El New York Times publicó un artíiculo sobre el silencio de intelectuales chinos ante las olas de autoinmolaciones de tibetanos [1] [en]. Gao Yu, activista chino de derechos humanos, comentó [2] [zh] en Twitter:
Los chinos están bien haciéndose los indiferentes. Es por eso que el llamado fenómeno de Xiang Lin Sao [personaje trágico en la novela de Lu Xun [3]]. Cuando se ve a los que siguen contando la mala suerte de uno, la reacción del «gran pueblo Han» a la tragedia es cambiar de «curiosidad» a «frustración» y luego a «burla». Ahora estamos en esa etapa. No somos religiosos, pero no podemos simplemente negar nuestra humanidad. Cuando algunos humanos se autoinmolan uno tras otro, cómo podemos no hacer nada.