Breve unidad de propósito: Marcha por el prisionero puertorriqueño Oscar López Rivera

Thousands gathered in Hato Rey, the economic hub of the capital city of San Juan, on Saturday, November 23, to demand the release of Oscar López Rivera from prison.

Miles se reunieron en Hato Rey, el centro económico de la ciudad capital San Juan, el sábado 23 de noviembre, para pedir la liberación de Oscar López Rivera de prisión. Imagen tomada de la página de Facebook 32 x Oscar.

El 23 de fue un día espléndido. Brisas frescas soplaron por las calles y la temperatura era ideal en lo que se esperaba sería una sofocante tarde sabatina. Hasta los árboles en los terrenos de la Corte Federal parecían ser parte de todo, dando sombra en el brillante sol caribeño. Era como si la naturaleza hubiera conspirado para crear el clima perfecto, como si también estuviera de alguna manera en solidaridad con los miles que nos reunimos frente a la Corte Federal en Hato Rey, el centro económico de la capital de Puerto Rico, San Juan, para pedir la liberación del prisionero político que más tiempo ha estado confinado en el país.

El gobierno federal tiene preso a Oscar López Rivera [en] en Terre Haute, Indiana desde hace 32 años, y la cuenta sigue aumentando. La acusación es «conspiración sediciosa», aunque nunca fue condendo por crímenes que resultaran en muerte o lesiones contra alguien. Sus abogado han informado que ha sido sometido a trato inhumano [en] durante su carcelería. También ha dicho que lo han aislado para trato de castigo debido a sus afiliaciones políticas, lo que motivó que Amnistía Internacional [en] criticara las condiciones en las que él y otros prisioneros políticos están confinados.

Y aun así, a pesar de todo, el espíritu de Oscar sigue serenamente intacto. Tanto así que en 1999 rechazó la clemencia condicional [en] que le ofreció el presidente Bill Clinton, diciendo que sería como estar en prisión fuera de la prisión.

Image taken from the Facebook page Free Oscar López Rivera Now.

«¿32 años en prisión por sedición? El mismo «delito» cometido por Washington, Jefferson, Betances, Gandhi, Mandela, Bolívar, Martí y muchos otros». Imagen tomada de la página de Facebook Libertad para Oscar López Rivera ya.

Mirando a mi alrededor, mientras más y más personas llegaban para unirse a la marcha, me maravillaba la diversidad que me rodeaba. La campaña para garantizar la liberación de Oscar López Rivera de prisión tiene el apoyo de personas de todos los estratos de la sociedad, de todas las edades, y de todo el espectro político. El sector más abierto en pedir su liberación sigue estando asociado con la izquierda política. No obstante, ha llegado a un punto en que no importa si estás a favor de la independencia, de la condición de estado o algo intermedio para Puerto Rico. 

Lady Justice

Una efigie de la Dama de la Justicia se alza sobre la multitud en la protesta demandando la liberación de Oscar López Rivera. Imagen tomada de la página en Facebook 32 x Oscar.

Una de las cosas que llamó mi atención inmediatamente fue una enorme efigie de una versión caribeña de la Dama de la Justicia, la famosa imagen de una mujer con balanzas en una mano y una espada en la otra que adorna muchas salas de justicia en el mundo. Recuerdo haber comentado con mi madre lo raro que me pareció ver que no estaba con los ojos vendados. Ella me dijo: «Bueno, tal vez se quitó la venda para ver si es más sin tenerla; ciertamente, no ha funcionado hasta ahora». La tan repetida frase «una nación/país de ley y orden» vino a mi mente, y pensé que en realidad tiene poco que ver eso con la justicia y hacer las cosas bien. Tal vez la venda que con frecuencia se ve usando a la Dama de la Justicia también la ciega a la injusticia del sistema legal que ella defiende, lo que la convierte en nada más que un autómata legalista.

Como en cualquier protesta puertorriqueña que se respete, el ánimo era festivo. Los ritmos plena y la creatividad artística abundaba. A los forasteros esto les parecía extraño, posiblemente porque están más acostumbrados a protestas de tono más serio, más solemne y molesto, aun cuando sea pacifica. Esto no quiere decir que la gente no tomaba en serio lo que trataban de conseguir, o que no estaban molestos por la carcelería de Oscar López Rivera. Más bien, es una característica distintiva de las sociedades caribeñas, y en una sociedad como la de Puerto Rico, como todos los países caribeños, ha estado oprimido históricamente por una potencia extranjera que trata de reconstruirse en la mente del pueblo como el modelo de todo lo que es civilizado, culto, iluminado y simplemente mejor, no hay manera más efectiva de desinflar ese poder. El humor y lo carnavalesco son, en otras palabras, una forma importante de resistencia.

Fue después, cuando pensé acerca de la escasa cobertura que recibió la marcha en los medios tradicionales internacionales, que me di cuenta de que no había ningún helicóptero sobrevolando la zona. Esto fue alucinante, teniendo en cuenta que se estaban llevando a cabo protestas simultáneas en Nueva York, Chicago y Washington, DC, y que había unas 40,000 [en] personas reunidas para protestar, solamente en Puerto Rico. René Pérez, de la banda Calle 13, dio su apoyo y participó en la marcha que se llevó a cabo en Nueva York. El tuit de Calle 13 fue el tema más relevante en Twitter relacionado con la cuenta en Twitter del presidente Barack Obama:

Marchando rumbo a Brooklyn. Libertad para Oscar Lopez @BarackObama Free Oscar Lopez! pic.twitter.com/cYtrwsGyqK

— Residente C13/ RC13 (@Calle13Oficial) November 23, 2013

Debo confesar que hasta hace año y medio, prácticamente no sabía nada de Oscar López Rivera. A medida que fui sabiendo de él, no pude evitar sentir que la causa a favor de su liberación también debería ser mi causa, como su causa para liberar a Puerto Rico del gobierno colonial también es mi causa, una que prosigo a mi propia pequeña manera todos los días.

Viendo la unidad de propósito mostrada esa tarde sabatina, aunque fuera solamente brevísimos momentos, por una multitud tan grande y diversa de puertorriqueños, renueva mi fe en que algún día tal vez nos unamos para pedir la descolonización de Puerto Rico de una vez por todas.

Ese, creo, es el secreto de la extraordinaria resistencia del espíritu de Oscar López Rivera: su resistencia consciente y desafiante, que se traduce en una fe que rechaza el nihilismo de la desesperanza autocomplaciente, a pesar de la tentación de retirarse al seductor silencio de la cómoda pasividad.

Ángel Carrión es bloguero y músico de Caguas, Puerto Rico, y actualmente trabaja en una maestría en Historia de Puerto Rico y el Caribe. Su investigación actual se centra en la historia de la música en Puerto Rico y temas relacionados a polítca cultural. He estado escribiendo para Global Voices desde febrero de 2012. Síguelo en Twitter (@angel15amc) y lee su blog en dialogolibre.blogspot.com.

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