Temprano en la mañana del miércoles 9 de octubre, la policía antidisturbios y miembros del Grupo de Operaciones Especiales (GOPE), una unidad especial de élite de la policía chilena, irrumpió en la Comunidad Autónoma de Temucuicui, comunidad mapuche indígena ubicada cerca de la ciudad de Ercilla, en la región Araucania, al Sur de Chile.
Temucuicui, comunidad indígena autodenominada “autonóma”, ha ocupado lo que considera son tierras ancestrales desde hace más de dos años, y se han resistido a varios intentos de desalojo, y su resistencia ha ocasionado que muchos líderes comunales y miembros terminen en la cárcel.
La tierra donde vive la comunidad es parte de lo que los mapuches llaman “Wallmapu”, que significa país mapuche, donde son comunes los enfrentamientos entre fuerzas policiales y activistas mapuches. Actualmente, esas tierras están en disputa, pero legalmente son propiedad de los terratenientes Rene Urban, Martin Ruf y la familia Zeit.
El sitio web de noticias Terra, uno de los pocos que habló con la policía, citó al comisario mayor de Carabineros, Salomón Zenteno, a cargo de la Segunda Estación Policial de Malleco, explicando los detalles de la operación esa mañana:
Esta orden de desalojo comenzó alrededor de las 09:15 horas, participando aproximadamente unos 60 funcionarios a cargo del coronel Marcelo Teuber Muñoz de la Prefectura de Malleco», dijo el comisario, agregando que «tuvimos dos detenidos, el señor Mijael Carbone (werkén o vocero) y su cónyuge. Durante el desalojo resultó una carabinera lesionada por la conviviente de Mijael Carbone, quien a oponer resistencia a su detención efectuó varios puntapiés, golpeando una de las manos de la carabinera.
[Nota: en Latinoamérica, el rango de comisario a menudo se refiere solamente al oficial de policía a cargo de una estación policial y no de toda la fuerza policial, como suele ser el caso en el Reino Unido y otros países.]
En una declaración pública, la comunidad expresó sus quejas y preocupaciones sobre esta operación y el contexto más amplio en el que ocurre:
1.- El día de ayer Miércoles 09 de Octubre de 2013, se produjeron dos graves hechos de violencia por parte los aparatos represivos del Estado Chileno, quienes una vez más han violentado nuestros derechos y la tranquilidad de la Comunidad, mediante la irrupción, incursión y militarización violenta a nuestras tierras, allanando y destruyendo todos los bienes y sembrados que poseemos en los predios que hemos denominado recuperación productiva y control territorial de nuestra tierra ancestral, hoy en manos de particulares.
La declaración agrega:
3.- Con esta grave y violenta arremetida policial, queda claramente demostrado que no existe la voluntad política y administrativa de parte el Estado Chileno en solucionar las demandas de nuestra comunidad. La “voluntad de diálogo” que supuestamente han manifestado, no es más que una práctica histórica de engaño y manipulación hacia el Pueblo Mapuche, por cuanto nuestra comunidad continuará reivindicando nuestro legítimo derecho a la tierra y territorio usurpado. Lamentamos que las autoridades de gobierno no hayan sido capaces de solucionar nuestras demandas, solo han respondido con una fuerte represión y maltrato a nuestra gente y con nuestras Autoridades Tradicionales, militarizando y sitiando completamente a nuestra comunidad.
Horas después de la operación, Azkintuwe, el primer medio de comunicación mapuche en Chile, informó:
Según el Werken [líder o portavoz) Jorge Huenchullan, son alrededor de 300 efectivos policiales los que irrumpieron violentamente, destrozando casas y atropellando rebaños de ovejas pertenecientes a la comunidad, arrojando un saldo de 15 animales muertos y otros tantos heridos, “todos propiedad de los peñi”
La Revista Ajayula, reprodujo un artículo con el testimonio de Susana Curinao, de 25 años, integrante de la Comunidad Autónoma Temucuicui. Explica que esa mañana del 9 de octubre, vieron a las fuerzas policiales destruyendo cercas que la comunidad había erigido para proteger los cereales que habían plantado. Mijael se acercó a la persona que estaba a cargo de la operación para conversar, mientras Susana grababa todo con su teléfono celular. Dice que por lo menos 20 oficiales de policía tomaron a Mijael y lo patearon. Cuando Susana corrió hacia los oficiales para pedirles que soltaran a Mijael, dos mujeres policías la tomaron a ella. Dice que 12 oficiales «se entendieron con ella»:
Me agarraron de la cabeza y el pelo para echarme hacia el suelo y me pateaban por detrás mientras otros me amarraban las manos atrás con algo como un elástico que hacía mucha presión sobre mis manos y de esa forma me subieron al un furgón policial. Arriba creo que sufrí lo peor que le puede ocurrir a una mujer en cualquier parte, donde quizás el insulto más suave que me dijeron fue “india puta, hija de borrachos, hedionda a culo, descendiente de ratas…”. También me decian que un día nos harían desaparecer a todos los mapuche así como lo había hecho su general con los comunistas, eso no lo entendí mucho pero creo que se referían a Pinochet…
En Twitter, muchos compartieron sus reacciones con la etiqueta #temucuicui:
Mientras , en Temucuicui… pic.twitter.com/KIIbUetgqg
— Nodalomismo (@duendeanarko) October 16, 2013
«via @la_linea_roja: Tras violento allanamiento en Temucuicui detenidos Mijael Carbone y su esposa ahora en Angol pic.twitter.com/AaksV9fMGD«
— Revolución 3.0 Chile (@Revolucion3_0CL) October 9, 2013
Familias de Temucuicui reingresan a fundos en recuperación sin temor a nuevo desalojo | País Mapuche http://t.co/kdjuz1OFix
— In lak ´ech (@Antara1957) October 16, 2013
En su artículo para Revista Anfibia, Carolina Rojas exploró los efectos a largo plazo de la violencia:
Ayer, a las diez de la mañana seguían llegando carros policiales, todo era una Franja de Gaza a 535 kilómetros de Santiago. Las noticias del horario prime, no hicieron ninguna mención. De esa indolencia sabe muy bien Karina Riquelme, abogada de algunos comuneros de la zona. “Este ha sido el allanamiento más grande de la historia y a nadie parece importarle”, comentó.
Karina dice que una cosa es el daño a los adultos y otra es ese mundo infantil resquebrajado. Vidas que están reducidas a un espacio de guerra y a pequeños momentos de felicidad donde ellos juegan a la escondida con el sonido de los grillos de fondo, montan caballo y persiguen a los cerdos y a las ovejas. Esos, son sólo interludios en un continuo de violencia. “Los niños experimentan esas situaciones desde que tienen meses de edad, niños que no sonríen y su seriedad se intensifica con el tiempo…
Para saber más de la comunidad Temucuicui y su resistencia, vean esta entrevista de Mijael Carbone por Prensa Opal en diciembre de 2012: