El movimiento Occupy Guyana [en] se inició el 15 de agosto [en] como respuesta a los tiroteos en Linden del 18 de julio, que tuvieron como resultado 3 personas muertas y 20 heridos luego que la policía disparara contra la multitud de manifestantes (que protestaba contra el incremento de las tarifas eléctricas [en]) que habrían bloqueado el puente Wismar.
El espacio ocupado, conocido como el «Parlamento Popular» [en] está en Georgetown, la capital de Guyana, en High Street entre las calles Brickdam y Hadfield [en]. Global Voices conversó con la activista Sherlina Nageer para saber más acerca de la formación [en] de Occupy Guyana, la reacción que ha tenido de las autoridades y su futuro.
Global Voices (GV): Occupy Guyana se armó con un claro sentido de solidaridad con el movimiento en Linden, pero ¿cuál fue el momento definido cuando se decidió llevarlo a las calles?
Sherlina Nageer (SN): Guyaneses preocupados salieron a las calles de Georgetown inmediatamente después del tiroteo a los pacíficos manifestantes en Linden. El 19 de julio, al día siguiente del incidente, se organizó un piquete frente a la sede central de la policía y docenas de personas concurrieron para dejar constancia de su indignación y solidaridad. Los piquetes y la vigilia continuaron durante semanas posteriormente. La decisión de ocupar un espacio público se propuso después que el presidente Ramotar llamara a un regreso a la ‘normalidad’ y a ‘los asuntos como siempre’, aunque desdeñó visitar Linden o reunirse con las familias de los muertos y heridos, y el Parlamento siguió con su receso habitual de dos meses. Escogimos ocupar este espacio público como un deliberado acto de desafío y rechazo a este entendimiento de ‘normalidad’ que valora el dinero y los intereses de negocios por encima de la vida de las personas y sus derechos humanos. Para nosotros, eso es profundamente anormal y nos negamos a seguir con nuestra vida ‘como si fuera normal’ mientras esta percepción persista.
GV: ¿Hasta qué punto están inspirados por otros movimientos Occupy? ¿Buscan imitarlos?
SN: Quien más nos inspiró fue la gente de Linden. Una de sus estrategias clave fue ocupar las calles de sus comunidades. Han estado protestando por la propuesta de alza de electricidad desde abril, pero recién decidieron salir a las calles en julio (cuando un grupo de mujeres decidieron bloquear el puente Wismar/McKensie; [en]), lo que atrajo la letal respuesta del Estado. Nuestra decisión de ocupar un espacio público en Georgetown buscaba emular la protesta pacífica de los habitantes de Linden mientras hacíamos algo diferente de las habituales acciones de protesta de piquetes y vigilia. Definitivamente, el ejemplo de Occupy Wall Street nos dio inspiración, pero indirectamente.
GV: ¿Qué conexión, si es que existe, tienen con otros movimientos Occupy del mundo?
SN: No tenemos vínculo formal con ninguno de los otros movimientos Occupy del mundo. Conocemos su existencia y sus logros, pero no estamos en contacto directo.
GV: ¿Cuánta asistencia han tenido estas reuniones? ¿Hay amplia participación de diversos grupos en Guyana?
SN: La asistencia a las reuniones de Occupy Guyana ha variado en las últimas dos semanas que ha existido la ocupación. Había cerca de 70 personas en nuestro lanzamiento, y docenas se nos unen cada semana – algunos simplemente vienen por un periodo corto y otros durante periodos más extensos. En mi opinión, sin embargo, lo más significativo no son tanto los números totales, sino la calidad de las interacciones. Occupy Guyana ha reunido a personas de una amplia gama de entornos – desde abogados y académicos, asesores y personas sin hogar, jóvenes desempleados, hombres de negocios, vendedores de mercado, trabajadores domésticos, estudiantes, trabajadores sexuales, gays, religiosos, ateos, activistas – para que se reúnan y conversen, y también coman, duerman y planeen… algo que casi nunca ocurre en nuestra sociedad estratificada (aunque no nos ha ‘respaldado’ ningún ‘grupo’ desde que existimos). La naturaleza sostenida de nuestra interacción ha significado que las relaciones entre estos diferentes grupos se han podido profundizar y hacerse más y más significativas y eso, en mi opinión, es el comienzo de la verdadera revolución.
