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Papa argentino: Bergoglio y los ‘curas villeros’

Categorías: Latinoamérica, Argentina, Derechos humanos, Religión

Más que recordarle por no utilizar vehículos oficiales o por movilizarse en micro para visitar barrios humildes, al excardenal Jorge Mario Bergoglio -ahora papa Francisco [1]- se le recuerda en Argentina por sus obras en las «villas miseria [2]«–asentamientos informales ubicados en las grandes urbes del país.

La página Bajando lineas [3] comenta sobre las visitas [4] de Bergoglgio a las villas:

El cardenal es un gran enamorado de esa religiosidad popular, dicen los curas, y cuentan que es bastante común que, durante las peregrinaciones juveniles a Luján, sea Bergoglio el confesor que se instala, sin que los jóvenes peregrinos lo sepan, en la basílica.

Tampoco es raro, dicen, que llegue de improviso a un comedor popular o a la fiesta de una Virgen en alguna de las barriadas donde trabaja el equipo.

Los «curas villeros», los sacerdotes cuyas obras están basadas en las villas miserias de Argentina, fueron impulsado por el actual papa. Maria O'Donnel en la pagina La Vanguardia difunde [5] su labor:

Estos curas, muchos de ellos nacidos y criados en familias de clase media acomodada, reivindican la cultura de los barrios que habitan. Pelean contra la estigmatización, rescatan la solidaridad, las colectas ante cada muerte para que nadie sea privado de un velatorio digno, la alegría que no se rinde ante la adversidad y todo eso quieren defender ante la mirada que sienten prejuiciosa del afuera. Por eso hablan de integrar, antes que de urbanizar.

Villa 31, Buenos Aires, Argentina [6]

Villa 31, Buenos Aires, Argentina. Foto de usuario de Flickr christoph.wesemann, bajo licencia Creative Commons (CC BY-NC 2.0)


El blog [7] del Padre Ismael Ojeda relata [8] la relación del cura villero ‘Padre Pepe’ (por Jose Maria) con el excardenal Bergoglio:

En misión ahora por la provincia, el padre Pepe considera a Bergoglio «un amigo y un padre espiritual»: «Fue él quien me mandó en 1997 a Villa 21», al frente de un «equipo de sacerdotes» en una parroquia extrema, situada en una tierra de compra y consumo de drogas. Cuatro sacerdotes para cuarenta mil personas: «Gracias a él, a su presencia, hemos conseguido desarrollar muchos trabajos de prevención y recuperación». Gracias a la intervención del arzobispo, Di Paola se ha salvado: «Me la habían jurado, él me protegió».

En el post «Francisco, el papa de los confines» [9], Eduardo Casas [10] resume la tarea de Bergoglio como cardenal:

El Papa Francisco se lleva lo mejor del Cardenal Jorge Mario Bergoglio para el ministerio de Pedro: sus viajes en el subte de la ciudad de Buenos Aires; sus visitas a la Villa 31; su presencia en las cárceles, su aliento a las escuelas, sus palabras a las enfermos de VIH, su paso por  la Compañía de Jesús de la ciudad de Córdoba; su conversaciones con los cartoneros y las víctimas de la trata; su capacidad de respeto, escucha y cercanía, su actitud conciliadora, su apertura ecuménica, su capacidad de dialogar y de decir las cosas tal como su conciencia lo dictaba y mucho, mucho más que sabemos y también otras que ignoramos.

Finalmente, este video de Telefe Noticias [11] resume la labor de Bergoglio en la villa 31.

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