En Facebook, la bloguera yemení Afrah Nasser aborda el problema de la restricción de libertad de expresión en su país y es testigo de cómo una escritora está siendo hostigada, supuestamente, por faltar el respeto a la religión. Ella escribe [en]:
La restricción de la libertad de expresión continúa en Yemen. Otra escritora en el país se está enfrentando a graves ataques en los que se la calumnia y se la acusa de falta de respeto a la religión. Una de las mejores escritoras de Yemen, Samia Al-agbhari, está afrontando una propaganda de ataque por parte de los medios de comunicación, y sufre amenazas por su valiente actitud.
En uno de sus discursos públicos más recientes, dijo que «el trío dañino de Yemen está compuesto por el Ejército, la religión y el tribalismo». No solo estoy de acuerdo con su declaración, sino que además le muestro toda mi solidaridad. Estoy segura de que permanecerá firme y sólida, pero estoy preocupada por su seguridad.
Casi por esta época, el año pasado, Boushra al-Maqtary se enfrentó, y aún se enfrenta, al mismo problema. Conocí a Boushra hace un mes y puedo asegurar que cuanto más peleen esas figuras frenéticas de la religión contra los escritores, más decididos y fuertes seremos. Los verdaderos escritores suponen problemas, ¡¿cuándo lo entenderán?!
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