Daniele Mezzana escribe en su blog Immagine dell'Africa [it]:
En el mejor de los casos, el «turismo humanitario» aspira a permitir a la vez un viaje a las regiones exóticas, el descubrimiento de situaciones de grandes dificultades sociales y acción solidaria o de caridad. Evidentemente, aporta con respecto a otras formas de turismo que provocan un despilfarro de recursos, una destrucción del medio ambiente local y a veces un choque de culturas. Sin embargo, aun este tipo de turismo a menudo tiene el efecto perverso que es bueno saber identificar: creación de una dependencia de tipo paternalista, incitación a la mendicidad y hasta la multiplicación de caries dentales en los niños por el reparto de chocolates en zonas donde no existen dentistas: pequeñas estafas involuntarias…