Enfrentamientos nocturnos eclipsan la huelga general pacífica en Portugal

Este artículo forma parte de nuestra cobertura especial Europa en Crisis

La huelga general del 14 de noviembre de 2012, en Portugal, ha vuelto a reunir a las multitudes en las calles de todo el país para protestar contra las políticas de austeridad. Sin embargo, los verdaderos motivos de la gente para manifestarse han dejado de ser el punto de atención de los grandes medios, que se han centrado en los eventos desafortunados: al final de un intenso día de marchas y sentadas pacíficas, algunos enfrentamientos entre la policía y los manifestantes convirtieron la violencia en la principal noticia.

Es la cuarta huelga general que tiene lugar en el país en los últimos dos años. En esta ocasión, el parón, que convocó [pt] uno de los principales sindicatos (CGTP), ha sido parte de una convocatoria transnacional de los países de Europa del Sur -los llamados PIGS: Portugal, Italia, Grecia y España-, donde los ciudadanos están siendo afectados por las medidas de austeridad impuestas y la crisis financiera.

Demonstrators walking towards the Assembleia da Republica in Sao Bento, Lisbon. Photo by Francois Bota copyright Demotix (14/11/2012)

Manifestantes rumbo a la Asamblea de la República en Sao Bento, Lisboa. Foto de Francois Bota copyright Demotix (14/11/2012)

Henrique Borralho, un profesor brasileño que vive en Lisboa, narra [pt] en su blog cómo acabó uniéndose a la manifestación en solidaridad.

Mientras caminaba por la capital, tuvo la oportunidad de hablar con huelguistas que le explicaron sus preocupaciones hacia el futuro. Dos de ellos (de Italia y España) compartían historias comunes en todos los países de Europa del Sur: privatización de la sanidad, despidos masivos, recortes sociales, bajada de salarios.

Essa crise revela a face mais sangrenta da crise capitalista européia. As conquistas históricas da classe trabalhadora foram e estão sendo suprimidas, o cognominado bem-estar social já não existe mais, a condição minima de igualdade social começa a ruir.

Existe um paradoxo nessa crise: o consumo de luxo aumentou, consequentemente, o foço entre ricos e pobres também. A taxa de desemprego em Portugal bateu a casa dos 15,8% . A taxa de pobreza já está em 19%. O governo já aprovou, falta ser votado no Congresso, o aumento de impostos para 2013, a votação será no dia 27 de novembro, além da aprovação de uma lei de incentivo fiscal para captação de empresas que queiram investir no país pagando apenas 10% de impostos.

Esta crisis revela la cara más sangrienta de la crisis capitalista europea. Las conquistas históricas de la clase trabajadora fueron y están siendo suprimidas, el conocido como estado del bienestar ya no existe, la condición mínima de igualdad empieza a desmoronarse.

Hay una paradoja en esta crisis: el consumo del lujo aumentó, consecuentemente, también lo hizo la brecha entre pobres y ricos. La tasa de paro en Portugal ha rozado el 15,8%. La tasa de probreza ya está en el 19%. El gobierno ya ha aprobado, estando pendiente ser votado en el Congreso, un aumento de impuestos para 2013; la votación será el día 27 de noviembre, además de la aprobación de una ley de incentivo fiscal para la captación de empresas que quieran invertir en el país pagando sólo un 10% de impuestos.

Luego describe cómo vivió el «triste episodio» de la violencia y la represión que tuvieron lugar al final del día. Global Voices lo ha relatado brevemente en otro artículo.

In Porto thousands of people marched in a protest in the centre of the city. Photo by Pedro Ferreira copyright Demotix (14/11/2012)

En Oporto cientos de personas marcharon en protesta en el centro de la ciudad. Fotografía de Pedro Ferreira copyright Demotix (14/11/2012)

Falacias de violencia

Después que la policía cargara indiscriminadamente frente al Parlamento como respuesta a las piedras arrojadas por un grupo de protestantes, tuvieron lugar [pt] docenas de arrestos más entrada la noche en un área diferente de la ciudad. En el blog 5 Dias hay varios testimonios de «detenciones ilegales», violencia policial, falta de acusación y negación del derecho a abogado y uso del retrete.

Police barrier in front of the Portuguese parlament at the chashes during the Portuguese general strike on November, 14 against the austerity measures. Photo by Pedro Nunes copyright Demotix (14/11/2012)

Barrera policial frente al parlamento portugués durante los disturbios en la huelga general portuguesa, el 14 de noviembre, contra las medidas de austeridad. Fotografía de Pedro Nunes copyright Demotix (14/11/2012)

El presidente Cavaco Silva condenó [pt] «el alboroto provocado por un grupo de ciudadanos» y «elogió la profesionalidad de la policía portuguesa en su función para garantizar el orden público y combatir la violencia contra nuestra democracia». Muchos ciudadanos e incluso algunos grandes medios siguieron el discurso. Sin embargo, informes de primera mano en la blogosfera muestran diferentes perspectivas. Amnistía Internacional condena [pt] el desproporcionado y excesivo uso de la fuerza contra los manifestantes que protestaban de forma pacífica en Lisboa, y exige al gobierno que abra una investigación.