GV: ¿Qué nivel de acoso por parte de las autoridades han enfrentado?
SN: Menos de 24 horas después de haber armado nuestras carpas en el parque, llegaron las autoridades y empezaron a hostigarnos. Nos dijeron que como no teníamos pemiso para armar carpas, las iban a derribar. Aunque nadie nos pudo decir claramente a qué entidad debíamos solicitar permiso. Cuando preguntamos a la policía con qué autoridad hacían esto, nos amenazaron con arrestarnos (aunque no pudieron decirnos cuál era el delito). Desarmaron nuestras carpas y se las llevaron. Pero nos las regresaron luego de la intervención de un abogado amigo nuestro, y hemos empezado a usarlas de nuevo (durante periodos limitados, casi siempre de noche). Sin embargo, una vez las dejamos de día durante varios días (para tener sombra), la policía regresó y se llevó la tela del techo. También trataron de que desarmáramos la sombrilla de playa que habíamos armado. Sabemos que están tratando de complicarnos la vida para que nos cansemos y empaquemos para regresar a casa. Pero con carpa o sin carpa, seguimos comprometidos. Y hace poco recibimos una donación de tres nuevas sombrillas de patio que están ayudando mucho a protegernos de los elementos.
GV: ¿Qué es exactamente la Amenaza Roja y cuál es su nivel de participación, en Occupy Guyana y más ampliamente en la vida política del país?
SN: Amenaza Roja (y sus redes) es un colectivo en su mayoría de mujeres de razas diferentes, cuyas acciones tratan de la necesidad de combatir las desiguales relaciones de poder en Guyana. Parte de la huelga de Mujeres Globales, cuya perspectiva se explica en su lema ‘Invierte en cuidar, no en matar’, y su punto de partida es siempre el trabajo no remunerado de mujeres de base en el hogar y la comunidad. Ofrece servicios directos en base a la autoayuda (su propia defensa es capacitar a las mujeres que vienen a recibir la ayuda) y campañas en diversos temas que se relacionan con mujeres y niños -desde violencia doméstica y sexual, derechos sexuales y de salud reproductiva a la necesidad de un ingreso para vivir – Amenaza Roja ofrece un análisis de género muy necesario de los asuntos en la esfera política guyanesa. Los miembros de Amenaza Roja estuvieron entre los iniciadores de Occupy Guyana, pero esta acción no es propiedad de Amenaza Roja , como algunos medios de la escena local parecen creer.
GV: ¿Qué posibilidades de crecimiento tiene Occupy Guyana? ¿Cuánto tiempo puede sostenerse?
SN: Eso está por verse. Las posibilidades son grandiosas.
GV: ¿Cuál es la estructura organizacional de Occupy Guyana? ¿Hasta qué punto hay un liderazgo definido?
SN: Hay reconocimiento y respeto dado a los iniciadores de Occupy Guyana, pero nos dirigimos a la toma colectiva de decisiones y de dirigencia.
GV: ¿Ves a Occupy Guyana cambiando a una fuerza política? ¿Qué hay de las posibilidades de ser invitados por otro partido existente?
SN: Como todo lo que hacemos es político, Occupy Guyana ya es una fuerza política. Aunque es claramente no partidario, y está más interesado en trabajar fuera que dentro de política partidaria. Sin embargo, como es una agrupación de diferentes personas, algunas de las cuales tienen afiliación partidaría, se sigue discutiendo cómo participamos con los partidos políticos. Esperamos interrogar con mayor profundidad qué está pasando con la noción de poder, el significado de liderazgo y el proceso de gobernabilidad.