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Eslovaquia: Organismo de derechos de autor vs. grupo escolar de teatro

Categorías: Europa Central y del Este, Eslovaquia, Activismo digital, Arte y cultura, Economía y negocios, Educación, Gobernabilidad, Juventud, Medios ciudadanos, Música, Protesta

En su blog, Jozef Černek, quien durante los últimos siete años ha sido profesor del grupo de teatro de una escuela secundaria en la ciudad de Komarno [1], escribió una «carta de aflicción [2]» [sk] a SOZA [3] [en], un organismo local que protege los derechos de autor, en respuesta a la multa de €975 emitida por el organismo debido un baile a beneficio que se realizó el pasado febrero, y que incluyó un sorteo y una muestra de canto con canciones compuestas e interpretadas por los miembros del grupo de teatro, que no fueron registradas debidamente en SOZA:

[…] Su organismo acaba de destruir un gran sueño. […] En total, recaudamos alrededor de €300 con este concierto y se los dimos a los niños. Compramos vestuario para la próxima presentación. […] Y sólo espero que sus propios hijos no tengan que escuchar a un profesor del grupo decir lo que le debo decir a los niños: «Hasta aquí llegamos, niños. No tenemos dinero suficiente para pagar la multa de SOZA, gracias por venir…».

SOZA, que en el pasado intentó multar a los servidores web [4] eslovacos que insertaban vídeos de YouTube y Vimeo en sus páginas, se enteró en primer lugar del evento «no registrado» a través de un pequeño artículo periodístico publicado. Realizó los cálculos de la infracción a partir de la información disponible en este artículo, y llegó a una suma equivalente a casi un cuarto del dinero recaudado.

Según Černek, los organizadores del evento, en respuesta, presentaron los formularios requeridos por SOZA y trataron de contactar al organismo, pero SOZA los ignoró, hasta la publicación de la «carta de aflicción» de Černek.

[5]

«El mayor misterio de SOZA» – Vladimír Repčík: «De la mañana a la noche, en lo único que pensamos es en cómo apoyar la cultura eslovaca, y después acabamos beneficiándonos con ella. Yo mismo no lo puedo entender. ¡Simplemente es un milagro!» (Imagen de CynickaObluda.com, utilizada con permiso).

Vladimír Repčík, el gerente general de SOZA, con posterioridad le respondió [6] [sk] a Černek a través de su propio blog; le brindó su opinión sobre la situación, y le explicó cómo la multa podría reducirse, «de acuerdo con la ley»:

El evento fue presentado como un baile normal […] Se vendieron las entradas por un valor de €30, según un artículo de SME […] hubo casi 140 personas en el público. […]

[…] Según esta información, fue un evento cultural normal que utilizó música protegida [la lógica por defecto de SOZA es que toda la música que se utiliza está protegida por la ley, a menos que existan pruebas que demuestren lo contrario], pero el organizador no notificó el evento con anticipación, a pesar que la ley lo exige.

En el formulario utilizado para establecer la retribución del autor no se mencionó el conjunto musical. Apenas el grupo de teatro y el repertorio utilizado por éste se mencionaron. No se mencionaron los valores de consumición [comida y bebida estaban incluidas en el precio de la entrada], sólo el precio de las entradas, el número de invitados y la capacidad del salón; esta información se usó para calcular el pago de los derechos de autor.

[…] Este dinero no es un reembolso para el grupo escolar de teatro por usar su propio repertorio, interpretado por los propios estudiantes de secundaria. Es la recompensa del autor por el repertorio que los organizadores del baile utilizaron durante el evento […].

Černek expresó [7] [sk] su voluntad de buscar una salida a esta trampa burocrática junto con Repčík:

Nos damos cuenta de que ustedes actúan según la ley. Eso no lo negué en mi blog. Ya entiendo, según la factura que recibimos (basada en el artículo periodístico), que es una pena que no tuviéramos la oportunidad de expresar [nuestra postura] antes de ser sancionados. Hoy, al igual que un mes atrás, estuve intentando comunicarme con usted o con su departamento para explicar todo el asunto, en vano. Creo que a partir de un artículo periodístico, sus empleados no pueden siquiera imaginárselo [cómo fue realmente]. Pero era obvio en el formulario que enviamos, y que, si entendí bien, sus empleados no tuvieron en cuenta, o nosotros lo completamos incorrectamente.

[…] Seguramente estará de acuerdo con que desde nuestro punto de vista, €950 por el evento es injusto, por decir algo, incluso si esto es legal. Por consiguiente, probablemente es bueno que esto haya causado semejante reacción. Mañana intentaré comunicarme con usted para encontrar una solución.

En respuesta, Repčík prometió «organizar una reunión» con Černek «en un futuro cercano», para «solucionar la cuestión de manera apropiada».