En la sección de blogs del diario chileno El Mercurio, la columnista Leila Guerriero hace un análisis del significado del prestigio y dice:
Los músicos de rock han sido inteligentes: el de rock star es uno de los pocos empleos (habría que sumar el de funcionario público no sajón) al que la pérdida del prestigio le aumenta la cotización en bolsa. A casi todos los demás integrantes de la raza, sea cual fuere el oficio que practiquen, el prestigio, desde hace un tiempo, solo les sirve para calcular la altura desde la que podrían caer.
Guerrero concluye:
[…] solo un hombre dispuesto a perderlo todo resulta invulnerable. Solo quien esté dispuesto a vivir sin que le importe la mirada de los otros -y a diseñarse una vida acorde a eso- será una máquina eficaz, un ser apto para la supervivencia.