En mayo de este año, la ciudad de Zamora se convirtió en la primera de España en imponer a la Iglesia católica el pago del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). Con esta medida, el gobierno local de la ciudad intenta paliar el déficit que afecta a tantos ayuntamientos españoles.

Las redes sociales recogían todo tipo de informaciones y comentarios. La gente se indignaba al descubrir que la Iglesia, que posee el mayor patrimonio del país, no paga todos los impuestos que corresponden a dicho patrimonio.

@piluquita: ¿Alguien podría calcular cuántas mamografías podrían hacerse con la recaudación de la iglesia si pagara el IBI?

@Tweets_Platino: Rajoy en mayo:»Con los 3000 mill.del IBI de la iglesia no solucionaríamos nada» Junio: el gobierno quita MEDICAMENTOS que ahorrarán 440.

La Conferencia Episcopal Española se defiende de las acusaciones. En su web, un artículo de Isidro Catela explica varias cuestiones:

Cartel de la campaña de Izquierda Unida para que la iglesia pague el IBI.

¿La Iglesia no paga el IBI?

Es falso. La Iglesia paga el IBI de todos los inmuebles que no estén exentos por ley.

¿La Iglesia no paga tasas municipales?

Sí las paga (basuras, vados de garajes, etc.). No hay ninguna exención prevista en la Ley sobre el pago de estas tasas.

¿Quién miente? En realidad, todos y nadie. Es el típico caso de información manipulada en el que todo el mundo «arrima el ascua a su sardina».

Hay una serie de edificios que están exentos de pagar el Impuesto de Bienes Inmuebles. En el caso de la Iglesia, los acuerdos con la Santa Sede eximen del IBI a edificios dedicados a la labor intrínseca de la iglesia (pastoral, educativa, administrativa, hospitalaria, asistencial…). La Ley de Mecenazgo exime de pagar el IBI a los edificios propiedad de entidades sin fines lucrativos, excepto los que tienen una actividad económica sometida a otros impuestos. Si tomamos como ejemplo la nueva norma del ayuntamiento de Zamora, el artículo de elEconomista.es nos ayuda a entender las diferencias:

Imagen de la página de Facebook «Estado del Malestar Madrid»

(…) los edificios incluidos en el Acuerdo con la Santa Sede (…) y la Ley de Mecenazgo (…) seguirán sin pagar este impuesto.

No obstante, reconocen se ha actualizado el listado de estos edificios, con lo cual muchos se han sacado de la lista y tendrán que pagarlo. Así ha ocurrido con el Museo Catedralicio, anexo a la Catedral. Mientras ésta última seguirá sin pagarlo, el otro edificio ha comenzado a tributar al generar actividad económica.

En cuanto a las tasas municipales, el mismo artículo aclara:

Desde el Ayuntamiento se explicó a elEconomista que en realidad el cobro de las tasas de basura se debe a que antes se cobraba en el mismo recibo del IBI y ahora, al sacarlo y girarlo aparte como han hecho otros ayuntamientos españoles, los edificios eclesiales que generen desperdicio tendrán que pagarlo.

En resumen, parece ser que la Iglesia católica ha estado «escamoteando» el pago el IBI y las tasas municipales de algunos inmuebles. Quizá no sea mucho dinero, pero en momentos tan delicados para la economía, cuando a las familias españolas se les exige un esfuerzo que empieza a ser casi sobrehumano, no estaría de más que la Iglesia católica diera ejemplo y contribuyera lo que le corresponde en lugar de dedicar tanto esfuerzo a justificar sus escaqueos fiscales.

Porque, con cierto tufillo amenazador, dice Isidro Catela en la web de la Conferencia Episcopal que hemos mencionado:

La Iglesia va a seguir cumpliendo su misión con los medios de que disponga. Lógicamente, si se dispusiera de menos recursos, las actividades podrían verse mermadas, pero con más o con menos medios, la Iglesia va a seguir haciendo mucho por tantos que todavía necesitan tanto.

Y la web Iglesia navarra remacha:

Si la ley dice que la Iglesia debe pagar el IBI lógicamente se someterá a la ley (…). Es obvio que el pago de este impuesto disminuirá los recursos de la Iglesia para atender a otras necesidades. (…)

En realidad, la Iglesia católica canaliza la mayor parte de su actividad humanitaria a través de Cáritas. Esta organización hace un inusual ejercicio de transparencia y publica en su web exhaustivas memorias financieras de los últimos años, poniéndolas a disposición de quien desee consultarlas, de forma que podemos conocer las cifras reales, independientemente de las opiniones de defensores y detractores. Así podemos constatar que solo una pequeñísima parte de los fondos totales que maneja Cáritas proviene de la iglesia como institución en forma de aportaciones del Fondo Interdiocesano y de organismos diocesanos

En la memoria de 2010, no aparecen donaciones específicas de estas instituciones, sea porque se han incluido en otro apartado o porque sencillamente, no las ha habido.

En cualquier caso, vistas estas cifras, no parece que Cáritas tenga mucho por lo que preocuparse si los ayuntamientos españoles deciden obligar a la Iglesia a cumplir con sus obligaciones fiscales.

Hay que señalar que en febrero de este año, el gobierno italiano aprobó la aplicación de un impuesto similar al IBI a los inmuebles propiedad de la iglesia que no se utilizan con fines religiosos para adaptar su legislación a la normativa europea sobre ayudas estatales, y así evitar una posible multa de la Comisión. Varios europarlamentarios españoles pidieron en mayo a la Comisión Europea que aclare si las exenciones de la iglesia en España son incompatibles con las normas del mercado interior de la UE.