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Músico cubano hace declaraciones críticas en concierto por «Los Cinco»

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Robertico Carcassés, fundador de Interactivo. (Foto reproducida por autorización)

Robertico Carcassés, fundador de Interactivo. (Foto reproducida con autorización)

El pasado 12 de septiembre, la campaña por la liberación de «Los Cinco» [1] culminó con un concierto en la Tribuna Antiimperialista, un escenario ubicado cerca de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana. Durante más de tres horas participaron artistas de diversos géneros musicales. Casi al finalizar, durante la presentación del grupo Interactivo, su fundador, el pianista Robertico Carcassés improvisó un coro que contenía algunas críticas al gobierno cubano.

«Queremos que regresen nuestros hermanos y queremos muchas cosas más», dijo Carcassés refiriéndose a los cuatro presos políticos cubanos que aún se encuentran en Estados Unidos. El público tarareó «Quiero, acuérdate que siempre quiero». Carcassés volvió a pedir «Yo quiero que liberen a los Cinco Héroes y que liberen a María», en alusión a la marihuana; una droga cuya venta y consumo es ilegal en Cuba actualmente.

Más adelante, añadió: «[Quiero] libre acceso a la información para tener yo mi propia opinión» y «elegir al presidente por voto directo y no por otra vía». La improvisación culminó con la frase «Ni militantes, ni disidentes, cubanos todos con los mismos derechos y que se acabe el bloqueo [de Estados Unidos hacia Cuba] y el autobloqueo».

Aunque la presentación no fue interrumpida y se transmitió en vivo íntegramente por la televisión estatal cubana, el grupo Interactivo publicó ayer en su página en Facebook [2]:

Declaraciones de Interactivo en su perfil de Facebook

Declaraciones de Interactivo en su perfil de Facebook

(…) Roberto dijo algunas cosas que seguramente ya todos conocen y nos citaron ayer a todos a una reunión al Instituto Cubano de la Música donde se nos informó que Roberto queda ‘separado del sector’ por tiempo indefinido. Quiere decir que no se puede presentar solo ni con Interactivo en ningún lugar estatal.

Cuando el post fue borrado, minutos después, ya había sido compartido 40 veces y tenía 36 comentarios. Las presentaciones del grupo en dos centros nocturnos de La Habana el pasado sábado y el próximo miércoles han sido suspendidas, según pudo confirmar esta autora por vía telefónica. En el Café Miramar, una trabajadora del centro informó que «no conoce las causas» de la suspensión.

Las reacciones en las redes sociales y los blogs no se han hecho esperar. Carcassés ha recibido alabanzas y críticas de un público heterogéneo. Según la periodista cubana Marta María Rodríguez, quien le hiciera una entrevista a Carcassés [3] en 2003 para el diario cubano Juventud Rebelde:

No puedo, no quiero dejar de solidarizarme con Robertico (Roberto Carcassés) y con Interactivo [4]. Es inaceptable no pronunciarse a favor de la libertad de opinión, de expresión, en cualquier circunstancia. Si permitimxs se censure a nuestrxs artistas, qué pasará con nosotrxs? Ya decía otro gran artista, James Mullen, que «La libertad, al fin y al cabo, no es sino la capacidad de vivir con las consecuencias de las propias decisiones». Las consecuencias de Robertico serán suyas. Pero, las de permitir su censura sin pronunciarnos, más allá de nuestras ideologías, son todas nuestras.

Por su parte, la página Cuban Americans for Engagement [5], hizo alusión [6] a recientes declaraciones [7] del pianista sobre el bloqueo de Estados Unidos hacia Cuba.

¿Qué dice Robertico Carcasses sobre el bloqueo de EE.UU a Cuba? «Las relaciones políticas con Estados Unidos marcan el nivel de alcance que pueda tener nuestra música en el exterior, ya que ellos dominan la mayor parte del mercado mundial y practican un bloqueo ridículo a mi país, hace más de medio siglo». CAFE desea que todos los que andan alabando a Carcasses por sus críticas al gobierno, legítimas o no, en lugar apropiado o no, discutan con el mismo vigor y actúen para quitar lo que el llama: «bloqueo ridículo a mi país, hace más de medio siglo».

En el blog Capítulo Cubano [8], Vizenso Basile considera [9]:

No se trata de juzgar las peticiones de Robertico. Carcassés ha ejercido su elemental derecho a la opinión y sobre esto no cabe la más mínima duda (…) No ha dicho nada de subversivo, contrarrevolucionario, ni de otro planeta. Al contrario, ha abordado quizás las cuestiones que -hoy día- más pueden interesar a la población de la Isla. Un cambio en los medios de comunicación, la abertura completa a un internet que no cueste más que pepita de oro, un sistema presidencial en vez de uno parlamentario (aunque sobre esto pueden haber distintas dudas y opiniones), una reconciliación nacional que elimine anacrónicas divisiones debidas a las contingencias históricas del siglo pasado. En una sola palabra, el autobloqueo, ese bloqueo interno, a veces absurdo, que sintetiza, contiene y genera muchas contradicciones, reconocidas en varias ocasiones por los mismos dirigentes de Cuba.

Más adelante, Basile señala:

Lo que ha ocurrido es que Carcassés ha hecho peticiones sagradas, casi imprescindibles en la Cuba de hoy, pero en un lugar equivocado y en el momento menos oportuno. Esto es lo que ha pasado el 12 de septiembre. Y la cuestión problemática es la consecuencia de su actuación. Roberto se ha convertido en el héroe mediático del momento, en el que desafía al régimen.

En otras palabras, Roberto -consciente o inconscientemente- ha robado espacio a la causa de lo Cinco y ha dejado en un segundo plano el principal objetivo de una -hay que repetirlo- gigantesca y espontánea movilización popular. No se trata de juzgarlo, criticarlo o condenarlo. Solamente se trata de analizar las consecuencias mediáticas de su gesto, quizás genuino y necesario pero que ha dado un pretexto más a la prensa internacional para manipular y silenciar las verdades de Cuba. Más allá de esto, nada más y nada menos. No se pretendan aplausos, ni represalias.

Un artículo publicado en Progreso Semanal [10] considera que «el resultado de esta saga reflejará cuáles son los límites de la tolerancia oficial en un contexto en el que el propio Raúl Castro ha llamado al debate –en el lugar adecuado, en el momento oportuno y de forma correcta–, y al descongelamiento de ciertos temas».