Han pasado unos días desde que la fumata blanca ondeando por encima de la Capilla Sixtina anunciara lo que los católicos de todo el mundo estaban esperando: Habemus Papam. Al final resultó que el Cónclave de los Cardenales eligió al primer Papa Jesuita y latinoamericano de la historia, tal vez el que será capaz de entender mejor las circunstancias de los fieles provenientes de países en vías de desarrollo, donde residen más del 40% de los 1,2 billones de católicos del mundo. En el Caribe, Facebook estaba lleno de actualizaciones sobre la elección papal y enlaces a artículos sobre los antecedentes del nuevo Papa, pero sólo un puñado de blogueros estaban suficientemente motivados como para escribir posts sobre Bergoglio, que ha elegido el nombre papal de Francisco.

Demerara Waves [en] de Guyana republicó [en] el mensaje del Obispo Católico Romano del país, quien pensaba que la elección de Bergoglio «ayudaría a acortar la distancia entre el Caribe y el Vaticano»:

‘Cuando se anunció su nombre y salió al balcón para pedir sencillamente a la gente que orara por él antes de que les diera la bendición, de inmediato dejó su impronta allí mismo. Mostró un tono de un hombre muy consciente de las personas, de sus propias limitaciones. Un mensaje de que lo que hace y tiene que hacer trata de las personas, por ellas y para ellas. Solo queremos invertir en este Papa.’

Además de eso, los blogueros cubanos parecen ser los únicos que prestan atención al asunto. El Café Cubano subió un video del primer discurso del nuevo pontífice, mientras que Havana Times anunció [en] que «el presidente cubano Raúl Castro felicitó al Cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio, elegido como el 266º Papa de la Iglesia Católica y cabeza del estado de la Ciudad del Vaticano». El post también señaló que:

Este es el primer Papa no europeo y Jesuita de la historia, aunque ha sido criticado por su pasividad durante los crímenes cometidos por la dictadura argentina, así como por su oposición a la ley del matrimonio entre personas del mismo sexo, aprobada en aquel país en el año 2010.

Dariela Aquique, bloguera invitada en Havana Times, compartió una visión interesante [en] y cuestionó [en] la razón fundamental tras la celebración [en] de tantos latinoamericanos:

En virtud de haber pasado muchos siglos siendo explotados y discriminados por las grandes potencias, cualquier logro para la población de América Latina se magnifica desde su perspectiva.

Es como si estuvieramos gritando al mundo: «¡Míradnos, existimos!» Esto es por lo que hoy casi todos los latinoamericanos -feligreses e incluso los que no creen- están contentos y orgullosos de la elección de un Papa nacido en este lado del mundo.

Por vez primera en la historia hay un Papa argentino y esto ha hecho que las personas tomen las calles para celebrarlo. Muchos líderes de la región incluso han manifestado en las redes sociales muestras de placer frente a este hecho.

Todavía me pregunto: ¿qué importa dónde nació el Papa? Si es europeo, latino, africano o asiático, eso no cambia nada si no es un ser humano integral.

Ella continuó [en]:

Este hombre tiene una historia personal que es algo lamentable: colaboró ​​con la dictadura en Argentina. Lo que es más, hay acusaciones que evidencian que entregó a las autoridades gente que está en la lista de las personas desaparecidas.

Además, se ha opuesto a la presidenta argentina, Cristina Fernández, sobre la cuestión de los matrimonios homosexuales, una postura que ella ha calificado de medieval.

Por lo tanto, no entiendo toda la emoción de los argentinos y otros latinoamericanos. El pasado tiene un peso y nadie cambia de la noche a la mañana. El nuevo Papa será, en mi opinión, otra figura atrasada de la iglesia.

Es como su predecesor, que perteneció a las juventudes hitlerianas, alentó la toma de juramentos de silencio frente a las acusaciones de corrupción sexual, y cuyo pontificado estuvo marcado por varios escándalos.

Así, mientras que los latinos gritan con entusiasmo: «Habemus Papam», pido que se hagan esta pregunta: Pero, ¿quién es él?