Police men point batons while a woman is bleeding from the nose during the chashes. Photo by Pedro Nunes copyright Demotix (14/11/2012)

Un policía apunta con una batuta mientras una mujer sangra por la nariz tras los altercados. Fotografía de Pedro Nunes copyright Demotix (14/11/2012)

«Es la violencia de las medidas ciegas lo que genera este clima de desesperación», opina la periodista Sarah Adamopoulos, una de las huelguistas pacíficas que llamó a la calma a los protestantes y que más tarde tuvo que «huir corriendo, intentar no caer y ser aplastada por la muchedumbre asustada». Fue finalmente alcanzada por la «fuerza policial» también, como describe [pt] en su blog, Um Redondo Vocábulo:

As mulheres choravam, chocadas com a violência dos rapazes da PSP. Também chorei, também me chocou a violência indiscriminada sobre as pessoas, as bastonadas ao calhas, preferencialmente nas pernas para fazer cair as pessoas e bater-lhes mais, mas chocou-me sobretudo a visão da força repressiva que este Governo está disposto a usar para tentar calar o povo – para fazer com que aceite sem espernear as suas políticas inaceitáveis.

Las mujeres lloraban, golpeadas con violencia por los chicos de la PSP [Policía de Seguridad Pública]. Yo grité también, también estaba conmocionada por la violencia indiscriminada sobre las personas, los golpes al azar, preferiblemente en las piernas para derribar a la gente y golpearles más, pero me impresionó especialmente la visión de la fuerza represiva que este gobierno está dispuesto a usar para intentar callar al pueblo – para hacer que acepte sus políticas inaceptables sin luchar.

Sara Figueiredo Costa, una periodista freelance y bloguera en Cadeirão Voltaire, describió los eventos en primera persona, publicados inicialmente en Facebook, y luego los compartió [pt] en el blog 5 Dias. Para ella, «no es aceptable pensar que las piedras son una justificación para la que la policía haga un barrido en el Largo de São Bento para perseguir a la gente por las calles ni para que camine al acecho de los manifestantes en Cais do Sodre»:

nunca serão, coisas toleráveis numa democracia, sendo, pelo contrário, coisas que ajudam a definir a ausência de democracia.

nunca serán cosas tolerables en una democracia siendo, por el contrario, cosas que ayudan a definir la ausencia de democracia.

Pone énfasis en que cuando «la policía obedece órdenes, no decide por sí misma que cargará contra la gente, jóvenes o viejos, que les salga al camino». Las órdenes vienen del Ministro de Administración Interna, Miguel Macedo, cuyas declaraciones después de los eventos fueron cuestionadas [pt] por el periodista Daniel Oliveira:

Quando a polícia espancou gente pacifica em vários locais da cidade, estava a garantir a ordem pública ou a contribuir para a desordem? Estava a garantir a integridade física dos cidadãos ou a pô-la em causa? Estava a garantir o cumprimento da lei ou a violá-la? Estava a reprimir os «profissionais da desordem» ou a espalhar a desordem pela cidade? O comportamento inaceitável de meia dúzia pode justificar um comportamento arbitrário das forças de segurança, que não poupa ninguém a quilómetros de distância da própria manifestação?

Cuando la policía golpeó a gente pacífica en varios sitios de la ciudad, ¿estaba garantizando el orden público o contribuyendo al desorden? ¿Estaba para garantizar la integridad física de los ciudadanos o para ponerla en riesgo? ¿ Estaba para reprimir a los «profesionales del desorden» o para extender el desorden por la ciudad? ¿Puede el comportamiento inaceptable de un puñado de personas justificar el comportamiento aleatorio de las fuerzas de seguridad, que no perdonaron a nadie, ni siquiera a kuilómetros de distancia de la propia manifestación?

Y, finalmente, dice que «la huelga general de ayer fue una de las más grandes en nuestra historia. (…) Y ni la violencia indiscriminada que el Ministro de Administración Interna ordenó que se desplegara por media Lisboa puede eclipsarlo. En la televisión, ganó la brutalidad de unos sobre otros. Pero el día de ayer fue mucho más que eso: fue una prueba de valor.»

Este artículo forma parte de nuestra cobertura especial Europa en Crisis

Debora Baldelli [pt] ha colaborado en este artículo.

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