Casi uno de cada dos usuarios de Internet visita YouTube, informó la compañía la semana pasada, tras anunciar [en] que ahora cuenta con más de mil millones de usuarios cada mes. Pero ninguno de estos usuarios de Internet está en Pakistán, donde el gobierno bloqueó el acceso a YouTube en diciembre pasado, sólo horas después de haber reabierto el sitio tras un periodo de bloqueo que se inició en septiembre de 2012. El gobierno también ha bloqueado temporalmente el acceso a Facebook [en] y Twitter [en] en varias ocasiones.
Aunque muchos visitantes de YouTube van el sitio por los videos de Harlem Shake y de gatos lindos, muchos otros dependen de YouTube para acceder a noticias. En octubre del año pasado, millones de espectadores [en] vieron la primera ronda del debate presidencial de Estados Unidos en YouTube. La importancia de los sitios web como YouTube, Twitter y Facebook como canales de distribución de noticias es subrayada tanto por redes ciudadanas utilizando estas plataformas para el intercambio de información sobre acontecimientos locales (como en los levantamientos en Oriente Medio y Norte de África o los periodistas ciudadanos en México), y por la considerable presencia [en] que los medios de comunicación consolidados tienen en estos sitios. Se utilizan como un foro para divulgar contenido, ya sea información de primera mano, artículos o videos, a un público más amplio al que no se puede llegar por medios tradicionales.
Al cruzar la frontera con Pakistán, sin embargo, el acceso a los contenidos de YouTube y muchos otros sitios web de noticias está bloqueado. Sitios web como el Toronto Sun [en], Rolling Stone [en], BuzzFeed.com [en], páginas en Wikipedia, y muchos otros han sido incluidos en la lista negra del gobierno. Sus URLs están bloqueadas bajo el pretexto de proteger la moralidad. Sin embargo, tras un examen más detallado [en] estas restricciones parecen ser principalmente de tinte político. En un caso, las autoridades bloquearon el acceso a un video de un oficial militar ayudando en una apropiación de tierras, y en otro, se bloqueó el video del presidente de Pakistán diciendo a los oyentes que se «callaran» en medio de un discurso público. La moralidad no parece ser el tema a debatir.
Con las ya próximas elecciones generales en Pakistán, esta restricción del acceso a contenidos de noticias independientes y tradicionales es alarmante. De hecho, las elecciones son un momento en que la gente debería tener acceso a información que podría afectar su voto; la libertad de expresión política y el libre flujo de información es lo que hace que una democracia funcione. Y el acceso a las noticias de medios no convencionales es muy importante en este contexto. El gobierno de Pakistán entiende esto perfectamente, o sus esfuerzos continuos de bloqueo, que están en violación de sus obligaciones bajo el derecho nacional e internacional, no valdrían la pena. La ONG paquistaní Bytes for All [en] está desafiando el bloqueo de YouTube ante los tribunales y, junto a Media Legal Defence Initiative [en], ha solicitado [en] la intervención urgente del Relator Especial de las Naciones Unidas para la Libertad de Expresión.
Bytes for All argumenta que los bloqueos generales y arbitrarios de URLs socavan el derecho a la libertad de expresión y el derecho a la información protegido por la Constitución de Pakistán. Su Petición Constitucional pide que se obligue al Gobierno de Pakistán a (1) proporcionar una lista de todos los sitios web bloqueados, junto con los motivos subyacentes al bloqueo en cada caso; (2) desbloquear YouTube y todos los otros sitios web que actualmente no están disponibles al público, y (3) implementar salvaguardias adecuadas para evitar cualquier futuro bloqueo ilegítimo. El tribunal tiene previsto dictar una decisión en la primera semana de abril. Con suerte, actuará sobre las solicitudes presentadas y restablecerá el acceso del pueblo paquistaní a noticias independientes antes de que se dirijan a las urnas.
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