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Trinidad y Tobago: La huelga de hambre nunca fue una causa perdida

Categorías: Caribe, Trinidad y Tobago, Desarrollo, Gobernabilidad, Medios ciudadanos, Política, Protesta

Como se puede ver en este artículo [1] [en], el ecologista y activista doctor Wayne Kublalsingh terminó su huelga de hambre [2] de 21 días el pasado 5 de diciembre después de que el gobierno, el Movimiento de Desvío de la Carretera y varios grupos de la sociedad civil acordaron un estudio independiente [3] [en]:

Tras consultar con el gobierno y con el Movimiento de Desvío de la Carretera, el Consejo Consultivo Conjunto (JCC, por sus siglas en inglés) y sus asociaciones afines de la sociedad civil –Federación de Sindicatos y ONG Independientes (FITUN), Instituto de la Transparencia de Trinidad y Tobago (TTTI) y Asociación de Mujeres para el Progreso Social (Mujeres Trabajadoras)– se complace en confirmar que hemos designado un grupo de trabajo para analizar los múltiples motivos de preocupación que surgen en el tramo de la polémica que va de Debe a Mon Desir de la carretera Solomon Hochoy hasta Point Fortin.

Rhoda Bharath observó similitudes [4] [en] entre el tema de la carretera y la reciente polémica de la Sección 34 [5]:

De forma general, varios de los aspectos polémicos de la carretera de Debe a Mon Desir guardan bastante similitud con la Sección 34. Ambos asuntos nos mostraban un gobierno poco dispuesto a actuar de forma responsable y transparente, y empezando un proyecto para el beneficio de sus financieros. Reforma de la Financiación del Partido, Transparencia y Responsabilidad. Kamla y los demás llevan prometiendo desde 2010, ¿no es así? ¡Y un hombre casi ha tenido que matarse para recordárselo a ellos y a nosotros!

Jamela Khan predijo que esta protesta podía terminar perfectamente siendo histórica [6] [en]:

La historia demostrará que se llegó a un punto de inflexión en cuanto a la necesidad de todos los gobiernos de mostrarse transparentes sobre la vía de desarrollo en la que se embarcan. NOSOTROS podemos o no apoyar la construcción de la carretera pero lo que de verdad respaldamos es el derecho a saber qué se está haciendo en nuestro nombre. El sistema anterior del MNP (Movimiento Nacional Popular) aprendió una dolorosa y amarga lección sobre no poder ser responsable ante los ciudadanos y sobre la confidencialidad de estudios relevantes relacionados con los proyectos a gran escala. Entonces entendemos nuestros derechos. Así lo hicieron los activistas, entre ellos Wayne, pero no sólo fue él quien luchó contra la gran maquinaria estatal. ¡¡¡Y GANÓ 5 veces!!! Venció el Estado de derecho. ¿Por qué? Simplemente porque tenemos el derecho a conocer qué se ha estado haciendo en nuestro nombre y a rechazar lo que se considera dudoso o ineficaz. Los exhaustivos análisis de costo-beneficio son cruciales para nuestra aprobación de los proyectos. Y a veces lo bueno para unos pocos tiene que sacrificarse por lo bueno para la mayoría. Sin embargo, todavía debemos entender lo lógico y cómo los inconvenientes se irán eliminando poco a poco.

El catedrático de la Universidad de las Antillas (UWI por sus siglas en inglés) Gabrielle Hosein esperaba que la comunidad universitaria no perdiera interés en este asunto [7] aunque haya terminado la huelga:

Compañeros, especialmente compañeros de la UWI, profesorado y estudiantes… ¿ahora qué? Nosotros sabemos que la información facilitada deben procesarse y analizarse y que la información y los análisis adicionales deben realizarse. ¿Contribuirá en algo la UWI? Reunir y analizar los datos de relevancia nacional se convierte en nuestra destreza y en nuestra obligación. ¿Vamos a ponerlo a disposición de toda la nación? Da un paso adelante si estás interesado y hablemos todos sobre lo que podemos hacer.

