Guatemala, el corazón de la cultura maya, empezó sus festividades para el Baktun 13 -el último ciclo del calendario maya, que debió terminar el 21 de diciembre de 2012. Tristemente, las celebraciones se vieron dominadas por espectáculos realizados por el gobierno que no estuvieron encabezados ni compartidos por las comunidades indígenas ni líderes espirituales.
En el escenario, personas no indígenas estaban usando ropas indígenas [en] en un espectáculo folklórico, mientras que asistentes no indígenas de las élites guatemaltecas estaban en el centro ceremonial maya más importante, Tikal, esperando la llegada de la nueva era. A los pueblos indígenas los dejaron fuera, donde estuvieron actuando, tocando el tradicional instrumento, la marimba.
La Federación Guatemalteca de Escuelas Radiofónicas informó temprano en la mañana del 20 de diciembre que a las autoridades del Mam -consejo maya- no se les permitió la entrada a la plaza central del Parque Nacional de Tikal, uno de los lugares de las celebraciones del Baktun 13. Las autoridades del Instituto Guatemalteco de Turismo les negaron el acceso, con el argumento de que la zona de las ceremonias estaba reservada para el espectáculo en el escenario.
Hombres y mujeres venidos de todos los rincones del país llegaron temprano para empezar con sus tradicionales ceremonias, pero los dejaron afuera hasta las 11:45 pm, cuando a las autoridades religiosas les permitieron practicar sus ceremonias ancestrales. Los asistentes indígenas eran minoría, y no se les invitó ni se les permitió entrar al área principal. El audio se puede descargar acá.
Esta no es la primera exclusión que sufren los pueblos mayas. Ya antes, el Consejo de Pueblos Occidentales [en] había expresado su preocupación:
Oxlajuj B'ak'tun es la época para fortalecer la sabiduría ancestral y la práctica y la busqueda interminable de equilibrio; es el momento en el que debemos transcender, plantear la conciencia de seres humanos y reconocernos como tales con la finalidad de llegar a un entendimiento colectivo. Esto significa que debemos asegurar que los seres humanos sean «verdaderamente humanos en equilibrio con el cosmos y la Madre Tierra», entrelazándose y respetándose entre culturas y valorando la identidad en todas las comunidades. Si esto falta, el vínculo entre la persona y su propia realidad ya es imposible.
Es ofensivo para el pueblo maya ver al poder económico y las instituciones del gobierno promover la FOLKLORIZACIÓN de Oxlajuj B'ak'tun, conviertiendo en mercadería este importante acontecimiento, creando una imagen política de la promoción turística y la presentación de espectáculos, de una manera que no interpreta apropiadamente la cosmovisión maya.
Es vergonzoso por parte del gobierno guatemalteco hacer que la comunidad internacional crea que está promoviendo la cultura maya, cuando sigue desarrollando una agresiva política de aproriación de nuestros recursos naturales. Esto se manifiesta en cientos de concesiones y proyectos mineros impuestos, represas hidroeléctricas, extracción de petróleo, monocultivos para empresas transnacionales, todo en nombre del falso desarrollo como método de dominación y racismo en Guatemala.
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