Un colectivo de activistas que se oponen a la construcción de la controversial represa hidroeléctrica de Belo Monte en el río Xingu en el Norte de Brasil descubrieron a un espía entre ellos [en], quien confesó haberse infiltrado en el grupo presuntamente bajo la orden de la compañía a cargo de la represa y la agencia de inteligencia federal de Brasil.
El Movimento Xingu Vivo Para Sempre [pt], un colectivo de organizaciones, movimientos sociales y ambientalistas de la región de Altamira, Pará, que están en contra de la planta actualmente en construcción, descubrieron al espía durante una reunión de planificación anual, el 24 de febrero de 2013.
De acuerdo al reporte [pt] en su sitio web, el grupo encontró que «un participante, Antonio, quien recientemente se había integrado al movimiento, estaba grabando la reunión con un lápiz espía»:
Em dezembro [de 2012], segundo o depoente, ele passou a espionar o Xingu Vivo, onde se infiltrou em função da amizade de sua família com a coordenadora do movimento, Antonia Melo. Neste período, acompanhou reuniões e monitorou participantes do movimento, enviando fotos e relatos para o funcionário do CCBM [Consórcio Construtor de Belo Monte], Peter Tavares.
Foi Tavares que, segundo Antonio, lhe deu a caneta para gravar as discussões do planejamento do movimento Xingu Vivo. O espião também relatou que este material seria analisado pela inteligência da CCBM, e que, para isso, contaria com a participação da ABIN (Agência Brasileira de Inteligência), que estaria mandando um agente para Altamira esta semana.
En diciembre [de 2012], según el sujeto, empezó a espiar Xingu Vivo, donde se infiltró a partir de la amistad de su familia con la coordinadora del movimiento, Antonia Melo. Durante este período, asistió a las reuniones y siguió los movimientos de los participantes, enviando fotos y reportes al empleado del Consorcio Construtor de Belo Monte (CCBM), Peter Tavares.
Tavares fue uno de quienes, según Antonio, le dio el lápiz para grabar las discusiones de planificación de Xingu Vivo. El espía también reportó que este material sería analizado por la inteligencia de la CCBM, y para ello el contaba con la participación de la Agencia de Inteligencia Brasileña (ABIN), la cual estaría enviando un agente a Altamira [aquella] semana.
En su declaración grabada [pt] por Xingu Vivo, el espía de la CCBM confesaba haber recibido 5.000 reales brasileños (US$ 2.532) para pasar información a la agencia sobre las actividades del movimiento:
http://www.youtube.com/watch?v=FX8QYKTrCzE&feature=player_embedded
El movimiento solicitó [pt] a los fiscales federales asegurar la seguridad del espía y de los miembros de Xingu Vivo, quienes dijeron sentirse «en una situación de riesgo y bajo amenaza», además de solicitar la investigación de las denuncias.
En una breve declaración [.pdf], ABIN negó cualquier participación en el espionaje en conjunto con la CCBM. La CCBM no ha publicado ninguna declaración.
La ABIN [en], establecida en 1999 como un instrumento de gobierno federal, fue designada como la sucesora del Servicio Nacional de Inteligencia, una agencia que activamente espiaba las organizaciones populares y laborales durante la dictadura militar brasileña desde 1964 a 1985, de modo de controlarlas mejor o incluso desbaratarlas.
Ya antes, la agencia había puesto sus ojos sobre Xingu Vivo. En junio de 2011, ABIN publicó un reporte [pt] sobre el colectivo, señalado que la organización «ha recibido aportes de extranjeros y ONG internacionales cuyas actividades en el país son parcialmente financiadas por organizaciones internacionales y gobiernos extranjeros». La respuesta del movimiento al reporte fue citada [pt] por el instituto de investigación en humanidades Humanitas Unisinos, de la Universidad del Vale do Rios dos Sinos, en el estado de Rio Grande do Sul:
O relatório sigiloso da Abin é «patético» porque as verdades que ele arrola «são mais do que públicas». Estão no sítio web do Movimento que são seus parceiros e apoiadores. «Não precisava o governo gastar dinheiro dos contribuintes com essa «investigação’», diz nota do Xingu Vivo. «Constrangedoras, porém, são as mentiras pelas quais o contribuinte também paga», agrega. O Movimento desafia a Abin a comprovar que recebe apoio de governos.
El reporte confidencial de la ABIN es «patético» porque la verdad que enumera es «más que pública». Está [declarada] en el sitio web del movimiento como sus socios y patrocinadores. «El gobierno no necesitaba gastar el dinero de los contribuyentes en esta ‘investigación'», dice la nota de Xingu Vivo. «Vergonzosas, también, son las mentiras por las cuales el contribuyente paga», añade. El movimiento desafía a la ABIN a probar que reciben el financiamiento de gobiernos.
Varias organizaciones y movimientos sociales han firmado una declaración conjunta [pt] condenando a la ABIN y expresando solidaridad con el movimiento Xingu Vivo.
El Partido de la Causa de los Trabajadores, en una declaración publicada [pt] por el Diário Liberdade el 9 de abril, critica la revelación de espionaje:
A espionagem dos movimentos populares e sindicais não é exclusividade dos regimes militares. Em realidade, nunca foi erradicada, já que a «transição democrática» de 1985 manteve a maior parte dos privilégios dos militares e políticos ligados à ditadura. De uma só vez, a serviço dos empresários e do imperialismo, o governo do PT dá espaço para a ala direita da burguesia, que sempre esteve no comando dos órgãos de repressão, fazer o que bem entende contra o povo trabalhador.
