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Rusia: Leyendo al genio en las metidas de pata de Putin

Categorías: Europa Central y del Este, Rusia, Medios ciudadanos, Periodismo y medios, Política, Protesta, RuNet Echo

Una de las cosas más asombrosas acerca de Vladimir Putin, además de su afinidad por los despliegues de machismo, es el grado de matizado planeamiento estratégico multidimensional al estilo de ajedrez que opositores y simpatizantes le atribuyen a él y a su equipo.

Tomemos el caso de Pussy Riot. Una de las metáforas comunes es que Putin perdió credibilidad y prestigio internacional durante el juicio, tal vez inclinándose ante la presión de la Iglesia Ortodoxa en detrimento de su propia reputación. No obstante, varios conocidos intelectuales de oposición han propuesta una teoría diferente, y explican el severo veredicto y la consiguiente protesta pública como un golpe singular para Putin.

[1]

Vladimir Putin en la Reunión del Foro Económico Mundial en Davos, 28 de enero de 2009. Foto de Remy Steinegger, CC BY-SA 2.0.

En su blog, Eduard Limonov, líder de Otra Rusia, especuló que procesar a Pussy Riot y concentrar la atención pública sobre el caso en realidad permitía a Putin fracturar más el movimiento de oposición. Según él [2] [ru]:

[Pussy Riot] принесли исключительно вред, — разделили общество, взвинтили страсти, отвлекли гражданское общество от борьбы с властью, разделили его и вовлекли две разделенные части в борьбу друг с другом. […] Светское общество может и консолидировалось, но традиционный народ попроще опять оттолкнули истерикой […] В конечном итоге выиграла все-таки власть.

[Pussy Riot] exclusivamente causó perjuicio — dividió a la sociedad, incitó pasiones, distrajo a la sociedad civil de la lucha contra el gobierno, lo dividió en dos e hizo que los dos lados se pelearan entre sí. […] La parte secular de la sociedad quizá se consolidó, pero ahuyentamos de nuevo al pueblo tradicional, más simple con histeria. […] Al final, ganó el gobierno.

Vladimir Milov, líder de DemVybor, otro partido de oposición, expresó una opinión similar [3] [ru] en su blog:

Чем жестче власть обращается с Pussy [Riot], тем сильнее визжит и беснуется интеллигенция и «креативный класс», проклинает церковь, обзывает последними словами всех православных подряд. […] Тем больше поводов для власти сказать засомневавшимся избирателям: видите, ребята, на смену нам хотят прийти безбожники, ненавидящие православие, у которых главные герои и кумиры – срамные девки, сплясавшие в храме. […] Рядовой избиратель посмотрит на такое и скажет: ой, нет, не надо нам таких икон и действующих лиц, лучше уж мы по старому. Кто бы ни был инициатором этой «идеальной провокации» в храме, власть ее эксплуатирует в свою пользу на 150% […] заставляет соперника делать невыгодные для него шаги.

Cuanto más duro trate el gobierno a Pussy [Riot], la intelligentsia y la «clase creativa» gritarán y rabiarán más, insultando a la Iglesia, usando sobrenombres desagradables para todo los ortodoxo. […] Más razón todavía para que el gobierno le diga a los electores dudosos: vean ustedes, los que nos quieren reemplazar son impíos odiadores del Cristianismo Ortodoxo. Sus principales héroes e ídolos son chicas desvergonzadas, que bailaron en el templo. […] El elector promedio mirará esto y dirá: «Oh, no, no necesitamos esos íconos y personajes. Mejor nos quedamos con lo que tenemos». No importa a quién se le ocurrió esta «provocación ideal» en el templo, el gobierno la explota 150% a su favor […], y hace que su oponente de pasos desfavorables.

Lyudmila Alexeeva, jefa del Grupo Moscú Helsinki (que recientemente retomó el blogueo tras una pausa de un año), también parece pensar [4] [ru] que el espectáculo del juicio era para distraer:

У меня стойкое впечатление, что история с «Пусси Райот» вызвала огромный отклик в самых разных СМИ не только потому, что многие (и я в том числе) были действительно возмущены преследованием этих девушек, но на общественное возмущение наложилось и сознательное раздувание ажиотажа вокруг этого дела сверху. Для чего? Для того, чтобы мы поменьше думали о судьбе арестованных участников митинга 6 мая. А ведь этот готовящийся судебный процесс будет неизмерим по масштабам с судилищем над девочками из «Пусси Райот».

Tengo la fuerte impresión de que la historia de «Pussy Riot» provocó una enorme respuesta en una serie de medios, no solamente porque muchas personas (yo incluida) estaban molestas por la persecución a las chicas, sino porque junto con la indignación pública había una deliberada ventilación del tumulto, que vino de arriba. ¿Para qué? Con la finalidad de hacernos pensar menos en el destino de los manifestados arrestados en las protestas del 6 de mayo. Este juicio que se viene será incomensurable en alcance comparado con el juicio a las chicas de «Pussy Riot.»

[5]

Masha Gessen en el Foro de Democracia Personal, ciudad de Nueva York, 12 de junio de 2012. Foto de Sandira, CC BY-SA 2.0.

En una línea similar, los periodistas discuten si la reciente conversación de Putin con Masha Gessen, antigua editora de un diario geográfico y activista LGBT, fue o no parte de una campaña maestra de relaciones públicas. Gessen se negó a informar sobre el vuelo de Putin con grullas [6] [en], y luego fue despedida por el dueño del diario, presumiblemente por esta infracción. Luego Putin la invitó a una reunión privada, que Gessen después describió en un artículo periodístico [7] [ru]. Ese artículo, aunque notoriamente contrario a Putin, se las arregló en parte para retratarlo con una luz positiva como un estadista que se preocupa por la ecología, busca compromiso y no teme verse un poco tonto.

El periodista Alexander Timofeevsky cree que el artículo de Gessen fue provocado intencionalmente. Como es tan predecible, alega, se podía confiar que Gessen reaccionaría como reaccionó, cayendo directamente en la trampa [8] [ru]:

[Она] наорала по телефону на Путина, потом пришла на встречу походкою альфа-самца, потом написала про это текст, очевидно, прямой и честный, словом, проследовала по направлению, проложенному ей Администрацией: ать-два. […] Они ждали этого текста. И дождались его.

[Ella] le gritó a Putin por teléfono, llegó a la reunión pavoneándose como un macho alfa, y luego escribió la historia en lo que obviamente es un relato conservador y honesto. En una palabra, caminó por la línea que el gobierno trazó para ella: ¡uno, dos! […] Esperaban este texto. Y no los decepcionó.

Que Vladimir Putin y su personal sean o no ciertamente las mentes maestras sigue siendo un misterio. Tal vez es agradable pensar que las acciones del gobierno ruso –tan inepto como a veces parece ser– son parte de un plan mayor, más competente. Aunque muchos pueden discrepar con eso, esta gran visión claramente tiene su encanto para los críticos más abiertos de Putin.