La huelga nacional de Colombia, que empezó con un paro agrario el 19 de agosto [1], está «ganando impulso con muestras de apoyo de la ciudadanía», como escribe Steven Cohen en Colombia Reports [2] [en]:
Más de 10,000 personas participaron en “cacerolazos” —protestas donde los participantes golpean ollas y sartenes— llevadas a cabo en los principales centros urbanos de Colombia la noche del lunes [26 de agosto] en apoyo de la huegla agrícola, y nuevos grupos labores y sociales se unirán a los agricultores, mineros, trabajadores de la salud y camioneros de Colombia en actividades de protesta.
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En Colombia, un creciente coro de ciudadanos y manifestantes están haciendo llamados al gobierno nacional para que hagan algo para enfrentar las urgentes preocupaciones de los trabajadores en huelga, y terminar la potencialmente catastrófica parálisis económica que empieza a tener efecto en diversas partes del país.