Brasil: Expulsan campamento indígena por obras del Mundial 2014

La policía militar anti-disturbios brasilera expulsó un grupo de indígenas de un antiguo Museo del Indio que ellos habían ocupado en Río de Janeiro, para dejar espacio a una construcción de la Copa mundial de fútbol 2014.

Los agentes policiales irrumpieron armados con varas en el que fue el Museo del indio, el 22 de marzo 2013, lanzando gases lacrimógenos y forcejeando con los indígenas y quienes los apoyaban, que habían construido barricadas durante la noche para repeler [pt] la invasión.

El edificio está junto al famoso Estadio Maracaná y será convertido en un museo del deporte para La Copa mundial de fútbol 2014 y los Juegos olímpicos 2016.

Las autoridades brasileras intentaron previamente expulsar a los indígenas residentes de la que era conocida como la Aldea Maracaná y ocupaban el lugar vacío desde hacía 6 años en enero. La Aldea Maracaná ahora se transforma en la última de una serie de expulsiones que han provocado críticas de los defensores de derechos humanos [en] en Brasil, que se prepara para ser la sede de la Copa del mundo.

La activista Paula Kossatz incluyó un video [pt] en Facebook que muestra a la policía arrestando a los manifestantes durante la madrugada antes de la invasión policial.

El ‘Diário Liberdade’ (Diario Libertadinformó [pt] que cerca de cien policías equipados con «balas de caucho, gas pimienta y varas» forzó la expulsión:

Ao que parece, segundo as primeiras informações, houve moradores da Aldeia Maracanã feridos na sequência da invasão. Entre eles, um menino de quatro anos que sofreu as consequências do gás pimenta policial. Ainda, uma mulher grávida foi reprimida violentamente e presa.

Parece, según las primeras informaciones, que hubo residentes de la aldea Maracaná que fueron heridos como resultado de la invasión. Entre ellos un niño de cuatro años que sufrió las consecuencias del gas pimienta usado por la policía. También una mujer embarazada que fue reprimida violentamente y apresada.

Foto de Norbert Suchanek. Usada com permissão.

«Juntos somos muchos, unidos somos uno.» Foto de Norbert Suchanek. Usada con autorización.

El 12 de enero del 2013 Global Voices cubrió el primer intento de sacar a las 23 familias que vivían en el histórico edificio. En ese incidente la policía militar, con la ayuda de la policía anti-disturbios, sitiaron el «museo viviente» de los pueblos indígenas, como la Aldea Maracaná es llamada por muchos hoy en día, sin aviso previo u orden judicial [pt]. El intento movilizó a los pueblos indígenas y los manifestantes, quienes exitosamente evitaron la planificada demolición [pt].

Poco menos de un mes mas tarde el Gobernador del Estado de Río de Janeiro anunció que el edificio sería convertido [pt] en el Museo del Comité olímpico brasilero. Eliomar Coelho, un concejal de la ciudad de Rio de Janeiro del partido Socialismo y Libertad, propuso que el lugar fuera declarado patrimonio nacional [pt], pero la propuesta fue rechazada el 14 de marzo del 2013.

Solo 12 de los ex-habitantes [pt] de la Aldea Maracaná (el comunicado de prensa [pt] oficial dice 22) aceptaron la propuesta del gobierno del Estado de permanecer temporalmente en un asentamiento de contenedores en el patio de un antiguo hospital de leprosos en Jacarepaguá, donde un Centro cultural de pueblos indígenas espera ser construido. El lugar alberga más de dos mil personas y fue rechazado por la mayoría de los indígenas porque es un lugar aislado y no ofrece perspectivas de trabajo.

Indignados por la decisión de desalojarlos del recinto, los 75 indígenas [pt] residentes en la Aldea Maracaná, decidieron resistir y no lo hicieron por su cuenta como lo informa la profesora Fernanda Sánchez de la Universidad Federal Fluminense e informado [pt] en el Blog de Raquel Rolnik [pt]:

As lideranças indígenas são apoiadas por diversos movimentos sociais, estudantes, pesquisadores, universidades, comitês populares, organizações nacionais e internacionais de defesa dos Direitos Humanos, redes internacionais e outras organizações da sociedade civil. A luta dos índios e o conflito estabelecido entre o governo e o movimento resultaram num importante recuo do governo, que diante da pressão social desistiu da demolição do prédio e passou a defender a sua “preservação”. A desocupação do prédio foi decretada, com hora marcada.

