Superhéroe liberal «KermlinRussia» se desenmascara y lo tachan de malo

Fans de superhéroes caidos y de la ley de Godwin –mientras se alarga una discusión en línea, crece la probabilidad de una comparación con los nazis o con Hitler- lean.

«La banalidad del mal» es una frase acuñada por Hannah Arendt hace cincuenta años, en su libro sobre el teniente coronel alemán de las SS Adolf Eichmann, que concluye que las grandes maldades de la historia no fueron perpetradas por fanáticos o sociópatas, sino por gente normal que aceptaba la situación existente y consideraba que sus acciones eran normales.

Arseny Bobrovsky no es Adolf Eichmann. Desde luego, nunca ha matado a nadie —de hecho, ni siquiera ha violado ninguna ley. Pero en la RuNet, para algunos representa el mal en estado puro.

Bobrovsky, propietario de una empresa rusa de relaciones públicas llamada «Daily Communications» [ru] sería, a grosso modo, un ejemplo típico de la «clase creativa» liberal de Moscú, si no fuera por un detalle: Bobrovsky tiene una identidad secreta. Al menos la tenía hasta el 25 de marzo de 2013, cuando él y su cómplice [ru], Katya Romanovskaya, decidieron revelarse [ru] al mundo como autores de KermlinRussia, una de las cuentas de Twitter más populares del país. Superando con mucho el medio millón de seguidores, KermlinRussia —una parodia del primer nombre en Twitter de Dmitri Medvedev— está considerada en general como una de los principales portavoces del movimiento liberal de oposición

Pocas horas después de esta «confesión», los sospechosos habituales que se hacen eco de las últimas noticias antioposición (en este caso, el formidable Stanislav Apetyan) desvelaban [ru] el curioso hecho de que Bobrovsky ayudó a dirigir [ru] una campaña de relaciones públicas para una de las instituciones más odiadas de la RuNet: la Safe Internet League [ru] (Liga de Internet Seguro o LBI por sus siglas en ruso). Esta organización es célebre, sobre todo, por difundir la lista negra de la RuNet, una iniciativa federal de censura lanzada el pasado verano, diseñada para purgar la web de contenidos peligrosos para los niños (aunque los críticos argumentan que este mecanismo extrajudicial es un terreno resbaladizo que conduce a endurecer la represión de la libertad de expresión digital).

Control de daños

Esta revelación no podría haber sido más oportuna para Apetyan, que solo cuatro días antes había sido señalado [ru] en Facebook por Ilya Segalovich, cofundador de Yandex, como un títere a sueldo del la LBI. El 21 de marzo de 2013, Segalovich citó una entrada [ru] del 18 de marzo en la página de la LBI en Vkontakte, en la que la liga mencionaba el blog de Apetyan y resumía su conclusión de que la gran mayoría de los seguidores en Facebook de figuras públicas de la RuNet están locos. «Para mí, personalmente —declaró Segalovich— el tema de la liga ya está claro», afirmando que cualquier afiliación con Apetyan le desacreditaba por completo.

Arseny Bobrovsky, miembro de KermlinRussia, apareció enmascarado el 12 de abril de 2012 en una entrevista con DozhdTV. Captura de pantalla de YouTube.

Como se ha descubierto, Bobrovsky era un colaborador mucho más importante, aunque su cuenta KermlinRussia es una referencia en línea para los liberales rusos. Después que se propagara el descubrimiento de Apetyan, Bobrovsky publicó [ru] un largo texto de defensa en la página de Facebook de KermlinRussia, explicando detalles de su trabajo pasado para la LBI, así como de sus razones para servir a un cliente tan odioso. De casi dos mil palabras, el texto de Bobrovsky —una mezcla de confesión y racionalización— es digno de leerse.

En ciertos momentos, expresa arrepentimiento:

Здесь начинается серая зона моей совести. В этот момент я задал несколько вопросов, ответы на которые знал. Также как и знал, что мне соврут. Совесть боролась с профессиональными амбициями. В сухом остатке ясно, что я более амбициозный, чем совестливый.

