La manifestación «Adiós mafia, hola democracia» el pasado 5 de octubre en Madrid, convocada por varias plataformas que conforman el 15-M, fue motivada por la corrupción, el paro-con 6 millones de personas desempleadas-, la mayor tasa de emigración en décadas, los desahucios, y los recortes en la sanidad y educación, entre muchos otros problemas que confronta el país. 

¿Cuál fue su propósito principal?  La crítica y la destitución del Gobierno y, como han argumentado, una democracia real, donde las personas pueden ser capaces de ser soberanas, y no sólo votar cada cuatro años por representantes. 

Después de haber estado en la plaza más de una hora, los manifestantes decidieron «dar un paseo» por la ciudad, con cada vez más protestantes en el grupo que paralizaron en tráfico en la ciudad, tratando de hacerse oír acompañados de frases tales como «No, no nos representan», «Por falso y ladrón, PP dimisión» o «No hay pan para tanto chorizo».

La marcha de los manifestantes llegó a su fin en frente de la sede del gobernante Partido Popular en la calle Génova, donde se encontraron con un enorme cordón policial que les impidió continuar. Entonces, los manifestantes empezaron a lanzar rollos de papel a grito de «dimisión», y disolvieron la manifestación, no sin antes leer un manifiesto en el que concluían que «sí se puede» y «hoy nos vamos, pero volveremos». 

A continuación, una muestra de fotografías tomadas por la autora: