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Ecuador conmemora el Día Internacional contra la Violencia de Género

Categorías: Latinoamérica, Ecuador, Activismo digital, Derecho, Mujer y género, Protesta

Cada 25 de noviembre [1] se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1999. Miles de internautas han recordado el día compartiendo información y reacciones en contra de este problema social que viven mujeres en todo mundo.

En Ecuador se realizaron varios eventos. [2] El diario El Mercurio [3] reportó que en Quito, la capital de Ecuador, se realizó una caravana ciclística para conmemorar el día.

El Mercurio además compartió algunas estadísticas: «De acuerdo a la investigación realizada en el 2010 por la Comisión de Transición Hacia el Consejo de las Mujeres y la Igualdad de Género, el 93,8% de los homicidios en el Ecuador son femicidios o existen sospechas de serlo. El 66% de los femicidios fueron cometidos por parejas o exparejas.»

La Comisaria de la Mujer y la Familia de Loja [4], por su parte, organizó un evento cultural dedicado a la «No violencia», con presentaciones de artistas locales y nacionales:

Evento cultural en Loja, Ecuador [5]

Evento cultural en Loja, Ecuador. Foto compartida en Facebook por Comisaría Familia Loja

Janina Mendoza (@janimendoza12 [6]) compartió una foto de la marcha realizada en Guayaquil en contra del maltrato a la mujer:

Marcha "No a la violencia" en Guayaquil, Ecuador [7]

Marcha «No a la violencia» en Guayaquil, Ecuador. Foto compartida por la usuaria de Twitter @janimendoza12

Otros publicaron información sobre la violencia de género en Ecuador, como la Asambleista Gina Godoy (@GinaGodoyAndrad): [8]

@GinaGodoyAndrad: [9]Ecuador segun encuestas d INEC [Instituto Nacional de Estadística y Censo] 6 d cada 10 mujeres han vivido algun tipo d violencia (fisica, psicologica, sexual) di NO a la VIOLENCIA

En su blog Lunas azules [10], la abogada cuencana [11] Silvana Tapia publicó un post bajo el título «Educación, Roles de Género y Violencia [12]«. En el post Silvana presenta la realidad de un sistema de justicia que no otorga las protecciones necesarias a las mujeres que denuncian maltratos:

El juez, el fiscal, el policía que intervinieron en el proceso y que tenían la obligación de protegerla, tienen incorporados a su cosmovisión una serie de mitos y prejuicios machistas que no se ven mal en el medio social, sino que más bien son el estándar: el policía piensa que «seguramente ella se lo buscó, debe haber sido una mala mujer»; el fiscal quizá imaginó que «hay mujeres que se autolesionan para meter en problemas a sus maridos»; el juez comentó con su colega en algún momento: «eso es lo que sucede cuando las mujeres se salen de la casa y no se dedican al hogar».

Silvana continúa analizando la formación de los estudiantes de Derecho en Ecuador:

En las facultades de Derecho del país, no se prepara a los estudiantes con una visión incluyente de la sociedad. Se da poco espacio o hasta se evita discutir problemas críticos como la penalización del aborto [13], el matrimonio y la adopción LGBTI [14], y la violencia de género oculta en nuestras actividades más cotidianas, incluso ejercida desde el propio profesor, aquél que mira lascivamente a la estudiante que se ha presentado al examen con minifalda, porque sabe que eso apuntalará su calificación; y lo que es peor, está contenta de ser vista como un objeto, no cree contar con otras herramientas, le han enseñado que ese es su destino

La autora luego concluye, entre otras cosas, con la esperanza de que algún día las cosas cambien para bien:

Quizá algún día dejemos de ver como el «curso natural de las cosas» a la historia de esa chica que destacó en sus estudios, que tenía un enamorado con el que a veces discutía y con el que después se casó, un marido que la llamó «mujer desnaturalizada» cuando quiso volver al trabajo después de su licencia por maternidad, que se burló de ella cuando propuso estudiar un posgrado, que le levantó la voz una noche porque la sopa estaba fría y finalmente la golpeó sin piedad y delante de los hijos porque le vio sonreírle a un viejo amigo del colegio en alguna fiesta.

Foto de Gina Yauri [15]