[Cuando acepté el contrato con LBI] se inició un periodo gris en mi conciencia. En ese momento, hice muchas preguntas de las que ya sabía la respuesta. También supe que [LBI] me mentiría. Mi conciencia luchó contra mis ambiciones profesionales. Al final, resulta que tengo más ambición que conciencia.

En otro párrafo, Bobrovsky intenta justificar sus decisiones con la excusa de su profesionalidad consumada:

Но мне хотелось сделать этот проект. Потому что только такие проекты по-настоящему показывают, чего ты стоишь как профессионал.

Pero quería realizar este proyecto. Porque solo este tipo de proyectos pueden demostrar verdaderamente tu temple como profesional.

Y más tarde añade:

Как профессионалу мне совершенно не стыдно. Я сделал свою работу очень хорошо и свалил обратно – заниматься бизнес-пиаром Маршала, передав через пару месяцев работу над аккаунтом своему сотруднику.

Como profesional, no estoy avergonzado en absoluto. Hice un gran trabajo y me fui de ahí a llevar el tema de las relaciones públicas de Marshal Capital [el intermediario entre Daily Communications y la LBI], tras conseguir pasarle la cuenta a un colega a los dos meses.

La «profesionalidad» y la oportunidad de demostrar su talento para manipular la percepción pública fueron los puntos claves en la decisión de Bobrovsky. Al principio evitó aceptar el contrato de la LBI, recomendando en su lugar a un competidor, Victor Michaelson [ru]. Según Bobrovsky, la empresa de Michaelson estuvo muy desacertada, organizando una chapucera conferencia de prensa que aumentó la mala prensa de la LBI y de su presidente Konstantin Malofeev (que también fundó Marshall Capital, el empleador directo de Daily Communications). Bobrovsky dice que solo intervino después de este fiasco mediático, incapaz de resistirse al desafío. («Una crisis de relaciones públicas —escribe— es el tipo de proyecto más interesante»).

Supuestamente, para mostrar lo poco que le interesa el dinero, Bobrovsky llega a revelar el valor del contrato que finalmente aceptó Daily Communications: 330 000 rublos (unos 10 000 dólares) mensuales. Bobrovsky alega que el precio de Michaelson era casi dos veces y media mayor, sobrepasando los 150 000 dólares por un trabajo de seis meses. Lo que Bobrovsky no menciona es que le prometieron el 20% de las ganancias contractuales de Michaelson. Según este último, Bobrovsky luchó [ru] para conseguir el 20% del valor total del contrato, incluso después que LBI prescindiera de los servicios de Michaelson a las seis semanas de campaña. Bobrovsky consiguió un 20% de esas seis semanas (unos 3000 dólares), pero parece ser que esto provocó la enemistad de Michaelson, enemistad que culminó con el texto publicado en la página de Facebook de KermlinRussia, en el que Bobrovsky anunciaba al mundo (quizá como maquillaje o quizá como una revelación sincera) que a Michaelson le venía grande el trabajo con LBI.

No todo el mundo se lo cree

Un poco antes, el 25 de marzo, Tonia Samsonova, una periodista agitadora de Slon.ru, Ekho Moskvy y la cadena Dozhd de televisión, respondió a la revelación de Bobrovsky. Sansonova, que entrevistó [ru] a un Bobrovsky aún enmascarado en mayo de 2012, expresó [ru] en Facebook lo incómoda que le resulta esta revelación:

Вчера мы сидели в кафе с Арсением – кермлинрашей – я пришла домой и легла спать в семь вечера, мне снились кошмары. Потому что Арсений делал вещи, которые я не могу оправдать, и писал в Forbes тексты, с которыми я частично согласна (а по ключевому поводу мы с ним никогда не договоримся, видимо).