Los líderes indígenas son apoyados por diversos medios sociales, estudiantes, investigadores, universidades, comités populares, organizaciones nacionales e internacionales de defensa de Derechos humanos, redes internacionales y otras organizaciones de la sociedad civil. La lucha indígena y el conflicto entre el gobierno y el movimiento resultaron en una importante retirada (abandono) del gobierno cuando frente a la presión social desistió de la demolición del lugar y pasó a defender su «preservación». La desocupación forzada del lugar fue decretada con una hora determinada.

Manifestantes fecham avenida Radial Oeste em protesto após entrada da PM na Aldeia Maracanã. Foto de Artur Romeu, usada com permissão.

Manifestantes en un lugar cercano a la avenida Radia Oeste luego que la policía militar entrara en la aldea Maracaná. Foto de Artur Romeu. Usada con autorización.

Y ella concluye:

Os manifestantes, em absoluta condição de desigualdade frente à força policial e seu aparato de violência, lançaram mão de instrumentos bem diferentes daqueles utilizados pelo Batalhão de Choque: ocuparam o prédio para apoiar os índios, resistiram à sua desocupação e manifestaram, no espaço público, nas ruas e avenidas do entorno do complexo do Maracanã, sua reprovação e indignação frente à marcha violenta desta política.

Los manifestantes, en absoluta condición de desigualdad frente a la fuerza policial y su aparato de violencia, recurrieron a instrumentos muy diferentes a los usados por la fuerza anti-disturbios: ocuparon el lugar con el objeto de dar apoyo al grupo indígena; resistieron la expulsión y protestaron en el espacio público, en las calles y avenidas dentro del complejo de Maracaná para mostrar su reprobación e indignación frente a la puesta en práctica de esta política.

Durante la expulsión, los periodistas, que trataban de hacer su trabajo, al igual que los activistas, fueron atacados con gas pimienta [pt] y algunos fueron heridos [pt] por la policía. El caricaturista Caros Latuff grabó las imágenes de la brutalidad policial y las subió a YouTube:

Mientras criticaba la violencia policial en una video-entrevista [pt], el congresista federal Marcelo Freixo, quien es el presidente del Comité de derechos humanos de la Asamblea legislativa de Río de Janeiro, fue tomado por sorpresa cuando la policía tiraba gas lacrimógeno en la cercanía. El colectivo Juntos reproduce [pt] sus palabras en Facebook:

A PM agiu arbitrariamente. Não era preciso o uso da força. Era um grupo pequeno que estava lá quando o Batalhão de Choque entrou. Mesmo que alguns resistissem, era possível a retirada das pessoas sem violência. Chegaram a lançar spray de pimenta nos parlamentares, no promotor e no defensor público.

La policía militar actuó de manera arbitraria. No era necesario utilizar la fuerza. Era un grupo pequeño que estaba allí cuando el batallón anti-disturbios entró. Aún en el caso de resistencia de algunos de ellos era posible sacar a las personas sin violencia. A pesar de ello usaron gas pimienta contra el congresista, el fiscal y el defensor público.

Manifestante é arrastada por policiais do Choque. Foto de Artur Romeu, usada com permissão.

Una manifestante es arrastrada por la policía anti-disturbios. Foto de Artur Romeu. Usada con autorización.

