Estos días de verano, no sólo las altas temperaturas acaloran a los limeños, también la polarización política los está poniendo ardorosos. El próximo 17 de marzo se realizará una Consulta Popular de Revocatoria de autoridades municipales en Lima Metropolitana, y las campañas tanto por el SI como por el NO están en plena efervescencia.
En este caso, el SI y el NO a la revocatoria se refieren a si la actual alcadesa, Susana Villarán, se va o se queda en el cargo. La alcaldesa va por el segundo de los cuatro años del periodo municipal para el que fue elegida, y aunque no es el lugar para hacer una evaluación de su gestión, hechos como el violento desalojo del mercado de La Parada, que ocasionó dos muertos, y la inundación de la obra en construcción, Vía Parque Rímac, entre otros, han minado su imagen ante los limeños. Recientes encuestas le dan sólo un 29% de aceptación y más preocupante aun, 60% de limeños está a favor de su revocatoria.
A propósito de estos porcentajes, Renatto, del blog Perú Académico, comenta también sobre la confusión entre el SI y el NO:
Un 8% de limeños aún no sabe cómo votará, y es ahí que comienza lo realmente asqueroso: mienten, engañan, confunden a la gente con tal de ganarse esos ocho puntos que quizá decidan la revocatoria. Nos quedamos cortos si hablamos de un 8% de limeños indecisos, pues si bien un contundente 60% votaría por revocar a Susana Villarán, estos no saben qué marcar: o el NO o el SÍ. Frases como “yo votaré para que NO siga Susana Villarán”, “Marquen el NO, para que no siga Susana en la alcaldía”, solo buscan confundir a la mayor cantidad posible de electores.
Javier Diez Canseco, congresista de izquierda, indica que “la revocatoria comenzó desde el día que Susana Villarán asumió el cargo”, dando a entender que no se trata de una reacción a una mala gestión municipal sino que es una consigna de sus opositores políticos, y que detrás de la revocatoria se encontrarían el expresidente Alan García y el anterior alcalde de Lima, Luis Castañeda.
Parece que esa temprana decisión de lograr la revocatoria de la alcaldesa Villarán podría rendir sus frutos. Alfredo Torres, Presidente Ejecutivo de Ipsos Perú, una empresa de investigación de mercados, opina en su blog Percepciones y Realidades que es paradójico que sean las clases populares las que le bajan el dedo a una luchadora social que ha intentado hacer una “Lima para Todos”:
Un aspecto de su gestión valorado por las élites es que Susana Villarán se ha atrevido a enfrentar el desorden del tránsito vehicular y clausurar el caótico mercado de La Parada. Sin embargo, es probable que esas mismas medidas la hayan alejado de un amplio sector de la población que vive en la informalidad y que desconfía de las autoridades que quieren formalizar actividades porque supone que eso implicará pagar impuestos y mayores precios para el consumidor. Lamentablemente la cultura cívica es minoritaria en nuestra población.
Pero quienes han propulsado la revocatoria, comúnmente conocidos como “revocadores”, no gozan de buena imagen. Se les asocia con supuestos hechos de corrupción, sobre todo a Marco Tulio Gutiérrez, el principal impulsor del proceso, a quien los partidarios de la alcaldesa han rebautizado como “Marco Turbio”. Al respecto, Jinre, en su blog homónimo, hace un listado de algunos de los que apoyan la revocatoria junto con sus “perlas”, y en otro post manifiesta su solidaridad con la alcaldesa y Fuerza Social, su agrupación política:
Yo apoyo a Susana Villarán […] porque ningún alcalde anterior de Lima hasta la fecha se atrevió a enfrentar los problemas más difíciles de esta ciudad (¿será porque recibían “algo” a cambio de no hacer nada?), sin embargo, Susana Villarán los está afrontando con valentía, asumiendo con dignidad incluso posibles errores en el camino (lo cual la dignifica aún más) y sobretodo “sin arreglos bajo la mesa”; su decencia y conducta incorruptible parece que ha desubicado a los que estaban acostumbrados a “aceitar” a ciertas autoridades para seguir sacando provecho de lo que está mal […] Yo no apoyo la cochinada política. Fuerza Susana !!
