Karina Ditkovskaya escribe [1] [ru] acerca un singular legado arquitectónico dejado por trabajadores voluntarios de construcción de Checoslovaquia en Biskek, capital de Kirguistán:
En la década de 1920, una comuna de voluntarios de Checoslovaquia construyeron todo un distrito de Biskek. Ahora, casi cien años después, esta zona de la ciudad capital de Kirguistán sobresale debido a su inusual arquitectura…
Los voluntarios llegaron a Biskek <…> en abril de 1925, respondiendo a un llamado del líder soviético Vladimir Lenin para apoyar la construcción del recién fundado imperio socialista…
Luego de construir varias fábricas y un distrito en la ciudad, muchos de los [voluntarios de Checoslovaquia] se fueron [de Biskek] – algunos de ellos fueron purgados, algunos murieron durante la Segunda Guerra Mundial, y algunos regresaron a su patria.
El blog presenta fotos de las construcciones realizadas por los voluntarios.