La Televisión Central China (CCTV), cadena controlada por el gobierno chino, puso en marcha su oficina regional de África en Nairobi, Kenia, el 11 de enero de 2012.
Mientras que su presencia ha diversificado el panorama de los medios en África, observadores de los medios y medios extranjeros – como CNN [en] y the New York Times [en] – han estado más bien escépticos de la independencia periodística de CCTV dada la estrecha relación de la organización con el gobierno.
Antecedentes de CCTV África
Según su sitio web oficial [en], CCTV África produce un programa diario de noticias de una hora, un programa de entrevistas semanal, una serie semanal de documentales. El canal ha producido recientemente un documental especial para presentar a Kenia. CCTV África tiene cerca de 100 empleados, muchos kenianos.
El nuevo participante «jaló» notables locutores y otro personal de un número de estaciones locales de TV», según lo dijo eXpression Today [en], una revista publicada por el Instituto de Medios de Comunicación, organización no gubernamental para la regulación de los medios en Kenia. Dado que la decisión de establecer CCTV en Nairobi se presentó en el Foro 2006 sobre Cooperación China-Africa (FOCAC), el organismo de control ONG especuló [en]:
Aunque los detalles de cómo la cadena de televisión china (es decir, CCTV) logró entrar siguen siendo «de alto secreto», debido a la naturaleza opaca con la que China recorta acuerdos con sus socios, fuentes del Ministerio de Relaciones Exteriores y el Ministerio de Información de Kenia afirman que la entrada de CCTV en Kenia fue elaborada durante la cumbre África-China de 2006 (es decir, FOCAC), cuando el presidente Mwai Kibaki encabezó una delegación de Kenia a Beijing para unirse a más de 40 jefes de Estado africanos en el establecimiento de una nueva plataforma de cooperación entre China y África. Aparte de ofertas en el desarrollo de infraestructura, otras áreas de cooperación incluyen la creación de capacidad en los medios de comunicación y las TIC (tecnologías de la información y la comunicación).
CCTV y el «soft power» de China en Africa
La presencia de los medios de comunicación chinos en África se remonta a 1950, cuando la Agencia de noticias Xinhua [en] y la Radio Internacional de China (CRI) empezaron a emitir. Durante ese tiempo, el objetivo de estos medios era difundir propaganda y apoyo a los movimientos de liberación africanos.
Hoy en día, muchos medios de comunicación occidentales y los observadores creen que la presencia de CCTV en África es para ampliar el poder blando del gobierno chino y competir con los gigantes de los medios de comunicación en Occidente, como la CNN y la BBC.
Tom Rhodes [en] del Comité para la Protección de los Periodistas comenta que:
La expansión se produce cuando las empresas de medios predominantemente occidentales están reduciendo su presencia en los medios en el este de África, la BBC se ha visto obligada a cortar un número de corresponsales de France 24 y anunció su fusión con Radio France Internationale para contener los costos, por ejemplo.
Wu Yu-shan [en] (pdf), quien publicó recientemente un trabajo de investigación en junio de 2012, sobre el aumento de la presencia de medios estatales chinos en África, señala:
Su poder blando no es sólo para promover su estatus internacional, sino también para hacer que los valores y la cultura china sean atractivos para un público cansado de la ideología tradicional. Por lo tanto, China necesita inspirar a su público antes de que pueda ofrecer al mundo algo más allá que crecimiento económico.
Wu [en] (pdf) También argumenta que China quiere contrarrestar la imagen negativa hecha por los gigantes de los medios occidentales, una observación confirmada por el jefe de la oficina de CCTV África, Jia Song-ning, en julio de 2012:
El tratamiento de los medios occidentales para con China y su creciente papel en África, es uno de los ejemplos más evidentes. Los temas comunes en la cobertura de los medios de comunicación occidentales son el impacto negativo de China en África y sus relaciones con los gobiernos corruptos. Ellos informan regularmente acerca de China como una entidad monolítica, critican las ambiciones coloniales de China y hacen hincapié en las circunstancias actuales – con poca explicación de la relación socio-histórico que existe entre China y África.
La Objetividad de CCTV en cuestión
Wu's también cuestiona en su documento [en] (pdf), la objetividad editorial de CCTV dado su carácter estatal
Al mismo tiempo, los medios de comunicación chinos tienen objetivos estatales a cumplir. Al cubrir África, donde los competidores tienden a comentar los aspectos controvertidos de las relaciones entre China y África, los medios de comunicación chinos enfatizan la narrativa fácil de historias positivas, la amistad y la sinceridad, evitando las áreas grises.
La ONG de observación de medios eXpression Today [en] también señala:
… China raramente hace comentarios sobre los asuntos políticos de otros países públicamente. En este sentido, es poco probable que la entrada de CCTV en Kenia tenga un impacto significativo en la política keniana porque la política ‘tóxica’ es una zona de «no entrada» para los medios de comunicación chinos.
Al mantener a raya los graves problemas políticos, CCTV no será diferente de KBC y, por lo tanto, no suponen ninguna competencia seria a las estaciones de televisión locales y otras redes internacionales en forma significativa mientras la política sigue siendo el contenido preferido de los medios.
El periodista Sambuddha Mitra Mustafi [en] cree que el dinero no puede comprar credibilidad:
El éxito del esfuerzo de los medios globales de China puede depender de si esos medios de comunicación pueden identificar a esa gran historia cuando llega, y luego dejar que la cobertura periodística demuestre su valía ante el mundo de una manera que nunca las declaraciones ni buenas intenciones de editores y funcionarios podrían hacer. Si CCTV puede llegar a ser el canal para todos en el mundo, aunque sólo sea por unos días, esto podría cambiar el juego para siempre.
Y cuando ese momento llegue, los periodistas tienen que ser capaces de hacer preguntas difíciles y relevantes, incluso de los líderes chinos. ¿Tiene el liderazgo el estómago para esto?
Los intercambios mediáticos entre China y África se han hecho más frecuentes desde la década de 2000 (ver el pdf de Wu), desde el apoyo técnico, suministro de contenidos, el intercambio entre los funcionarios y la capacitación periodística. Sin embargo, los programas de capacitación periodística ha estado bajo escrutinio.
Hay una historia en el nuevo libro de Shinn y Eisenman, China y Africa: un siglo de compromiso [en], escrita por Gideon Nkala y originalmente publicado en Mmegi Online [en]:
Después de regresar a casa del programa de capacitación de periodistas africanos en junio del 2008, Gideon Nkala, del periódico de Botswana “The Reporter”, publicó su relato de primera mano proporcionando su visión a través de los ojos africanos, acerca de los programas multilaterales de China sobre la formación de periodistas. Señala que: todos los periodistas africanos esperabamos atentos a la conferencia sobre el Tíbet, durante la cual, el instructor CPC dijo: «Tíbet siempre ha sido parte de China y el Gran Tíbet es una creación de los medios que nunca existió.» El pueblo chino ‘ve todas las mentiras y falsedades de occidente, que nos habla de las atrocidades cometidas por los chinos pero no dice nada cuando los monjes en el Tíbet matan y mutilan a personas’. El instructor también ‘trajo imágenes para mostrar que incluso las imágenes se recortan para cubrir las atrocidades cometidas por los monjes y sus partidarios’. El hizo que la clase entera estallara en carcajadas cuando dijo, con cara seria, que una nueva entrada al lenguaje chino -de la calle- y que se refiera a cualquier cosa que no es cierta y se fabrica se llama CNN. «Si alguien está diciendo una mentira en China, entonces ahora decimos: eres un CNN».