Sin embargo la transparencia no es algo que esté brillando en la campaña, pues tanto el SI como el NO han fallado en esclarecer adecuadamente su aspecto financiero, pero por ser una revocatoria y no un proceso electoral, esto no es sancionable por el Jurado Nacional Electoral. Diego Macera, del blog A Chicago voy, opina sobre la pertinencia de este asunto:
¿Qué relación guarda que Marco Tulio Gutiérrez genere poca confianza y haya recogido las firmas usando financiamiento desconocido con que algún ciudadano de Surco se sienta decepcionado por la inacción de la municipalidad respecto del tráfico en su distrito u otro ciudadano se sienta estafado por las cifras poco claras de escaleras construidas por la municipalidad? La verdad es que ninguna. El desmerecer la campaña por el Sí con el argumento de que su financiamiento es irregular es intentar tapar el sol con un dedo. Los fondos del Sí pueden ser cuestionables, es cierto, pero eso no tiene por qué cambiar la opinión ciudadana sobre la labor que Susana Villarán y su equipo llevan a cabo al frente de Lima, y es de eso de lo que trata la consulta popular.
No obstante, como se mencionaba antes, el proceso mismo de revocatoria es un poco complicado. Además de la confusión que se genera por el uso del SI y el NO, está la propia cédula electoral, que consta de 80 opciones, pues la revocatoria no es solo a la alcaldesa, sino a todo el cuerpo de 40 regidores. En tal sentido, Fernando Tuesta, exjefe de la Oficina Nacional de Procesos Electorales, publica en su blog los que, a su opinión, son los cuatro posibles escenarios que la revocatoria produciría:
1. Susana Villarán es mellada en su mandato. Este escenario se produciría si la alcaldesa NO es revocada, pero sí varios regidores, indistintamente de cualquier partido, pero un máximo de 13 regidores.
2. Susana Villarán pierde la mayoría del Concejo. Este escenario se produciría si la alcaldesa NO es revocada, pero sí 14 regidores o más de cualquier partido […] los regidores revocados son reemplazados por los accesitarios, pero de manera provisional, hasta la realización de Nuevas Elecciones Municipales
3. Lima tiene un alcalde que nadie eligió. Este escenario se produciría si la alcaldesa SÍ es revocada y, además un máximo de 12 regidores. No hay, sin embargo, nuevas elecciones municipales. La alcaldesa es reemplazada por el primer regidor de Fuerza Social no revocado.
4. Un nuevo alcalde, sin mayoría. Este escenario se produciría si la alcaldesa SÍ es revocada, así como 13 regidores o más. La alcaldesa y los regidores revocados son reemplazados por los accesitarios […] hasta que se elija un nuevo alcalde y regidores.
En Facebook, el usuario René Galarreta discrepa con parte de estos cuatro escenarios planteados:
Lo que no explica Tuesta es que para revocar un regidor, es necesario 1/3 de votos válidos, una vez que vayan a votar más del 50% del número de electores limeños. O sea que si van a votar al menos 3’179,158 electores y hay un voto más del SI contra el NO en la casilla 39, y hasta 2/3 del resto de votos nulos o en blanco, ese regidor es revocado (si hay más de 2/3 de votos nulos o en blanco, el regidor se quedaría). Cada regidor sería revocado de manera independiente, así como la alcaldesa. Eso explica el “40 veces NO”, donde para salvar el pellejo cada regidor tiene que rezar para que los votos del No superen al Si, o haya menos de 1/3 de votos válidos.
Quedan menos de dos meses para la consulta, y aunque todos los días los diarios limeños traen más información sobre cómo se desarrolla la campaña, hasta ahora hay poca información de cómo votar adecuadamente, según la opción que tenga el elector. Como menciona el periodista Martín Hidalgo en Sesión de Control, los partidos políticos están tomando esta campaña como un calentamiento previo a las elecciones presidenciales del 2016, y:
Mientras tanto, Susana Villarán juega su propio partido entre frases desafortunadas, cifras falsas y encuestas que le anticipan un futuro nada alentador. La campaña recién empieza.
1 comentario
yo estoy a FAVOR de que la abuelita Villarán se vaya a su casa, no minimizo sus «intentos» (por que de ahí no pasan) por hacer los cosas bien, pero lamentablemente aparte de que carece de una formación académica profesional, que apoye su perspectiva, es SOBERBIA y terca, lo cual deja mucho que desear.