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Yibuti a la espera de una verdadera elección democrática

Categorías: África Subsahariana, Francia, Yibuti, Activismo digital, Derechos humanos, Elecciones, Gobernabilidad, Libertad de expresión, Medios ciudadanos, Política, Protesta

Después de las elecciones legislativas [1] del viernes 22 de febrero de 2013 en Yibuti [2], que vio la victoria del partido del presidente Ismail Omar Guelleh [3] con 80% de los votos, muchos líderes de la oposición fueron arrestados [4] [fr] luego de manifestaciones de protesta contra acusaciones de fraude masivo [5] [fr]. Según la organización Liga Yibutiana de Derechos Humanos (LDDH) y la Federación Internacional de Ligas de Derechos Humanos (FIDH), 90 personas han sido retenidas en la prisión central de Gabode en Yibuti.

El portavoz del partido opositor Unión para la Salvación Nacional (USN), Daher Ahmed, ha sido condenado a dos meses de prisión [6] [fr] por llamar a la rebelión luego de los resultados de las elecciones. El video siguiente muestra los combates en las calles entre los manifestantes de la oposición y la policía [7] (a través de Dillipress):

En ese estado, las elecciones yibutianas nunca han sido una verdadera alternativa política al poder. Ismaïl Omar Gelleh es presidente de la república desde el 9 de abril de 1999, y su partido de ideología conservadora, la Concentración Popular para el Progreso (RPP) [8] está en el poder desde la independencia del país.

James Schneider de Think Africa Press piensa que las elecciones solamente fueron democráticas de fachada [9] [en] desde el inicio:

Su más reciente reelección en 2011, llegó después de que cambiara la Constitución para poder postular por tercera vez. Las elecciones se llevaron a cabo sin observadores, y Guelleh ganó prácticamente sin contendores, luego que la oposición se retirara alegando acoso y la naturaleza injusta de los comicios […]. La ilusión de Guelleh hubiera funcionado, al menos en el corto plazo: todavía tendría poder, pero ahora con la apariencia de una oposición parlamentaria. Ciertamente, muchas personas tienen tanto que ganar con la ilusión electoral. Pero tristemente, es poco probable que este incluya a la mayoría de yibutianos comunes y corrientes. Después de todo, no puedes mejorar la libertad, el desarrollo y el bienestar solamente con ilusiones.

Quartier européen à Djibouti via Wikimédia - Public Domain [10]

Barrio europeo en Yibuti, a través de Wikimedia – dominio público

El partido de poder refuta las acusaciones de fraude. Abdi Ismail Hersi, jefe de la comisión electoral independiente nacional, afirma que las elecciones se llevaron a cabo de manera transparente. Esa determinación la comparte el observador maliense de la Unión Africana, Cissé Mariam Kaïdama Sidibé, que afirma [11] [en]:

Los ciudadanos de Yibuti pudieron realizar sus deberes cívicos con total transparencia.

En su página de Facebook [12] [fr], el partido de oposición informa que los arrestos de miembros de la oposición continúan [13] [fr] en la ciudad de Arhiba:

A Arhiba, la journée du dimanche 7 avril a vu l'arrestation musclée avec force brutalité d'Abdo Mohamed Ahmed et Houssein Mohamed Kamil avant d’être conduits tous deux au centre de Nagad. Puis c’est vers 2 heures du matin dans la nuit du dimanche 7 au lundi 8 avril que la police a procédé à de nouvelles arrestations directement aux domiciles des individus pour tirer de leurs lits au moins trois hommes dont les noms ont été révélés : Abdo Ibrahim Mohamed, Abdo Ali Bouha et Abbatte Gadid Merito.

En Arhiba, la jornada del domingo 7 de abril vio el arresto con fuerza y brutalidad de Abdo Mohamed Ahmed y Houssein Mohamed Kamil, antes de ser conducisos al centro de Nagad. Después, entre las 2 am en la noche del domingo 7 al lunes 8 de abril, la policía procedió con nuevos arrestos directamente en los domicilios de las personas, y sacaron de su cama al menos a tres hombres, cuyos nombres fueron revelados: Abdo Ibrahim Mohamed, Abdo Ali Bouha y Abbatte Gadid Merito.

Ismaïl Omar Guelleh (à droite) et Donald Rumsfeld (à gauche), 2002 via wikimédia Public Domain [14]

Ismaïl Omar Guelleh (derecha) y Donald Rumsfeld (izquerda) en 2002. A través de Wikimedia – dominio público

La posición estratégica del país en el cuerno de África hace de Yibuti un aliado nada desdeñable para los países occidentales [15] [en] (entre ellos Francia, antigua potencia colonial del país) en la lucha contra piratas y terroristas islamistas de la región.

Luke Lythgoe explica que ese contexto hace difícil para los países occidentales criticar al gobierno en el poder:

Yibuti puede ser un país que pocos conocen en Occidente, pero los diseñadores de políticas extranjeras occidentales han colocado un énfasis desproporcionado en este pequeño país como base estratégica para sus operaciones en el Cuerno de África – particularmente para combatir la piratería y a los militantes islamistas de al-Shabaab en Somalia. Tal vez comprensiblemente, considerando las crisis de alto perfil en el umbral de su país, Occidente ha tratado a Yibuti como poco más que una herramienta en su arsenal – como base militar, lugar de lanzamiento de ataques con aviones no tripulados o recinto para diplomacia regional – más que una situación que vale la pena señalar por derecho propio.