Mo puede no ser un ‘disidente’ al estilo de Liu Xiaobo o Vaclav Havel, pero su trabajo está lleno de descripciones de la corrupción, crueldad y estupidez del poder y la autoridad.
Brendan O'Kane de Rectified.name explica por qué el ganador del Premio Nobel de Literatura 2012, Mo yan, NO es un títere del gobierno chino [en].