El 2 de julio de 2013, tres de las populares bibliotecas en línea de Rusia bloquearon el acceso a sus usuarios a sus sitios y colecciones web como una manera de protestar contra una nueva ley que tiene por objetivo combatir la piratería en Internet (ver cobertura de RuNet Echo acá), aprobada por la Cámara Baja del Parlamento de Rusia el 21 de junio de 2013. Por un periodo de 24 horas, todo visitante de Flibusta.net [ru], Maxima-Library.org [ru] o CoolLib.net [ru] fue redirigido a idénticas pantallas negras de error, con una imagen que decía «Error 451F» [referencia burlona a la novela de Ray Bradbury] encima de la página.
Debajo estaba el siguiente mensaje:
Государственная Дума разрабатывает серию законов, которые дадут чиновникам возможность заблокировать любой сайт в Рунете. Быстро и безнаказанно. Первая ступень уже принята и вступит в действие 1 августа. Следующие запланированы на осень. Через год многие сайты могут выглядеть вот так. Что делать? Протестовать. На их стороне деньги, власть и врожденная анацефалия. На нашей – техника, наука и устремления миллионов людей.
La Duma estatal está trabajando en una serie de leyes que permitirán a los burócratas bloquear cualquier sitio web de RuNet. Rápidamente y sin consecuencias. La primera etapa ya se aprobó [la ley actual se refiere solamente a contenido de video, A.T.] y estará vigente el 1 de agosto. Se planean las siguientes etapas para el otoño. En un año, muchos sitios web podrían tener este aspecto [uno ya lo tiene]. ¿Qué hacer? Protestar. De su lado, hay dinero, poder y falla cerebral congénita. Del nuestro — tecnología, ciencia y las aspiraciones de millones de personas.
Las páginas también enlazan a una petición en línea [ru] alojada en OnlinePetition.ru, que ahora tiene poco menos de 80,000 firmas (interesantemente, aunque hay un enlace a la página web de la Iniciativa Rusa en Línea, ahí no hay petición asociada). La petición es para solicitar la revocación de la ley, y la describe como injusta y perjudicial para la economía de Rusia.
Los tres depósitos en línea de libros no están solos en su protesta. Ya el 24 de junio, varios sitios web rusos manejados por el conglomerado de entretenimientos «Miren los medios» llevaron a cabo un ardid similar [ru], y cerraron sus servicio durante una hora con un mensaje parecido –una pantalla negra que decía «así como esto es lo que se verá el 1 de agosto». Rublacklist, organismo de control de Internet asociado con el partido Pirata Ruso, también ha sido fuerte crítico de la ley y ha convocado a una «huelga» general de Internet [ru] para el 1 de agosto, cuando la ley entra en vigencia.
Por su parte, los programadores rusos están trabajando para hacer de esa huelga una posibilidad. Por ejemplo, un usuario del blog tecnológico ruso Harbrahabr ha creado una aplicación en JavaScript que permite a los administradores web implementar fácilmente un apagón. El texto tiene algunas caracterísiticas claras. Una de ellas es que, mientras bloquea el acceso de los usuarios a la página web, viene con un botón opcional de «Continuar» que permite a los usuarios utilizar el sitio web luego de que han visto el mensaje. También viene con todo tipo de botones «sociales», que permitirán a la gente marcar ME GUSTA, tuitear y compartir la información en las redes sociales.
La razón de estos bloqueos propuestos es la misma que llevó a Wikipedia rusa a una huelga de un día el pasado julio, cuando protestó contra propuestas de censura ocultas en términos de defender a los menores rusos. Los críticos de la ley antipiratería sostienen que al igual que la legislación del año pasado, que resultó en la creación de una lista negra rusa de Internet, las verdaderas intenciones de los legisladores están por todas partes. Un usuario de Habrahabr describió la ley así [ru]:
Готовящиеся и уже принятые законы не направлены на решение проблем современного копирайта. Антипиратская реторика используется в качестве прикрытия для цензуры и окукливания Рунета.
Tanto las leyes venideras como las ya adoptadas no tienen por objetivo resolver los problemas de modernos derechos de autor. La retórica antipiratería se está usando como una cubierta para la censura y el cierre de RuNet.
Claro que, a diferencia de Wikipedia, los tres sitios web que hicieron huelga el 2 de julio en realidad alojan muchos contenido pirateado (junto con muchos trabajos de dominio público al estilo del Proyecto Gutenberg), lo que presta un cierto aire irónico a su retórica. Se debería decir que leer versiones pirateadas de libros electrónicos tal vez sea lo más simple que puede hacer una persona en RuNet — no se requieren descargas, ni torrents ni redes entre pares. Simplemente, vas a uno de los muchos sitios web que alojan bibliotecas en línea, buscas un libro, haces clic en el enlace y lees en tu navegadior. Como la mayor parte del contenido está en ruso, estos sitios web no han logrado atraer la ira de las fuerzas internacionales antipiratería.
Aunque lo hubieran logrado, la comunidad lectora rusa es extremadamente resistente — por ejemplo, Flibusta.net (con un rango Alexa [en] de 645 en Rusia es el más popular de los participantes del bloqueo) es casi un clon de un sitio web más antiguo llamado Lib.rus.ec, que casualmente no participó en el bloqueo. Hace algunos años. Lib.rus.ec [ru], el mayor sitio web de libros electrónicos pirateados de ese entonces, «vendió», o se hizo legítimo (dependiendo del punto de vista) y empezó a cobrar una cuota mensual por descargas de libros electrónicos (todavía es posible acceder y leer los libros gratis a través del sltio web). Fue ahí cuando alguien creó Flibusta, sitio web que refleja el contenido de Lib.rus.ec. Presumiblemente, si la actual cosecha de bibliotecas en línea cierra, algo similar pasará a la larga. En esas circunstancias, Nikolai Durov, hermano de Pavel Durov, cofundador de la red social VKontakte y crítico de la ley contra la piratería, duda [ru] que tratar de involucrar al público en general tenga resultado:
Я не особо верю в действенность подобных мер. Возможно, они нужны для очистки совести — «не говорите потом, что мы не предупреждали.»
En realidad no creo en la eficacia de esas medidas. Tal vez, están ahí por una conciencia limpia — «no nos digan que no les advertimos».
Probablemente Durov tenga razón — a diferencia de los éxitos de los grupos de presión de Internet en Estados Unidos para derrotar a SOPA, las fuerzas de la «libertad de información» rusas parecen estar luchando una batalla perdida. Aunque tal vez, si cerraran el sitio web de Durov durante todo un día, habrá suficiente clamor del público para reailzar un cambio.