual que en teatro: hay gente de teatro en Nueva York y se conocen, pero ¿qué está haciendo cada cual? Porque estamos aparte, nadie sabe; y lo mismo en baile.
GV: ¿Utilizas alguna otra plataforma en Internet para dar a conocer el blog?
HC: Lo estoy haciendo a través de Facebook, cuando me encuentro con gente de baile fuera de Puerto Rico, que son hispanos, o que veo que son puertorriqueños, les envío el blog. De esta forma mucha gente de allá lo han estado siguiendo. Pero muchos de ellos no sé si son puertorriqueños o no; algunos sí sé que lo son. […] Ya hice la página en YouTube para vídeos y en estos días tengo que hacer la de Facebook. Y qué interesante, ¿verdad? que ahora hay esos medios, que podemos hacer esto. […] Lo más interesante para mí ha sido también conectarme con compañías de baile, que tú dices «Esa gente no me van a responder a mí» […] y te responden, y se hacen miembros del blog y tú dices «¡Ea, diache! ¡Qué chévere!» Porque, volvemos, el Internet se está convirtiendo realmente en un medio importante para todo el mundo que tiene un espacio, y eso ha sido chévere porque de la manera más sencilla nos comunicamos con gente de forma insospechada. Qué yo iba a pensar que me iba a comunicar con la primera bailarina de tal compañía; no hay manera de llegar a ella. Sin embargo a través de Facebook, tú te comunicas, le mandas el site, ella te responde agradecida. […] Y cuando vienes a ver, se abre una puerta.
GV: ¿Qué influencia ha tenido la Internet en el mundo del fotoperiodismo?
HC: Facilita la propagación del trabajo que uno hace y no está sujeto a la representación por un medio en particular. Su resultado lo ves cuando tú llamas, y saben quién eres y lo que estas haciendo. Tu trabajo te sostiene. Personalmente, estoy comprometido con mis lectores y seguidores presentando un trabajo con honestidad basado en mis vivencias y documentar la labor de los artistas sin pretensiones. Esto me obliga a continuar educándome.
GV: ¿Por qué fotografiar el mundo del baile en Puerto Rico? ¿Qué fue lo que te atrajo de ese mundo?
HC: Es que realmente el fotógrafo es visual; y como todas las artes visuales ocurre un proceso, igual que el artista plástico, el escultor, el bailarín… existe un sentimiento que te hace trazar una línea, esculpir con cierta fuerza, exigir un desplazamiento de tu cuerpo en un espacio y mi proceso de determinar en qué momento capto una imagen, qué luz enciende mi estética, y es aquí dónde me conecto con el baile. Por eso a pesar de formas distintas, hay una conexión. Uno visualmente responde a unas líneas, a unos diseños. […] El interés siempre en fotografía, de cierta manera, el mayor interés es la parte humana, lo que me dice tal o cual cosa del otro, y tú lo quieres tener ahí en una foto. Qué pasa: en baile hay líneas, hay diseño, hay… una energía, un qué se yo, cuando alguien viene y hace una extensión con el pie y la falda hace ¡shhhhm! y crea un visual, dices «¡Wow!», es una cosa como «¡Wow!» Y qué pasa: el visual, a nivel de ojo, que tú lo estás mirando, pasa bien rápido, pero si tú lo detienes y tú ves exactamente ahí, ¡pap! la forma y la línea. Y tan pronto tú lo tienes ahí paralizado, y lo ves en una imagen, ¡pap! te comunica algo. […] Algunas coreografías corresponden a lo que está pasando en la actualidad.
Usualmente en mi opinión, hay coreógrafos que están más conectados que otros. […] El coreógrafo tiene la intención de llevar un mensaje contemporáneo con lo que está pasando en la actualidad o con sus procesos. Yo creo que todo el que está en las artes, Dios, el Universo, dentro de todo esto hay una conexión. Esta fuerza sirve para que la civilización evolucione. Cuando detengo ese instante, en ese momento me conecto con el que baila y con el que coreografía y mi imagen representa esa conexión, y aquí siento, todos evolucionamos.
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