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Bebé a bordo: entrevista con una familia de bloggers viajeros

Categorías: Asia Central y Cáucaso, Europa Central y del Este, Europa Occidental, Latinoamérica, Alemania, Polonia, Arte y cultura, Fotografía, Ideas, Medios ciudadanos, Viajes, Perfiles de blogueros

Una entrevista con La Familia Sin Fronteras: Anna y Thomas Alboth, padres, viajeros y blogueros [1] [en] que han estado viajando por el mar Negro y por América Central con sus dos hijas pequeñas.

En 2010, una joven pareja de Berlín- Anna una periodista polaca, y Thomas un fotógrafo alemán- decidió vivir su sueño de trotamundos- y decidió hacerlo con su hija de 6 meses a bordo. Con un Renault Espace lleno a tope hicieron un viaje de medio año por el mar Negro, a través del Cáucaso hasta el mar Caspio. La idea funcionó tan bien que en 2012, ya con su segunda hija, Mila, viajaron por América Central desde México hasta Guatemala, Belice y Honduras.

Desde su primer viaje decidieron compartir su inusual experiencia a través de su blog, La Familia sin Fronteras [1] [en]. El interés por el blog resultó tan significativo que en 2011 fue nombrado como el mejor blog de viajes por la edición polaca de la revista National Geographic.

Global Voices (GV): Vamos a imaginar 25 años hacia delante. Sus hijas tienen sus propios hijos y quieren irse de viaje con ellos. ¿Cuál sería su reacción? 

Mexico (yukatan), Holbox Island. Picture used with the permission of Thomas Alboth. Copyright: Thomas Alboth

México (Yucatán), isla Holbox. Foto © Thomas Alboth, usada con permiso.

Anna (A):Espero que sea así. Últimamente, hemos tenido conversaciones sobre padres, hijos y nietos, y como todo eso puede cambiar. Nosotros temíamos que quizás ellas elijan un estilo de vida totalmente distinto al nuestro y que sería difícil de aceptar si ellas empezasen a decir cosas como «Quiero ir a un hotel». Por otro lado, cuanto más ellas crecen más me siento temerosa de que algo les pueda pasar, cosas de madres.

Thomas (T): Me gustaría que fuera así. Pero no estoy seguro que a ellas les vaya a gustar este estilo de vida, tengo amigos que crecieron en pisos comunitarios y se han convertido en todo lo contrario. Yo estoy feliz de ser totalmente distinto de mis padres. Así que quizás un día ellas se quedarán en un hotel, tendrán bonitas maletas con ruedas y esta bien.

GV: Ustedes recibieron el título del Mejor Blog de Viajes en 2011 del National Geographic. ¿Porque creen que su blog ha tenido tanto éxito? 

A: Creo que por dos motivos. Primero, no planeamos que el blog triunfara, así que solo estábamos haciendo lo que nos apetecía, y creo que esas cosas triunfan cuando uno hace lo que le apasiona. Hemos conocido a blogueros de viaje que tenían un plan empresarial, pero para nosotros era básicamente escribir a los abuelos para que ellos vieran a Hanna a salvo y sonriente. Así empezó. Después empezamos a chequear las estadísticas y al ver que la gente de 20, 40, 50 países estaba visitando el blog,  nos quedamos sorprendidos. Está esta generación de jóvenes europeos que estudia en el extranjero, viaja, forma parejas internacionales, y creen que si deciden tener hijos todo eso se acabará. Creo que cuando ven lo que hicimos, pasan a tener esperanza de que no necesariamente todo tenga que terminar.

The whole family in their flat in Berlin. Photo by Kasia Odrozek

La familia completa en su piso en Berlin.. Fotografia de Kasia Odrozek

GV: ¿Tenían una división clara del trabajo: quien escribe, quien saca las fotos y etcétera…?