El espionaje de los movimientos populares y sindicatos no es exclusivo de los regímenes militares. En realidad, nunca fue erradicado, pues la «transición democrática» de 1985 obtuvo la mayoría de los privilegios de los militares y políticos vinculados a la dictadura. En un momento, al servicio de empresarios y el imperialismo, el gobierno del Partido de los Trabajadores (PT) dio espacio al ala derechista de la burguesía, quienes siempre han tenido el control de los órganos de represión, para hacer lo que estimaran conveniente contra la gente trabajadora.
El bloguero Candido Cunha denunció [pt] que el propio sitio web de la ABIN informa [pt] de un acuerdo en curso entre la agencia y Eletronorte, quienes son parte del Consorcio Constructor Belo Monte, desde 2009:
Além do trabalho voltado a salvaguardar os conhecimentos de interesse estratégico para o Brasil, a Abin assessora a Eletronorte na elaboraração do planejamento estratégico de segurança para a proteção de suas infraestruturas críticas – instalações, serviços e bens que, se forem interrompidos ou destruídos, provocarão sério impacto social, econômico e/ou político.
Además del trabajo orientado a salvaguardar los conocimientos de interés estratégico para Brasil, Abin asesora a Eletronorte en el desarrollo de planes de seguridad estratégica para la protección de su infraestructura crítica -instalaciones, servicios y activos que, de ser interrumpidos o destruidos, provocarían un serio impacto social, económico y/o político.
Trabajadores portuarios bajo vigilancia
Pero este no es el único sitio de construcciones donde la oposición a los proyectos gubernamentales ha sido presuntamente puesta bajo vigilancia por la Agencia Brasileña de Inteligencia.
La agencia enfrenta acusaciones de también haber espiado a los trabajadores del puerto de Suape en el estado de Pernambuco, en el Noreste de Brasil, en la ciudad de Cabo de Santo Agostinho, cerca de Recife.
De acuerdo al reporte [pt] del Partido da Causa Operária (Partido de la Causa de los Trabajadores), el espionaje data de marzo de 2013 y pretende «investigar una posible huelga de los trabajadores en contra de la Medida Provisional Portuaria, que quitaría poder a los gobiernos estatales para ofertar terminales de cargo y reduciría los derechos de los trabajadores».
La Medida Provisional Portuaria, MP 595/12, es una propuesta de acta presidencial, estipulada [pt] según los movimientos sociales, para la privatización de los puertos brasileños.
El bloguero José Accioly reprodujo [pt] una nota del Gabinete de Seguridad Institucional (GSI) -que coordina las investigaciones de la ABIN y responde al Presidente de la República- rechazando las acusaciones de que espiaba al movimiento sindical de Suape. Pero documentos secretos de la ABIN, obtenidos y publicados por el sitio de noticias brasileñas Estadão.com.br [pt], confirmaron que se estaría haciendo seguimiento a los sindicatos.
La operación «Manejo del Riesgo», antes conocida como la Oficina «Mission Order 022/82 105″ del 13 de marzo de 2013, no solo renegaba de la GSI y reporta que el espionaje ocurría en todos los 15 estados costeros de Brasil y sus puertos con el fin de evitar protestas y reacciones negativas a la Medida Provisional Portuaria.
El ingeniero y profesor retirado Ossami Sakamori comparó [pt] el ánimo de los opositores al gobierno durante la dictadura militar y el ánimo de quienes se oponen al gobierno hoy en día:
O clima que os opositores ao regime vivia, era o mesmo clima que os opositores do poder da República vive hoje. Não sabemos de onde virão as represálias, porque estamos sendo monitorados, sim. Os achincalhamentos que recebemos, via rede social é a parte visível do processo. O que temo são as ações desenvolvidos pelos órgãos de inteligências contra os opositores do regime de hoje, pelos agentes invisíveis aos olhos do cidadão comum.
El clima en que vivian los opositores al régimen de entonces era el mismo que los opositores al poder de la República experimentan hoy. No sabemos de dónde vendrán las represalias porque nos están haciendo seguimiento, sí. Las burlas que recibimos desde las redes sociales son la parte visible del proceso. Lo que temo son las acciones que tomen las agencias de inteligencia contra los opositores al régimen actual, por parte de agentes invisibles a los ojos del ciudadano común.
Varios partidos políticos, incluyendo el Partido Democrático Laborista (PDT), el Partido Socialista Brasileño (PSB) y el Partido Social Demócrata Brasileño (PSDB), señalaron [pt] que «exigirán al ministro de la Oficina de Seguridad Institucional, General José Elito Carvalho Siqueira, y al director de la Agencia Brasileña de Inteligencia, Wilson Roberto Trezza, dar explicaciones al Comité de Trabajo de la Cámara de Representantes sobre el seguimiento e intimidación de la agencia al movimiento sindical».
Incluso empleados de la ABIN, representados por la Asociación Nacional de Oficiales de Inteligencia (Aofi), reportaron [pt] en una nota que se sentían incómodos con la atención puesta en el espionaje de movimientos sociales bajo el General José Elito. El sindicato Força Sindical emitió una declaración [pt] señalando como inaceptable que un partido con orígenes en el movimiento obrero pudiera usar «órganos de represión» contra estos trabajadores.
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