El Día de la Independencia Nacional de Polonia, celebrado tradicionalmente el 11 de noviembre, terminó en violencia este año. Jóvenes polacos de derecha incendiaron autos, arrojaron piedras a la policía y hasta atacaron y prendieron fuego a la Embajada Rusa en Varsovia [en] durante una marcha organizada por un movimiento nacionalista. La policía respondió con gas lacrimógeno y granadas de aturdimiento, luego detuvo a una docena de personas de un grupo de centenares, en su mayoría hombres enmascarados que empezaron la marcha.
En los últimos años, los habitantes de Varsovia se preparan para el Día de la Independencia [en] con una mezcla de miedo y desagrado. Un día usualmente festivo que se supone debe unir a los ciudadanos polacos en una alegre celebración de la independencia recuperada en 1918 después de más de cien años de gobierno extranjero, esta vez se convirtió en todo lo contrario. El discurso político sobre el asunto del patriotismo y las maneras de cada quien de expresar el orgullo nacional fue dominado por las definiciones y puntos de vista de grupos nacionalistas de derecha y neofascistas.
La tuitera @p_ministra [pl] tuiteó un comentario [pl] de su abuela que describió perfectamente el dia:
telefon od babci (płaczącym prawie głosem): «Anuszka, a jak Ty wczoraj tą niepodległość przeżyłaś?!» :D:D
— p_ministra (@p_ministra) November 12, 2013
Mi abuela me llamó hoy (con voz llorosa): Anuszka, ¡¿cómo sobreviviste a esta independencia ayer?!
Esta tendencia ha recibido recientemente gran apoyo de los medios, que han estado buscando contenido polémico para mejorar sus índices de audiencia. Se ha vuelto claro que solamente los pocos «polacos verdaderos» definirán lo que en realidad significa ser un patriota. También se ha vuelto obvio que las definiciones de patriotismo brindadas por estos pocos son tremendamente angostas, y se basan en la drástica exclusión de muchos grupos identificados como «elementos extranjeros».
Y así empezó la espiral hacia los violentos acontecimientos del 11 de noviembre de 2013 durante una marcha de derecha organizada por la Juventud de polacos [en] (Młodzież Wszechpolska) en Varsovia. Durante esta marcha, un grupo de hombres enmascarados atacaron dos propiedades ocupadas en el centro de Varsovia y prendió fuego a la instalación artística [pl] «El arcoiris» -representación que apoya los derechos LGBT, ubicada en la más popular zona de vida nocturna de la ciudad- y luego procedieron a atacar la embajada rusa. Poland Talks [en], blog que sigue los enfrentamientos sociales en Polonia, tuiteó [en]:
It's not enough the nationalism fails, they must make sure no one else suceeds #11listopada pic.twitter.com/cxl3PlQDxW
— PolandTalks (@PolandTalks) November 11, 2013
No es suficiente que el nacionalismo fracase, se deben asegurar de que nadie más triunfe.
Polonia parece estar dolorosamente indefensa en esta materia, aunque no por no tratar de encontrar una solución. En los últimos años, algunos intentos de bloquear marchas como esta tuvieron cierto éxito, pero ahora muchos creen que solamente ha aumentado su violencia en lugar de reducirla. Así que se tomó una decisión este año, en lugar de prohibir la marcha, de organizar una marcha alterna en un día diferente para los que se niegan a apoyar la definición exclusiva de pertenencia de estos grupos de derecha y creen en una más amplia.
Esta marcha alterna fue organizada el 9 de noviembre de 2013 por una coalición de organizaciones llamada Juntos contra el nacionalismo [en], y tuvo una concurrencia significativa.
Una declaración [en] de los organizadores de la coalición decía:
Recurrimos a ustedes en el 75° aniversario de la Noche de los Cristales Rotos en Alemania, cuando hordas de nazis, con el apoyo del aparato estatal, intensificaron la persecución de la minoría judía. Europa hoy día recuerda los tiempos de la Gran Depresión. Como resultado de la exclusión social, hay un aumento del apoyo al a violencia insertada en ideas nacionalistas, racistas y fascistas.[…]
La manera más efectiva de combatir estas ideas enfermas es con autoorganización social. En Polonia, grupos locales de antifascistas han ocasionado la cancelación de muchas actividades organizadas por los nacionalistas. También hemos bloqueado el intento de Movimiento Nacional para avanzar en el mundo académico. No permitiremos que los trágicos acontecimientos del pasado ni los incidentes presentes pasen desapercibidos.
Inmediatamente después que empezaron los disturbios, muchos cuestionaron por qué las autoridades de la ciudad no estaban preparadas para la violencia que se esperaba. Como a las autoridades no les gustan mucho las casas ocupadas, algunos sospechan que la policía estaba de alguna manera instruida para que no hiciera nada durante el ataque y que dejara a los vándalos hacer el trabajo que no se permite hacer a la ciudad. Una declaración de los habitantes de la casa ocupada Syrena [pl] decía:
Hoy, en el Día de la Independencia, la policía mantuvo patrulla constante en las calles Skorupki y Wilcza donde se ubican los espacios autónomos de Syrena y Przychodnia.
Alrededor de las 3:30 p.m., la marcha nacionalista de la independencia se trasladó al centro de la ciudad. Las tropas de la policía que hacian guardia cerca de la calle Skorupki se dispersaron y desaparecieron.
Simultáneamente, llegó un grupo de varios manifestantes neonazis. Rompieron la cadena de la entrada e ingresaron al lugar. Armados con machetes, botellas y palos, procedieron a atacar a la gente que estaba adentro. En ese momento, los cuartos de Syrena albergaban a ocho niños, de entre tres y 14 años, entre otras personas.
El mayor daño se hizo en Przychodnia –con autos quemados y destruidos, personas heridas y cristales rotos. Durante unos treinta minutos –debido al retiro de las fuerzas de la policía– nos vimos obligados a defendernos solos. De no haber sido por nuestra firme respuesta, la escena hubiera terminado en tragedia: los atacantes neonazis estaban listos para matar.
Así es como se ve su ‘patriotismo’ hoy día. Todas las personas que participaban en la marcha de la independencia comparten la responsabilidad por los ataques contra hogares de familias desalojadas, de los ancianos, de personas con discapacidades y todos los que no pudieron pagar ni su renta ni un préstamo bancario de 30 años.
Esta es la realidad en Varsovia hoy –los que están en poder desalojan, los fascistas atacan.
Aguantaremos ambos.
Al día siguiente, muchos ciudadanos de Varsovia mostraron su solidaridad con los valores bajo ataque decorando el arcoiris quemado y creando grupos de Facebook exigiendo que los culpables los reconstruyan ellos mismos.
Hubo muchos que destacaron el derecho de los ciudadanos a marchar en cualquier circunstancia, y culparon las habilidades organizativas de los líderes de la marcha antes que la actitud general de sus participantes:
It's true – the Independence March was not perfect. But it was better than a year ago. And Poland with this March is better then on without it!
- Krzysztof Bosak (@krzysztofbosak), 12 November 2013
Es cierto – la marcha de la independencia no fue perfecta. Pero fue mejor que hace un año. ¡Y Polonia con esta marcha es mejor que sin ella!
Hanna Kozłowska, bloguera polaca que escribe para Foreign Policy Blog [en] destacó la influencia del cambio en los ánimos políticos de los últimos años en los acontecimientos del 11 de noviembre:
Mientras los vándalos nacionalistas arman un grupo radical, sus acciones reflejan un cambio mayor en la sociedad polaca. Con el una vez vigoroso crecimiento económico cayendo de 4.5 % en 2011 a 1.8 en 2012, la tasa de desempleo en 13%, los polacos están cada vez más insatisfechos con su gobierno, la Unión Europea y sus vidas. Las encuestas indican que el principal partido conservador, Ley y Justicia, que ha estado fuera del poder desde 2007, ahora está ganando apoyo por encima de la centrista y proeuropea Plataforma Cívica, inactiva e incompetente a ojos de muchos.