A:  Sí, teníamos las tareas claramente divididas. Yo saqué unas pocas fotos, pero por lo general él tenía la cámara todo el tiempo. Yo escribía las publicaciones, Thomas quizás haya escrito dos publicaciones en los tres años. Para el blog, él hace la parte técnica y yo hago el trabajo de comunicación humana. En la carretera en general, Thomas conduce, y yo le digo donde ir [risas]. La cosa funciona cuando lo compartimos. Hace un par de semanas, él estaba en Birmania y yo en Palestina y no publicamos nada en el blog, fue raro.

GV: ¿Su experiencia habría sido distinta sin el blog?

A: Para mí tener el blog me motivaba a buscar más información en general. En el segundo viaje, yo escribía mucho más como periodista, así que me fijaba más en las cosas, buscaba más contexto mientras hablaba con la gente, cogía folletos en los museos y etcétera. No sé si hubiera hecho todo eso sin saber que lo iba a publicar.

T: Yo estaba un poco celoso, porque escribir significa reprocesar, mientras que editar las fotos no es la misma experiencia, no necesitas más información, no tienes que entender la situación para sacar una foto.

At Lake Sevan in Armenia. Photo © Thomas Alboth, used with permission.

En Lago Sevan, Armenia. Foto © Thomas Alboth, usada con permiso.

GV: ¿Cuál es su recuerdo favorito cuando miran atrás hacia sus viajes?

T: Más que un recuerdo es una sensación de estar a tu propio ritmo, de decidir sobre tu propia vida. Cuando vives en un sitio tienes una rutina diaria, te levantas, coges un café por la mañana, coges el tranvía o el metro y vas a la oficina, el 80% de tu día es previsible. Eso es lo que me gustaba del viaje, por medio año tu decides lo que quieres hacer.

GV: ¿Hubo algún momento cuando pensaron «nos equivocamos»?

A:  Hubo un momento cuando tuvo miedo y pensé que la gente que decía que éramos unos padres irresponsables tenía la razón. Fue la noche en un hotel en Guatemala cuando vimos tres hombres fuertes con armas de fuego pasando por el pasillo, discutiendo por teléfono. Tuvimos que hacer algo para sentirnos mejor, entonces les preguntamos si eran peligrosos. No hablábamos mucho español, pero por suerte conocíamos la palabra peligroso. Ellos contestaran «sí, pero no para ustedes, ni aquí». Después nos enteramos que en Guatemala todos tienen armas pues no se han desarmado tras la guerra civil.

GV: Dicen que sus viajes eran acerca de la gente y de sus historias. ¿Cuál fue la cosa más loca que escucharon o vivieron?

T: Si vienes de un mundo distinto, incluso la manera de vivir cotidiana de la gente te parece interesante y algunas veces rara.

The family has a hard time to say goodbye to their hosts in Guatemala, Chilasco Waterfall. Photo © Anna Alboth, used with permission.

La familia tiene que despedirse de sus anfitriones en San Rafael Chilasco,Guatemala.Foto © Anna Alboth, usado con permiso.

A: Durante el segundo viaje, en Guatemala, nos hospedamos con una familia Maya, en su pequeña casa con sillas de plástico y una televisión. Después de hablar con ellos, se quedaran sorprendidos, no por que hayamos estado viajando tanto tiempo, y sí por el hecho de que pudiéramos vivir tanto tiempo sin televisión. Luego, por la noche cuando empecé a cortar patatas para la sopa todas las niñas empezaran inmediatamente a ayudarme, pues eso es lo que hacen, lo comparten todo. Cuando nos fuimos, nos preguntaron cuando volveríamos y nos dio pena, queríamos decirles que les llamaríamos pero no tenían teléfono, querían escribirnos una carta, pero no sabían escribir.

GV: ¿Algún plan para el futuro?

A:  Por supuesto que tenemos que volver a viajar. Pero antes tengo que terminar mi libro sobre América Central, entonces viajaremos de nuevo.

 

El 26 de marzo de 2013 «La Familia Sin Fronteras» compartió sus fotos y sus historias en una presentación de diapositivas en la tienda «Globetrotter» en Berlín. Para mayor información favor consultar su blog [2] o Facebook [3] [en].