Por lo general, los parlamentarios de Zambia, y el presidente, suben sus salarios y prestaciones, presentando un informe ante la Asamblea Nacional (aunque, de modo significativo, esto no se debate porque los miembros del Parlamento, que son los beneficiarios, dicen que no debaten sobre ellos mismos). De cualquier manera, estos aumentos normalmente aparecen en la prensa nacional.
Sin embargo, en marzo de este año, el salario del Presidente Michael Sata fue aumentado discretamente [en] casi un 100%, junto con el de los parlamentarios, un hecho que ningún medio informativo recogió hasta pasados tres meses, cuando Zambian Watchdog, un periódico de investigación, se percató de ello.
En una nación donde el sueldo medio anual de un funcionario no supera los 40 millones de kwacha (unos 6.000€), la casa de gobierno admitió el aumento del salario y las prestaciones pero negó que haya sido del 100% [en], sino del 58%. No obstante, poco tiempo después, el mismo periódico [en] sacó a la luz otro Instrumento reglamentario en el cual se aumentaba el salario del presidente.
Zambian Watchdog, que insistía en que el aumento fue casi del 100%, presentó el siguiente documento [en]:
El Instrumento reglamentario nº 17 de 2012 recoge que el presidente Michael Sata gana anualmente 327 millones de kwacha [casi 50.000€].
De acuerdo con el mismo Instrumento reglamentario firmado por el ministro de Hacienda Alexander Chikwanda, el presidente Sata también obtiene una prestación de 80 millones de kwacha.
El antiguo Presidente Rupiah Banda ganaba 164.120.016 kwacha por año.
La prestación de Rupiah Banda era de 59.494.734 kwacha por año.
El Vicepresidente Guy Scott gana 198 millones de kwacha.
La justificación del ministro de Hacienda, Alexander Chikwanda, acerca del segundo Instrumento reglamentario llamó la atención de los ciudadanos de la red. Chikwanda, el hombre que ejerce las funciones de la presidencia en ausencia del Presidente Sata, dijo a los críticos [en]:
Se ha montado un alboroto por nada porque el salario del presidente no es exagerado en comparación con el del director del Banco de Zambia y otros directores de empresas paraestatales como Zamtel y Zesco […] Hay una brecha de unos 80 a 100 millones de kwacha [sic] con lo que cobra el Presidente… El Presidente Sata no tiene nada que ver con el aumento del salario y cuando firmo un Instrumento reglamentario no lo hago porque el Presidente me haya obligado. Se lleva a cabo por una transferencia periódica de una comisión parlamentaria y es aprobado por el fiscal general antes que yo firme.
Chikwanda, a cuya empresa se le concedió de manera polémica un contrato [en] para renovar la residencia oficial antes que el Presidente Sata se mudara sin haber sido elegido, dijo con orgullo refiriéndose a uno de los líderes de la oposición [en]:
Algunos de los que estamos en el sector privado tenemos importantes empresas, y no esos juguetes de los que hablan, pero no nos quejamos. No estamos en el gobierno por el dinero. Estamos aquí para servir a la gente.
En respuesta al comentario de Chikwanda sobre el aumento del salario del presidente, el usuario Bob escribió [en] (la página web no tiene enlaces permanentes para comentarios personales):
¡Vaya tontería! El salario del presidente no se puede comparar con el de un director ejecutivo de una empresa financiera porque las diferencias son enormes. Por ejemplo, el director del Banco de Zambia tiene un doctorado mientras que el Presidente tiene el equivalente a la escuela primaria. Además, el director compra su comida en los supermercados Shoprite mientras que el Presidente sólo se preocupa por comer y no por quién paga sus facturas. Estas prácticas del Partido Patriótico les hundirán, escuchen bien lo que digo, el reloj no se detiene.
Como muchos lectores, Kasonko respondió indignado a Chikwanda [en] sobre su comentario de que es rico:
¡Fuera! Si no estás en el gobierno por los salarios, ¿por qué te los subes? Si ya son ricos no entiendo por qué se aumentan los salarios. ¡Idiotas!
Kimbanguist se preguntó [en] qué les pasaba por la mente a los líderes africanos:
Está ‘bien’ ser el presidente en un país africano donde hay tanta pobreza y analfabetismo. Donde la gente se consume en la miseria absoluta y muere de enfermedades tropicales que se pueden curar y prevenir. Donde se disfruta de la opulencia de la residencia oficial. ¿Cómo pueden conciliar el sueño estos líderes después de visitar barriadas sucias y de ver a todos esos niños malnutridos formando un fila en las polvorientas calles vestidos con trapos como si fueran pequeños zombis? ¡Los líderes africanos no tienen vergüenza alguna!
Cleo llamó al Presidente Sata hipócrita [en]:
Es diferente cuando todo lo demás se paga [en la residencia oficial], y aún más si el mismo presidente tenía un problema con el precario salario [en] del antiguo presidente, lo que ahora le convierte en un hipócrita.
Un lector con el nombre de nshilimubemba defendió el aumento del salario [en]:
Pero el jefe de Estado necesita tener una buena paga por las noches en vela que pasa, y los que estamos de acuerdo con su política no nos quejamos de los insultos de gente mala.
En Facebook, donde igualmente ha habido un fuerte debate sobre el aumento del salario, Chola Angel defendió también el aumento [en]:
[…] En primer lugar, el problema de Zambia como siempre digo es que la gente es vaga, no quieren trabajar duro y llegar a lo más alto, lo que hacen es criticar siempre al tipo que tiene el poder. Le culpan de sus fracasos. ¿Qué otros ingresos recibe el Presidente? Muchas cosas son gratis como el helicóptero, el coche oficial y los escoltas, la residencia oficial. Todo ello responde a su posición como presidente. Entonces por qué es un problema el salario. En mi opinión, el salario del Presidente de acuerdo con la situación económica de Zambia hoy en día no debería ser inferior a 150 millones de kwacha mensuales. Es un trabajo muy estresante y te dedicas por completo a ello durante 5 años literalmente.
Nicholas Mvula [en], refiriéndose al himno de la campaña del Presidente Sata “más dinero en los bolsillos de la gente” [en], escribió:
[…] este artículo nos lleva de nuevo a los días de campaña y de promesas del Partido Patriótico de poner más dinero en los bolsillos de la gente. Parece ser que hay un bolsillo que necesita más beneficios.