Publicado originalmente en Arseh Sevom [en] por Peyman Majidzadeh [en].
¿De quién es esta guerra?
El apoyo a los palestinos es la prioridad de la política exterior de Irán según [fa] el portavoz del Ministerio Exterior iraní, Ramin Mehmanparast. Asegura que ofrecer a los palestinos en Gaza apoyo y ayuda humanitaria es un deber para los países islámicos.
El líder de Hezbolá, Hassan Nasrollah [fa], ha empatizado con este argumento y ha dicho:
Irán, Siria y Hezbolá no abandonarán a Gaza y su gente. Si hemos estado de su lado estos últimos años seguiremos haciéndolo. Es nuestra obligación, tanto religiosa como moral y humanitaria.
Muchos pueden preguntarse si este apoyo «popular» de la política de Irán es genuino o un ardid para alejar la atención de su agitada relación con Siria. ¿Proveer de armas a Hamás es una solución hacia el cese del conflicto o lleva hacia la escalada de la violencia? La realidad del asunto es que está siendo asesinada gente inocente en ambos bandos.
El bloguero iraní Kamangir escribe [fa]:
Aquel que dispara un misil soporta una total responsabilidad. Niños y adultos están al otro lado del misil. El disparador del misil es un criminal sin importar si mata a alguien o no.
La postura oficial de Irán contra el sionismo data de agosto de 1979 cuando, en solidaridad con los palestinos, el Ayatolá Jomeini estableció [en] que la liberación de Jerusalén fuera un deber de todos los musulmanes. Este día de protesta pro-palestino, conocido como día de Al-Quds, es anualmente patrocinado, conmemorado y organizado por el gobierno iraní como el último viernes del ramadán. El día de Al-Quds se ha extendido a otros países convirtiéndose en un símbolo de la solidaridad con los palestinos de las tierras bajo ocupación. Aunque millones de iraníes asisten anualmente a este desfile, la autenticidad de la participación voluntaria se pone en duda [fa].
Hace tres años, tras las disputadas eleciones presidenciales, hubo protestas que no sólo criticaron la supresión de derechos en el país sino también las intervenciones exteriores de Irán. Los manifestantes cantaron: «No por Gaza. No por Líbano. Mi vida sólo por Irán». El cántico fue muy criticado e intencionadamente malinterpretado por las autoridades iraníes del momento. Reflejaba una demanda ciudadana hacia la responsabilidad del gobierno y una crítica hacia su política de meter las narices en los asuntos de Hamás y Hezbolá.
Cualquiera que no esté del lado de la política gubernamental de Irán es considerado [fa] pro-sionista. Condenar en público a Hamás equivale convertirse en objetivo. La Oficina para Consolidar la Unidad [Daftar-e Tahkim-e Vahdat], una organización estudiantil iraní, se ha convertido en víctima de su política debido a su postura contraria a Hamás e Israel en la anterior guerra de Gaza y fue llamada “Radio Israel” [fa] por Kayhan [en], el periódico más conservador de Irán y afiliado al servicio del Jefe Supremo.
En Zamaneh Tribune, el autor del artículo «¡Palestina no es nuestro problema!» [fa] escribe:
Hay gente que intenta ser la voz del público y cree que lo de Palestina es asunto nuestro y que nuestras relaciones con el resto del mundo hay que verlas a través de ese prisma. Cualquiera que les lleve la contraria es [acusado de ser] un fascista o un racista.
A pesar de la tortuosa política hay apoyo hacia Palestina en la comunidad iraní. Esta imagen muestra una manifestación frente al consulado de Israel en Nueva York a la que asistieron miembros del grupo Havaar [en], opuesto a la guerra, las sanciones y la represión estatal.
En un artículo titulado «La herida abierta de Palestina», Mikhak [fa] argumenta a favor de la gente palestina, diciendo:
La postura correcta en este asunto de Palestina es sin duda la defensa a los palestinos. No apoyar a Gaza porque Hamás esté liderándoles o porque un día lo eligieran equivale a afirmar que nosotros merecemos sufrir por la crueldad de la República Islámica [de Irán].
El autor continúa el artículo denunciando la ideología de Hamás y apoyando a los palestinos.