La santa católica María Magdalena vuelve a ser honrada gracias a la visión de las artistas Tanya Torres y Raquel Z. Rivera, quienes llevan varios años explorando la trascendencia de este personaje mítico (y, según algunos, mal juzgado) mediante la escritura, el arte visual y la música.

El pasado 21 de julio, la víspera del día oficial de la santa, las artistas convidaron a «los creyentes, ateos, casi-creyentes, semi-creyentes, a todos y ninguno de los anteriores» a la Iglesia Saint Mark's-in-the-Bowery«, el legendario santuario para las artes experimentales en la ciudad de Nueva York, a formar parte de un hermosa promesa.

En su blog, Cascabel de cobre, Rivera explica que en Latinoamérica «la promesa es una celebración dedicada a los santos y otras entidades ‘divinas'», y la versión puertorriqueña resulta ser también «un junte alegre que incluye mucha comida y música, tocada por la comunidad».  Y así mismo fue.

Primero se llevó a cabo una misa, intercalada por las canciones incluidas en el cd de Rivera “Las 7 salves de La Magdalena”. Luego la gente se movió a otro salón para tocar, cantar y bailar bombas, salves y palos.  Allí fueron recibidos por Tanya, lista para conversar sobre las obras más recientes inspiradas por Madgalena, quien algunos opinan que fue la compañera de Jesús.

En Hoy, artista, el blog de la pintora Tanya Torres, pueden leer más sobre lo que aconteció en la promesa. Aquí compartimos algunas fotos tomadas por dos de los invitados.

Raquel Z. Rivera cantándole a María Magdalena. Foto por Norka Pérez

Talla de María Magdalena hecha por Marta. I Rodríguez Olmeda y Barbara Díaz López.  Foto por Norka Pérez

Tanya Torres junto a sus obras. Foto por Norka Pérez

Danza silenciosa de Corazón Tierra. Foto por Josué Guarionex

Alexandra Vasallo, bailadora de bomba. Foto por Josué Guarionex

Músicos de izquierda a derecha: Manuela Arciniegas, George Vázquez, Raquel Z. Rivera, María Terrero, Arelis Figueroa y Bryan Vargas.

Izquierda a derecha: María Magdalena y el milagro del huevo y María Mgdalena, nuestra Señora de los girasoles.  Foto por Norka Pérez