¿Un cierre para las víctimas rusas de terrorismo?

Russian special forces participating in the capture of Islamic militants, including Sokolov. YouTube screenshot.

Fuerzas especiales rusas participan en la captura de militantes islámicos, incluido Sokolov. Captura de pantalla de YouTube.

En lo que se ha convertido en un acontecimiento de rutina en la agitada provincia sureña rusa de Daguestán, en una aldea en las afueras de la ciudad capital Makhachkala ocurrió un tiroteo. Sin embargo, el incidente resultó ser más que simplemente el habitual punto muerto entre policías y militantes islámicos. Después del hecho, el Comité Nacional contra el Terror de Rusia emitió una declaración donde sostenía que uno de los militantes era nada menos que Dmitry Sokolov, la mente maestra detrás del atentado del bus de Volgogrado de octubre pasado, que supuestamente fue llevado a cabo por su esposa. El comité informó [ru] que en el curso de esta acción murieron cinco hombres y que Sokolov admitió su culpa en el atentado.

Pronto, la historia tomó un giro extraño, cuando la periodista y personalidad de radio rusa Yulia Latynina afirmó [ru] que tuvo lugar una serie diferente de acontecimientos. Durante su programa semanal de radio, Latynina dijo que Sokolov fue en verdad detenido por ciudadanos locales a comienzos de la semana, que lo entregaron a la policía. También manifestó que después de que este incidente no llegara a las noticias, una fuente local le dijo que probablemente la policía terminaría «matando» al hombre como resultado de un «operativo de las fuerzas especiales».

El bloguero anónimo hardingush, soldado de las fuerzas especiales rusas que opera con un equipo contra el terrorismo en el Norte del Cáucaso y que bloguea sobre sus experiencias allí, refutó [ru] a Latynina en un artículo de su blog, cuestionando sus afirmaciones de que Sokolov fue detenido fácilmente por personas del lugar mientras estaba en un lugar público, y sin siquiera usar un cinturón suicida, es decir, no profesional. Además, hardingush llegó a decir que Latynina, u otra persona, hizo el reporte inicial –tal vez debido a la niebla de la guerra:

Понимаете, Юля, после каждого ОБМ [оперативно-боевое мероприятие — ed.], в котором я участвовал, в интернете появлялись свидетельства очевидцев. Все эти свидетельства были столь же абсурдны, как и ваша история о мифическом знакомом из Махачкалы. Если бы кого-то гражданские задержали после терракта и передали бы сотрудникам полиции (на вашем журналистском языке – ментам), то весь Дагестан бы гудел об этом до сих пор.

Mira, Yulia, después de cada acción de combate operativo en el que he participado, aparecieron relatos de testigos presenciales en internet. Todos estos relatos eran tan absurdos como tu historia sobre el mítico conocido de Makhachkala. Si alguien fuera detenido por civiles luego de un ataque terrorista y entregado a la policía (o a los «polis» en tu hablar periodístico), todo Daguestán hubiera estado alborotado con eso hasta ahora.

Vladimir Varfolomeev, colega de Latynina en Echo Moskvy, reprodujo [ru] la historia de Latynina en su blog, y la mayoría de los comentarios que recibió reflejaron un creciente cinismo con los funcionarios de entidades rusas. Muchos comentaron sarcásticamente sobre el supuesto hecho de que Sokolov había confesado el atentado en Volgograd:

Главное, перед смертью по телефону успел взять на себя ответственность за взрыв в Волгограде!

Lo más importante es que antes de morir, ¡tuvo tiempo de asumir la responsabilidad por la explosión en Volgograd por teléfono!

Otros estuvieron escépticos ante la historia de Latynina:

А почему вы об этом сразу не написали, а стали ждать «сообщений об этом по новостям»?

¿Y por qué no escribiste sobre esto de inmediato, sino que esperaste a “informes al respecto en las noticias”?

Tal vez no sepamos nunca cómo fue el final de Sokolov. Pero la naturaleza opaca de los operativos rutinarios contra el terrorismo solamente anima las teorías de la conspiración de las que disfruta tanto la blogósfera rusa.

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