Serbia: Jovanka Broz, viuda de Tito, muere aislada y olvidada

Era una revolucionaria, una elogiada veterana de guerra, un ícono de la moda y primera dama del líder del único país socialista del mundo que se negó a ser un satélite soviético. Jovanka Broz (nacida como Budisavljević), viuda del mariscal Josip Broz Tito, falleció en Belgrado [en] el 20 de octubre de 2013. El sábado 26 de octubre, Jovanka Broz fue honrada con un funeral de estado [en] en la capital de Serbia y enterrada en el mausoleo conocido como «La casa de las flores» [en] al lado de su esposo, 33 años después de su fallecimiento.

President Josip Broz Tito and Mrs. Broz, President Richard Nixon and Mrs. Nixon overlooking arrival ceremony on the South Lawn from the South Balcony of the White House; photo form the  White House Photo Office Collection, public domain.

El presidente Josip Broz Tito y la señora Broz, el presidente Richard Nixon y la señora Nixon supervisan la ceremonia de llegada en el Césped Sur del Balcón Sur de la Casa Blanca. Foto de la colección de la Oficina de la Casa Blanca, dominio público.

Jovanka Broz pasó su vida amada, odiada, alabada y criticada por muchos. Son pocos los que no tenían alguna opinión sobre ella. Nació en una familia de medios humildes en Lika (Croacia), se unió a las fuerzas partisanas revolucionarias a los 17 años y pronto se convirtió en una de las secretarias de Tito. Su apasionado romance empezó en algún momento durante la Segunda Guerra Mundial y se casaron en 1952, cuando ella tenía 28 años y Tito 60.

Aunque era 30 años menor que su poderoso esposo, Jovanka fue decisiva, era obstinada y tuvo tremenda influencia sobre su esposo a veces. Los que la conocieron a través de círculos diplomáticos y políticos sostienen que era una mujer muy inteligente de elegante aplomo. También están los que en Yugoslavia, y más recientemente en Serbia, criticaron sus hábitos de gasto, junto con los de su esposo, que era un hedonista bien conocido de gustos caros. El video de abajo muestra a Tito y Jovanka Broz en la cumbre de su poder en 1971, durante una visita de estado del presidente estadounidense Richard Nixon.

Jovanka disfrutó del estilo de vida del jet-set mientras fue la primera dama de la República Socialista Federativa de Yugoslavia, pero vivió los últimos 30 años de su vida como una reclusa en Belgrado, en la pobreza, sin heredar nunca nada del patrimonio de su fallecido esposo ni recibir mucho del estado. En 2005, comenzaron a surgir informes en blogs y luego en los medios, de las condiciones en que la exprimera dama vivía -sin calefacción, un techo con goteras, puertas que no podían cerrarse, en una casa vieja en el alguna vez lujoso barrio Dedinje de Belgrado que estaba, ensencialmente, cayendose a pedazos. A raíz de su muerte, el blog Bašta Balkana citó [sr] uno de esos informes de 2005, cuando visitaron a Jovanka, donde describen el pobre estado de la casa en la que vivía y una conversación con la hermana de Jovanka, Nada. El reportero preguntó:

- Živi li vaša sestra ovde potpuno sama i bez grejanja?! Kako je moguće da se nadležni godinama oglušuju da joj stvore elementarne uslove za život?!

- U ovoj ledari, moja sestra živi sama i to godinama traje – odgovara Nada. – Ponekad ostane i bez struje, nekad se prekinu telefonske veze, plafon prokišnjava. Ali nije samo ona ugrožena. Njenu sudbinu dele i njene komšije. I oni su danima bez grejanja.

- ¡¿De verdad su hermana vive acá sola y sin calefacción?! ¡¿Cómo es posible que las [instituciones] responsables por esto ignoren brindarle condiciones básicas de vida?!

- En esta hielera, mi hermana vive sola y ha sido así durante años -responde Nada. A veces se queda sin electricidad también, a veces el teléfono se queda sin línea, los techos gotean. Pero ella no es la única en riesgo. Sus vecinos comparten ese destino con ella. También los han dejado sin calefacción durante días.

El gobierno reaccionó bastante rápido luego de estos informes y se brindó algo de asistencia y reparaciones para Jovanka y sus vecinos ocasionalmente en los años siguientes. Jovanka se mantuvo tan lejos del ojo público como le fue posible, aunque aumentó el interés de los medios. En los meses anteriores a su muerte, sabiendo que su salud se deterioraba rápidamente, la exprimera dama de Yugoslavia decidió publicar sus memorias, como las registró el escritor Žarko Jokanović. El libro titulado «Mi vida, mi verdad», fue lanzado apenas tres semanas antes de su fallecimiento [sr] y se vende en puestos de periódicos al precio de 449 dinares (cuatro euros o 5.50 dólares).

El bloguero David Bailey, británico que vive en los Balcanes, citó [en] lo que el primer ministro serbio Ivica Dačić dijo en el funeral de estado de Jovanka Broz el sábado 26, y se preguntó si las palabras del primer ministro eran vacías o sinceras:

Que no hubiera servicio funeral religioso era el deseo de Jovanka y su familia.

El primer ministro de Serbia, Ivica Dacic, dirigió los tributos en la ceremonia fúnebre, y dijo: “Hoy es la partida del último ícono de la ex Yugoslavia”. Dijo que era tiempo de admitir que el trato que recibió luego de la muerte de su esposo fue un “pecado”.

En estos días en las redes sociales, no hay opinión mayoritaria sobre quién o qué era Jovanka Broz. Algunos dicen que era «un ícono» [fotos], «una heroína», otros la llaman «una parásita» y «una falsa», mientras que unos pocos simplemente lamentan el descuido del país por su propia historia y el descuido hacia Jovanka Broz en las décadas recientes. Hay muy poco termino medio y ninguna etiqueta en particular que seguir, pero la gente está visiblemente hablando de su fallecimiento que, de muchas maneras, le da cierre a una era que terminó hace 30 años. Cualquiera sea la opinión o afiliación política, muchos usuarios de medios sociales publicaron «Bella ciao», una canción italiana cantada a menudo por los partisanos de Italia y Yugoslavia antes y durante la Segunda Guerra Mundial, que popularizó Giovanna Dafinni a comienzos de los 60 y a menudo se vincula con Jovanka Broz. Tetka, un popular portal serbio, escribió [sr] en un post titulado «Bella ciao – La canción de despedida a Jovanka Broz»:

A možda nam je ovim taktovima na svom poslednjem ispraćaju poslala poruku o ujedinjenju, ideji koja je sve nas na prostorima bivše zemlje razjedinila do krvavih ratova jer ova pesma u Italiji i jeste postala popularna kao pesma u kojoj je ujedinjena jedna ideja.[…]

Koliko je ova pesma popularna i danas kao himna pobune, dočaraće vam podatak da su ove godine u Turskoj, buneći se zbog planova da se na mestu poslednjih “zelenih pluća grada” u Istanbulu grad tržni centar, mladi koji su protestovali protov ove odluke premijera Erdogana pevali ovu pesmu.[…]

Jovanke Broz srpska javnost se setila tek kada je dospela u bolnicu i to onda kada više nije sama mogla da donosi odluke. Dok je mogla, odbijala je lečenje kao da je jedva čekala da ode sa ovog sveta, iz društva koje ju je stavilo u izlolaciju i zaboravilo je.

O tal vez en su último adiós nos envió un mensaje sobre unirnos a través de estos ritmos, una idea que nos dividió a todos en el territorio de este antiguo pais a través de sangrientas guerras, porque esta canción es popular en Italia como la canción que une una idea.[…]

Un hecho de este año de Turquía demostrará la popularidad de esta canción como un himno revolucionario, donde los jóvenes manifestantes, alzándose contra la construcción de un centro comercial en el lugar de los últimos «pulmones verdes de la ciudad», cantaron esta canción mientras protestaban esta decisión del primer ministro Erdogan.[…]

El público serbio solamente recordó a Jovanka Broz cuando terminó en un hospital e incluso esto fue cuando ya no pudo tomar más sus propias decisiones. Mientras pudo, rechazó el tratamiento, como si apenas pudiera esperar para dejar este mundo, esta sociedad que la puso en aislamiento y la olvidó.

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