Ayer, Arseny (KermlinRussia) y yo nos reunimos en una cafetería. [Sansonova también publicó una foto de este encuentro]. Después me fui a casa y me acosté a las 7.00 de la tarde. Tuve pesadillas. Porque Arseny ha hecho cosas que no puedo justificar, ha escrito textos para Forbes.ru, con los que en parte estoy de acuerdo (aunque la clave de todo esto parece ser que nunca estuvimos de acuerdo).

Las reservas de Samsonova sobre los «actos injustificables» y los cuestionables textos de Bobrovsky expresan las opiniones que expuso en su encuentro televisado de mayo de 2012, cuando ambos discutieron sobre los editoriales de KermlinRussia para Forbes.ru, en las que Bobrovsky argumenta regularmente que toda la riqueza rusa (grande o pequeña) discurre por «vías poco honestas» (con la idea de que ningún ruso puede escapar a la criminalidad implícita en la supervivencia). Samsonova se oponía abiertamente a esta tesis, diciendo a su invitado lo equivocado que estaba. En la entrada siguiente en el Facebook de KermlinRussia, publicada horas después de que Samsonova hablara de sus pesadillas, Bobrovsky comentaba que quizá debería lamentarse de su trabajo para Ekho Moskvy, empresa propietaria de Gazprom y presidida por Alexey Venediktov, sospechoso [ru] de connivencia con el régimen en los momentos críticos de las protestas del invierno 2011-2012.

¿Motivos ordinarios?

¿Y qué ha sido de Bobrovsky? Parece que tanto él como su colega de KermlinRussia, la Sra. Romanovskya, se han unido al personal regular de la revista GQ Russia, como anunció el editor jefe, Michael Idov, en un sentido mensaje a los lectores [ru] aparecido en el último número. La pareja está todavía actualizando KermlinRussia, y aparentemente, Bobrovsky seguirá escribiendo artículos para Forbes.ru, donde una de sus más recientes colaboraciones (irónica, dadas las revelaciones de esta semana) atacaba nada menos que a la Liga de Internet Seguro. Leyendo ese texto, cabe preguntarse cómo esperaba Bobrovsky que los lectores se tomaran su columna, una vez que su pasada relación con la LBI ha salido a la luz. ¿Llegó a pensarlo? En este texto del 6 de febrero [ru], escribe:

Декларация борьбы с детской порнографией и педофилией — это эффективный способ получить 100%-ную общественную поддержку и настолько высокий уровень доверия к проектам Лиги, чтобы общество относилось к любым ее действиям максимально некритично. Очень похоже на стиль Владимира Путина, который в 2004 году под флагом борьбы с терроризмом почему-то отменил губернаторские выборы.

Declarar la guerra contra la pornografía infantil y la pedofilia es un medio efectivo de conseguir el 100% del apoyo popular y un alto nivel de confianza pública en los proyectos de la liga, de forma que la sociedad no se muestre crítica con ninguna otra de sus acciones. Es muy similar al estilo de Vladimir Putin, que en 2004, bajo la bandera de la guerra contra el terrorismo, por alguna razón canceló las elecciones gubernamentales.

Bobrovsky, por supuesto, conoce con precisión lo que inspiró la campaña de relaciones públicas de la LBI. Después de todo, es quien la realizó. El extracto anterior muestra, probablemente mejor que cualquier otra cosa que haya dicho en la última semana, la disonancia cognitiva que colorea la conciencia que Bobrovsky tiene de sí mismo. ¿Es una manifestación moderna y diluida de la «banalidad del mal» de Arendt? En el epílogo de su libro, Arendt explica que la banalidad que menciona el subtítulo se refiere específicamente a las razones extrañamente convencionales de las monstruosas acciones de Eichmann:

Excepto por una extraordinaria diligencia a la hora de observar sus avances personales, no tenía ningún motivo. Y esta diligencia en sí misma no es ningún delito […].

Por talento y tenacidad, KermlinRussia se ha ganado su puesto entre las personalidades más apreciadas de la RuNet. De hecho, Bobrovsky parece acometer con esa misma resolución todos sus proyectos, virtuales y profesionales, buenos y malos.

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