 

Un activista anónimo de Barbados envió una nota de solidaridad [8][en]:

Yo, junto a otros, participé en una batalla similar a la suya para intentar parar que el vertedero nacional fuera reubicado en un área frágil y que tiende a erosionarse, específicamente en una zona determinada de un parque nacional.

Conozco ese sentimiento de frustración que te consume por dentro cuando estás convencido de que tienes razón pero eres incapaz de persuadir al poder establecido.

En nuestro caso, el director de agricultura, el director de planificación urbanística, el director del departamento de conservación del suelo y muchos otros especialistas experimentados, a nivel nacional e internacional, se opusieron al vertedero propuesto. Los residentes locales se alzaron en armas. El parlamentario designado en esta zona, un miembro del partido en el poder, lo llamó «locura medioambiental». El ministro responsable admitió más tarde que dejó la oficina ya que siempre estuvo en su contra.

No obstante, el vertedero fue construido con un costo de unos 50 millones de dólares de Barbados. Años más tarde, ni un gramo de basura se ha depositado allí. El gobierno cambió y los nuevos dirigentes en el poder declararon que no se usaría jamás.

Sin embargo, esta nota terminó con una súplica a Kublalsingh para que terminara la huelga de hambre:

En conclusión, te ruego que dejes la huelga de hambre. Tu país y esta región necesita gente que se ponga en pie, no como los políticos de la oposición que se oponen en beneficio de dicha oposición, sino como un librepensador. Ganarás algunas batalles, perderás otras pero si pierdes tu vida con este asunto, existirá un soldado menos para luchar por otras (y quizá más importantes) injusticias. Has hecho tu parte. Retírate y deja que las cosas caigan por su propio peso.

The Laughing Gull agradeció a todos los que formaron parte de la resolución de la situación pero también dijo al Primer Ministro que su legado está en riesgo [9][en]:

Continúa un problema y si nuestro Primer Ministro todavía sueña con dejar un legado que será alabado y recordado con agradecimiento, no será por haber construido carreteras sino utilizando los cimientos de otro tipo de infraestructura, una basada en la transparencia y la responsabilidad que invitará, aceptará, procesará, incluirá y responderá a la participación ciudadana en la gestión de nuestros asuntos. Nadie debería volver a recurrir a una huelga de hambre para llamar la atención de los dirigentes y su gobierno.

Brendon Jeremy O’Brien escribió una carta abierta al activista Ishmael Samad [10] [en] en respuesta a la de Samad pretendía el arresto civil de Kubablalsingh por «intentar suicidarse»:

Todavía me recuerdo bajo un sol abrasador contigo y tus afiches contra la pena de muerte de veinteañeros. Fuimos cinco de nosotros del partido, paseando de arriba a abajo en Woodford Square delante de la Red House, recibiendo insultos de los transeúntes y huyendo de los policías.

¿Fue eso una causa perdida? Sí, en el sentido más amplio de la palabra. Todo lo que teníamos que mostrar eran unas pocas imágenes de un periodista y nuestra recíproca amistad. Hace más de un año desde entonces y nada ha cambiado en lo que respecta a la pena de muerte. Pero aquellas navidades la idea de una causa perdida no impidió que salieras de la cárcel. La idea de que quizá podías detener al más infame ‘ladrón olé’ en la historia de Trinidad y Tobago no fue evitada por la idea de que si el gobierno no podía detenerle, de ninguna tú podías. Eso era una causa perdida. No obstante, era una causa que estabas dispuesta a ganar a cualquier precio. Sin embargo, tú pagabas esos costos…

O'Brien rechazó aceptar esa posición por la que si uno considera que tiene la razón, jamás podía ser una causa perdida:

No quiero pensar que luché por una causa perdida. Ni por los derechos de todas las orientaciones sexuales, ni por dar fin a las pandemias a nivel mundial, ni por poner fin a todos los castigos crueles e inhumanos. Poco a poco te das cuenta que el camino es largo y doloroso. Puedo ver mi futuro: perfectamente podía recibir una multa como tú y un día podría volverme tan loco que me sentaría en el parlamento con un lazo por corbata alrededor de mi cuello. Además podía verme justo donde estaba Wayne: tan hambriento por el privilegio y el derecho civil de que lo que debía era que no podía comer nada más.