El activista Bruno Guimarães escribe un amplio informe [pt] en Facebook sobre el violento proceso de expulsión del que fue testigo:

Todos os que estávamos por lá, mais de 500 pessoas, receberam gás lacrimogênio, pois fomos cercados e ora a polícia de um lado, ora a de outro, nos atacava, não havendo ponto de fuga. Os membros da imprensa protestavam, os manifestantes também, alvos de uma violência despropositada. A hora seguinte foi de batalha campal. E de sadismo, policiais que gritavam «voltem para a floresta, seus índios», ou que riam de nós por não termos as máscaras para nos proteger do gás. Cheguei em um deles, pedi para poder sair dali, disse que não era do Rio, era turista, questionei tanta violência, e ele me disse «pois estamos fazendo isso daqui é para vocês, turistas, mesmo. Só estamos cumprindo ordens».

Todos los que estábamos allí, más de 500 personas, recibimos gas lacrimógeno, luego fuimos cercados por más de una hora con policías de un lado y de otro, nos atacaban, imposible salir. La gente de la prensa reclamaba al igual que los manifestantes objeto de una violencia desproporcionada. La hora siguiente fue un campo de batalla. Y el sadismo, los policías que gritaban «vuelvan a la selva ustedes los indios» o que se reían de nosotros por no tener máscaras para protegernos del gas. Me acerqué a uno de ellos, pedí salir de allí, dije que no era de Río, que era turista, cuestioné la razón para tanta violencia y me dijo «estamos haciendo esto para ustedes turistas. Solo estamos cumpliendo órdenes».

La ‘Agência de Notícias das Favelas’ (Agencia de noticias de las favelas) subió a [pt] YouTube un video que muestra cómo el gas lacrimógeno es lanzado a los manifestantes:

Guilherme Pimentel, del colectivo de la revista ‘Vírus Planetário’, escribió un breve informe [pt] sobre los errores cometidos durante la expulsión:

1 – O governo (Secretaria de Assistência Social e Direitos Humanos do Estado) se negou a negociar no local e disse que só negociaria depois de retirados todos os indígenas. Essa postura gerou um grande impasse.
2 – Os oficiais de justiça preferiram a velocidade do que a qualidade do cumprimento da «ordem» de despejo, vetando propostas que tomariam muito tempo e ignorando inclusive a condição expressamente colocada pelo juiz de não utilizar nenhuma forma de violência.
3 – A PM descumpriu sua palavra de não agir com violência na desocupação do local, mesmo com os manifestantes já cedendo e saindo por vontade própria, já com os portões abertos e sem cadeado…

1 – El gobierno (Secretaría de Servicio social y derechos humanos del Estado) rechazó negociar en el sitio y dijo que solo negociaría después que todos los indígenas fueran expulsados. Esta actitud generó un gran impase.
2 – Los funcionarios de justicia prefirieron la rapidez sobre la calidad del cumplimiento de la «orden» de expulsión, dejando fuera propuestas que tomarían mucho tiempo e ignorando incluso las condiciones expresamente impuestas por el juez de no utilizar ninguna forma de violencia.
3 – La policía militar no cumplió con su palabra de no actuar con violencia en la expulsión del lugar aún cuando los manifestantes estaban cediendo y saliendo por su propia voluntad, ya con las puertas abiertas y sin candados …

El activista Pedro Rios Leão grabó varias escenas [pt] de violencia contra los manifestantes al igual que el usuario de You Tube Aquilante Leonel:

Hay incluso una denuncia de que una arma sónica (NdT: dispositivo que emite un ruido de alta frecuencia), potencialmente letal, habría sido usada [pt] por primera vez en el país contra los manifestantes.

El diputado federal Chico Alencar, miembro del partido Socialista y Libertad (PSOL) afirmó [pt] que la lucha continuará:

Marx escreveu que ‘a história só se repete como tragédia ou como farsa’. Taí: Cabral invadiu a Aldeia Maracanã, com suas naus cruzadistas, e expulsa seus nativos. Mas a luta vai prosseguir, e os ‘conquistadores’ contemporâneos, mercadores dos espaços urbanos, encontrarão resistência!

Marx escribió que ‘la historia se repite como tragedia o como farsa’. Esto es: Cabral invade la Aldea Maracaná con sus cruzados y expulsa a sus nativos. ¡Pero la lucha continuará y los ‘conquistadores’ contemporáneos, mercaderes de los espacios urbanos encontrarán resistencia!

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