Chile: Demandan a programa que muestra abusos de dictadura de Pinochet

Foto del usuario de Flickr RiveraNotario, utilizada bajo una licencia Creative Commons CC BY-NC-SA 2.0.

Foto del usuario de Flickr RiveraNotario, utilizada bajo una licencia Creative Commons CC BY-NC-SA 2.0.

A pocos días del cuadragésimo aniversario del golpe de estado que puso fin al gobierno de Salvador Allende son muchos los medios que, recurriendo al memorial colectivo y a imágenes de archivo inéditas, intentan recordar e instruir a las nuevas generaciones acerca de las violaciones a los derechos humanos ocurridas durante el gobierno militar de Augusto Pinochet a través de reportajes y documentales, lo que no ha estado libre de polémicas.

Ya en su debut, el programa “Chile, las imágenes prohibidas”, transmitido por la estación televisiva Chilevisión, mostró con altos niveles de audiencia que muchos chilenos tenían interés en revivir y comprender lo ocurrido entre el golpe de estado el 11 de septiembre de 1973 y el plebiscito que devolvió la democracia a Chile a finales de la década de los 80. Sin embargo, las opiniones generadas en la audiencia han sido variadas y con posturas tanto a favor como en contra.

Sin ir más lejos, tras la emisión de los dos primeros capítulos los días 14 y 21 de agosto, el programa sumó más de 100 denuncias ante el Consejo Nacional de Televisión (CNTV), institución encargada de «velar por el correcto funcionamiento de la televisión chilena a través de políticas institucionales que tiendan a orientar, estimular y regular la actividad de los actores involucrados en el fenómeno televisivo«.

Las denuncias contra el programa apuntaban a que genera «odiosidades y división en el país», pues entrega, según los señalado en 40 de los reclamos, “una visión sesgada de la historia”, argumento que finalmente fue desestimado dada la libertad de expresión a la que todo medio y ciudadano tiene derecho.

Este mismo tema fue comentando en el blog El huevo revuelto el pasado 29 de agosto, donde el columnista Marcelo Castro (@marcelocastrob), tomando la bandera de los detractores del programa, hizo alusión a las demandas ante el CNTV señalando:

Pero no todo es color de rosa, o más bien rojo, para ellos, ya que acumulan más de 80 denuncias en el Consejo Nacional de Televisión, sólo el capitulo del 14 de agosto tuvo 62 reclamos, 40 de ellos por que «el programa presenta una visión sesgada de la historia», cosa que es verdad, ya que muestra lo que le conviene a los bolcheviques, y otros 22 denuncios por «provocar odiosidades y división en el país». Estas ultimas siguen vigentes ya que las otras 40 fueron desechadas debido a la libertad que tienen los realizadores de mostrar lo que a ellos se les plazca.

Reafirmando el argumento de la visión sesgada, Natalia Ramos Briones (@nataliaramosb) comentó en su cuenta de Twitter que éste es el resultado de la confusión entre la mirada del autor y la rigurosidad periodística:

Siguiendo con la postura en contra del programa televisivo y aludiendo al nombre del programa (“Chile, las imágenes prohibidas”), fueron varios los tuiteros que publicaron imágenes que el programa de Chilevisión no había mostrado y que, en su opinión, eran parte de “la otra cara de la moneda”.

Lino González Q (@LlinoGozalez) compartió a través de su cuenta de Twitter una imagen exhibida en el programa «Los 1000 días» (programa con una temática similar transmitido por Canal 13). En esta fotografía se muestra a detractores de Salvador Allende que protestaban la escasez de alimentos y el desequilibrio económico que se produjo durante su gobierno (1970-1973)

De manera similar, la imagen de dos policías de Carabineros de Chile en la que uno de ellos revisa los signos vitales de otro herido durante manifestaciones fue tuiteada por las cuentas La 11 de septiembre (@SeptiembreOnce) y Don Corleone (@Don_Corleone_), quienes emitieron los siguientes comentarios:

En contrapartida, y a raíz de las denuncias que los detractores del programa realizaron, el periodista Federico Zurita Hecht publicó en su blog y en la Revista Intemperie un artículo titulado “Cinco falsas razones por las cuales habría de censurar Chile, las imágenes prohibidas” donde se destaca lo siguiente:

Primero El mencionado argumento de “la otra cara de la moneda” estaría sugiriendo que tanto las imágenes de represión en las poblaciones, en los funerales de las víctimas y en la visita del Papa, como los testimonios sobre la muerte de funcionarios de la Vicaría y sobre el incidente que terminó con Carmen Gloria Quintana y Rodrigo Rojas envueltos en llamas, corresponden a mentiras, porque habría otra supuesta versión (que incluso se sostendría en algo que ocurrió antes de 1973) que demostraría que esas medidas violentas fueron más bien una acción justiciera.

Segundo La idea de “la otra versión” sugiere que las seis mil personas asesinadas por los aparatos de inteligencia de la dictadura habrían formado parte de un plan tenebroso para devolver al país a la “dictadura marxista”. Esta idea que está implícita en la crítica al programa del que aquí hablo tampoco tendría sustento, porque la elite de la eventual “dictadura del proletariado” no podría haber sido tan grande (si ni siquiera hoy la elite empresarial que estrangula al resto del país, es tan grande), y porque finalmente muchas de esas seis mil personas no tenían vínculos con las estructuras de poder.

El artículo continúa:

Tercero Las palabras “la otra cara de la moneda” nos informan que se da por aceptada la idea caricaturesca que instituciones estadounidenses formularon sobre el marxismo y que difundieron ampliamente en Latinoamérica. De esta forma, Chile, las imágenes prohibidas intentaría ocultar esa otra cara en la que los marxistas se presentan como seres despiadados en su esencia.

Cuarto Cada vez que alguien reclama que se debe contar “la otra versión de los hechos”, además de abandonar la discusión original y suponer ridículamente que hay un plan maestro formulado por un movimiento marxista caricaturesco, propone que las formas de pensamiento de izquierda son homogéneas y que todos quienes adhieren a estas creencias quieren replicar lo hecho por Stalin en la URSS.

Las reacciones luego de darse a conocer las denuncias ante el consejo del CNTV por parte de quienes están a favor del programa no tardaron en hacerse manifiestas. Así lo expresa Marcelo Gomez (@MarceloGomezG), quien señala lo poco sensato que a su parecer son las demandas, y hace un simil con otra dictadura que ha sido denunciada en innumerables ocasiones:

La cuenta en Twitter Difamadores (@Difamadores), autodefinida como un espacio «de humor, politíca y un periodismo crítico enfocado en lo social», no dejó pasar la situación y relacionó a los gestores de las denuncias con el sector político correspondiente a la derecha:

En la opinión de Don Jorgetaker (@Jorgetaker), quienes realizaron las denuncias contra el programa de televisión son adherentes (o «calcetineras») de Pinochet:

Andrea Zamora (@negracuriche) señaló sentir vergüenza ante la cantidad de denuncias en contra del programa:

Para Cecilia C.B. (@ceciliacarolina), la razón de ser de las denuncias está en la falta de aceptación o un disgusto por la verdad histórica:

Correcta o incorrecta, la realización de las denuncias contra el programa deja entrever que Chile se encuentra aún sumamente dividido por un hecho que marcó su historia hace 40 años y que continúa dividiendo a la sociedad en la actualidad. ¿Reconocimiento? ¿Memoria histórica? ¿Reconciliación? la sociedad chilena está deseosa de sanar sus heridas.

El único saber que tenemos con la historia es reescribirla

Oscar Wilde

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