Mientras el presidente de Tayikistán inauguara otra estatua más del ícono nacional Ismoil Somoni [1], el bloguero Tomiris critica [2] [ru] la monocultura de monumentos del país:
¿No tenemos otras figuras históricaa a quienes erigir estatuas? ¿Realmente Somoni era único de su clase? Entiendo que esta fetichización de Somoni es un fenómeno político, [parte de] la construcción de la nación, por decirlo así. Pero, ¿por qué los representantes de nuestra inteligencia <…> están callados sobre esto? ¿También idolatran a Somoni?
Tomiris ya se había expresado [3] contra la ‘somonización’ de Tayikistán.