Mientras millones de personas por todo el mundo celebran el Día Internacional de Derechos Humanos exigiendo fin a las continuas violaciones de los derechos humanos en muchísimos lugares, en Emiratos Árabes Unidos (EAU) los activistas no pueden ejercer su derecho a la libertad de expresión o a la libertad de asociación o reunión (ya sea organizando manifestaciones, ya sea escribiendo sobre las violaciones de los derechos fundamentales por parte de las autoridades). Se sienten amenazados a la hora de utilizar las plataformas de redes sociales como Twitter o Facebook, con el objetivo de compartir historias de presos políticos y prisioneros de conciencia o cualquier otro tipo de violación que está practicando el gobierno en el nombre de la «seguridad nacional». La mayor parte de ellos no pueden unirse a las campañas de Twitter del «Día de los Derechos Humanos».

Recientemente, un activista muy joven, Mohamed El-Zumer -de 18 años-, fue arrestado por sus publicaciones en Twitter donde apoya a los presos políticos de EAU y pide su libertad. Se trata del preso político más joven arrestado por expresar sus opiniones utilizando Twitter. Su arresto se produjo tras aprobar una ley contra la ciberdelincuencia que atenta contra la libertad de expresión. Human Rights Watch [en] dijo que los términos vagos del Decreto Ley Federal 5/2012 ofrece una base legal para perseguir y encarcelar a la gente que utiliza las tecnologías de la información, entre otras cosas, para criticar a los dirigentes veteranos, para discutir reformas políticas o para organizar manifestaciones no autorizadas. El decreto amenaza a los activistas, blogueros y ciudadanos corrientes que ejerzan su derecho a la libertad de expresión.

La familia de El-Zumer le dijo al Centro de Derechos Humanos de Emiratos Árabes Unidos (ECHR) que tras su arresto, y después de haber registrado su casa, se encuentra en paradero desconocido. Tras la detención de El-Zumer, el número de presos políticos del que tengo conocimiento se ha elevado hasta las 64 personas. Muchos de esos presos se encuentran en paradero desconocido y sus familias no pueden comunicarse con ellos. No se ha celebrado ningún juicio justo y la mayor parte de las quejas del gobierno se ciñen a que estos activistas pacificos suponen una amenaza a la seguridad nacional.

En este Día Internacional de los Derechos Humanos no deben olvidarse esos detenidos. Tuitear en su nombre es lo que yo y muchos otros activistas de los derechos humanos haremos hoy. La libertad de expresión es una prioridad de los activistas de los derechos humanos, independientemente de la opinión de los presos o de la ideología política.