Luego del Huracán Katrina en 2005, la Fundación de Jazz Mundo Maravilloso [1] [en] en Japón juntó y donó más de 10 millones de yen ($127,000 USD) a Nueva Orleans, hogar de la música jazz. Para retribuir la bondad, un mes después del terremoto y tsunami en Japón en 2011, los niños de la ciudad de Kesennuma [2] [en] en la prefectura de Miyagi recibieron como regalo instrumentos musicales de Nueva Orleans.
El 7 de octubre de 2012, la banda Chosen Ones Brass Band de O. Perry Walker y la Intern Band de Tipitina llegaron a Japón para unirse a una presentación [3] [en] con los jóvenes de la región de Tohoku, afectada por el desastre, para mostrar su apoyo por su recuperación.